Durante un mes, quince científicos de siete universidades y un centro de investigación trabajarán en una de las bases situadas a 80 grados latitud sur y a tan solo 1.080 kilómetros de distancia del Polo Sur.
Científicos y miembros de las Fuerzas Armadas de Chile entrenan en el glaciar Grey, bajo condiciones extremas, para emprender una expedición a la Antártida profunda, en una de las bases científicas más cercanas al polo sur.
Durante un mes, quince científicos de siete universidades y un centro de investigación, liderados por el Instituto Antártico Chileno (INACH), trabajarán en una de las bases situadas a 80 grados latitud sur y a tan solo 1.080 kilómetros de distancia del Polo Sur.
En ese gélido punto planetario, los 15 investigadores desarrollarán proyectos de ciencia atmosférica, glaciología, microbiología, biotecnología y biología evolutiva con el apoyo logístico de las Fuerzas Armadas.
Antes de su partida hacia el continente blanco, los investigadores se entrenaron durante una semana en el glaciar Grey, una de las maravillas del Parque Nacional Torres del Paine, en el sur de Chile, bajo condiciones extremas.
«El Grey reúne condiciones muy parecidas a las del continente antártico y nos sirve de entrenamiento para poder afrontar los problemas con los que nos vamos a encontrar en el continente antártico», explicó a Efe el investigador en bioquímica Nicolás Bruno, quien participó en el curso.
Se trata de un curso de supervivencia en el hielo impartido por miembros de la Fuerza Aérea que enseñan a los científicos distintas técnicas para realizar caminatas sobre hielo, descenso por gélidas paredes y rescate en grietas.
«Durante unos días acampamos a los pies del glaciar y tomamos clases de supervivencia y desplazamiento sobre el hielo», explicó a Efe el diseñador gráfico del INACH René Quinán.
«Aunque resultaron bastante duros, los entrenamientos en el Grey fueron una magnífica oportunidad para descubrir el glaciar, ubicado en uno de los puntos vírgenes más espectaculares del planeta», señaló Bruno.
La actividad más complicada para la mayoría de los investigadores fue el descenso en rapel por la pared de hielo, una práctica durante la cual algunos de ellos tuvieron que ser rescatados por los monitores especialistas.
El curso se completó con clases prácticas realizadas en Punta Arenas, la capital de la región de Magallanes y de la Antártica chilena, en el sur del país austral.
Allí los expedicionarios conocieron las claves para orientarse y sobrevivir en medio de las inclemencias de la Antártida, lugar donde los científicos trabajarán a temperaturas que alcanzarán incluso los 40 grados bajo cero.
En el continente blanco, los científicos tendrán como centro de operaciones la Estación Polar Científica Conjunta «Glaciar Unión», en la que participan el INACH, el Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea de Chile.
La base, que se inauguró en 2014, es, junto con la estadounidense «Amundsen-Scott» y la china «Kunlun», una de las más cercanas al polo sur.