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Peña apunta al desprestigio de los Matte y dice que se derrumba «el mito respecto a que las familias con más linaje y religiosas no incurren en los vicios del capital» Asegura que el patriarca sabía del negocio

Peña apunta al desprestigio de los Matte y dice que se derrumba «el mito respecto a que las familias con más linaje y religiosas no incurren en los vicios del capital»

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«La ilusión del capital, de la que la familia Matte ha dado un buen ejemplo, es como el negocio del papel tissue que ahora la agobia: así como la ilusión del capital consiste en transformar el dinero egoísta en bienes supuestamente desinteresados, el negocio del papel tissue consiste en hacer que lo abyecto (la suciedad y el desecho despreciables) no parezca tal», señala el rector de la UDP.


El rector de la Universidad Diego Portales, Carlos Peña, sale a apuntar el desprestigio de los Matte y dice que con el caso de la Colusión del Confort se desmiente el mito respecto a que las familias con más linaje y que son más religiosas no incurren en los vicios del capital.

Peña se pregunta si Eliodoro Matte desconocía que su principal empresa, la Compañía Manufacturera de Papeles y Cartones (CMPC), se había coludido con la intención de «timar y expoliar a los consumidores», señalando firme que «decir que no lo sabía, sería llamarlo estúpido. Lo sabía».

En su habitual columna en El Mercurio, el académico dice llamarle la atención respecto a que solo tres semanas antes de conocerse el polémico caso de la Colusión del Confort, Matte se fotografío sonriente con la Presidenta Michelle Bachelet en el aniversario del CEP y que publicara, posteriormente, su discurso el que fue «una verdadera admonición al Gobierno por la premura de las reformas y a los empresarios por su falta de empeño en respetar a los consumidores».

«Solo la culpa (Freud definía la culpa como el deseo inconsciente de ser castigado por la transgresión) puede explicar que, a sabiendas de lo que su principal empresa había hecho, se permitiera leer un discurso en el CEP y deslizar consejos acerca del buen comportamiento público (sin duda será el último que pronuncie allí, salvo que el CEP decida sacrificarse por su benefactor)», sostiene.

En ese sentido, Peña explica que la conducta de Matte «resume, como la página de un manual, los pliegues y la naturaleza del poder económico. Muestra, de una sola vez, cuál es la ley objetiva del capital».

El rector de la UDP explica que la familia Matte «se ha esforzado, durante años de años, por transformar el dinero que posee a manos llenas en prestigio e influencia. Como si quisiera mostrar la ubicuidad del capital (que es siempre inicialmente económico) no se ha contentado con concentrar dinero y propiedades, sino que, asistida por consejeros y abogados bien rentados, ha procurado transformar la tangibilidad del dinero (el capital económico, cuyo ejemplo es la vieja papelera) en bienes más intangibles y más prestigiosos (como el capital simbólico o el cultural, cuya mejor muestra son las escuelas Matte, el CEP, los vínculos con los legionarios, etcétera)».

Menciona que al hacer lo anterior, los Matte han «erigido un buen ejemplo de lo que pudiera llamarse la ilusión del capital», el cual consiste, según explica, en «alojar el dinero acumulado mediante actividades competitivas y egoístas (la industria del papel tissue ), en zonas que aparezcan «desinteresadas» (los vínculos con la Iglesia, la filantropía)».

«Si la búsqueda del dinero supone siempre el afán personal de ganancia, la búsqueda de bienes más culturales o el ejercicio de afanes filantrópicos siempre está, en cambio, rodeada de un aura de «desinterés». La trampa del capital, si así puede llamársele, consiste en que el área de «desinterés» permite acumular poder e influencia en favor del área «interesada». Balzac dice (en La Comedia Humana ) que detrás de toda fortuna se esconde un crimen y quizá por eso, a fin de hacerlo olvidar, todo capital se transforma en lo que aparentemente no es», agrega.

Peña argumenta que mientras la venta del papel higiénico permitía extraer de los consumidores una ganancia adicional a la que se obtendría por la mera competencia, las otras actividades de la «familia Matte (las escuelas, los encuentros del CEP presididos por E. Matte, la filantropía religiosa) hacían olvidar la inevitable naturaleza de esa actividad y la inmunizaban contra toda sospecha al extremo que incluso la Presidencia de la República (Frei, Lagos, Bachelet) trataba a los Matte, y a sus instituciones, con especial deferencia».

«El escándalo del papel tissue (ese papelón, como tituló acertadamente «La Segunda») curará a la opinión pública de una de sus últimas ilusiones: la creencia de que las familias con más linaje y las más religiosas no incurren en los vicios del capital», precisa.

Y añade que «la ilusión del capital, de la que la familia Matte ha dado un buen ejemplo, es como el negocio del papel tissue que ahora la agobia: así como la ilusión del capital consiste en transformar el dinero egoísta en bienes supuestamente desinteresados, el negocio del papel tissue consiste en hacer que lo abyecto (la suciedad y el desecho despreciables) no parezca tal. Nunca un negocio pudo expresar mejor -como si fuera una metáfora deliberada- las transformaciones del capital».

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