Se trata de una construcción de estilo neoclásico italiano y su enclava entre las plazas de La Ciudadanía y La Constitución.
La imagen de los aviones de la Fuerza Aérea chilena cruzando el cielo de Santiago y descargando sus cohetes sobre el Palacio de la Moneda durante el golpe de estado de 1973 es probablemente la postal más reconocida de la sede del gobierno de este país.
Construida entre 1798 y 1805 por el arquitecto italiano Joaquín Toesca, fue concebida inicialmente por la administración de la Corona española como el centro para acuñar monedas.
Tras la Independencia en 1810, el edificio sirvió para acuñar las primeras monedas de la naciente república y en 1845 fue utilizado por primera vez como sede de gobierno y residencia presidencial tras algunas reformas en las que se ensancharon sus muros para resistir la actividad sísmica de la zona.
Algunas paredes de La Moneda alcanzan un espesor de hasta un metro. Los presidentes chilenos vivieron allí hasta 1958, cuando pasó a ser solo la sede del Poder Ejecutivo: además del presidente, cuatro ministerios tienen sus oficinas en este palacio.
Se trata de una construcción de estilo neoclásico italiano y su enclava entre las plazas de La Ciudadanía y La Constitución.
Según Plataforma Urbana, tiene una superficie de 18.720 metros cuadrados que incluyen dos plantas y un subsuelo de construcción de piedra, madera y ladrillo.
Aunque no está en venta y su valor histórico es incalculable, bajo los precios actuales de mercado de Nuroa alcanzaría los 41.030.442 dólares.
El gobierno boliviano inaugurará en 2016 una nueva sede presidencial que reemplace al tradicional Palacio Quemado desde donde han gobernado los presidentes de ese país desde que se estrenó en 1853. El nuevo edificio, llamado La Casa del Pueblo, tendrá 29 pisos y su construcción tendrá un costo de 36 millones de dólares.
Aunque el valor arquitectónico y patrimonial de la mayoría de los edificios desde donde se ejerce el poder es incalculable, tras el anuncio del gobierno boliviano, desde Nuroa nos preguntamos cuánto costarían algunos de los palacios presidenciales de la región si hipotéticamente salieran al mercado.
El Palacio Planalto es la sede del ejecutivo brasileño y fue parte de la utopía que en 1956 se inició con la construcción de Brasilia, una nueva capital en el centro del país.
El Palacio de Planalto, o Palacio de la Meseta en castellano, es parte central del proyecto urbanístico llevado a cabo por Lucio Costa y Oscar Niemeyer. Se ubica en la Plaza de los Tres poderes, dentro del Eje Monumental de la ciudad donde se encuentra la sede de las oficinas del gobierno federal. Su nombre oficial es Palacio de los Despachos y alberga a todo el poder ejecutivo, encabezado por la presidenta Dilma Rouseff.
Actualmente Brasilia cuenta con los precios más altos en inmuebles después de Río de Janeiro, y, según datos de Nuroa, el metro cuadrado en la zona donde se enclava Planalto se empina hasta los 2.825 dólares, por lo que este edificio modernista y sus 36.000 m2 tendría un precio de 101 millones de dólares. A diferencia de otros palacios de gobierno, el presidente no vive allí. Para esto existe el Palacio da Alvorada (Palacio de la Aurora), una construcción de 7.000 m2 diseñada también por Niemeyer y alcanzaría un precio comercial de 19 millones de dólares.
Se dice que el color de la Casa Rosada buscaba simbolizar la unión de dos fuerzas políticas rivales en el siglo XIX aunque nace realmente de la combinación de cal con sangre de vaca, una pintura muy usada por aquella época en Argentina debido a las cualidades aislantes de la sangre. Fue construida sobre el fuerte de Buenos Aires levantado por primera vez en 1594 y antigua sede del poder colonial en el virreinato de La Plata. La “Rosada” actual resultó de la unión del antiguo edificio de gobierno con el Palacio de Correos en 1886. Producto de esta evolución el edificio es ecléctico, aunque en su fachada prima el estilo clásico y esta se mantuvo simétrica hasta 1938, cuando su ala sur fue demolida. El edificio de cuatro plantas y un subsuelo es la oficina del nuevo presidente Mauricio Macri y tiene cerca de 26.000 m2. Según datos de Nuroa, los precios de mercado en la zona ubican al metro cuadrado en 2.125 dólares al cambio oficial. Así, el edificio más importante de Argentina tendría un costo aproximado de 55 millones de dólares. Al igual que en Brasil, el Estado tiene otro inmueble destinado para la residencia del presidente. Está a 10 kilómetros de Buenos Aires, en el municipio de Olivos. Con más de 30 hectáreas alcanzaría un costo de 45 millones de dólares.
La Casa de Nariño es la sede de gobierno y la residencia de la familia presidencial, en este caso la de Juan Manuel Santos. Se trata de un edificio neoclásico construido en 1908 sobre el terreno donde se ubicaba la casa natal de Antonio Nariño, uno de los precursores de la independencia. Desde ese año, todos los presidentes de Colombia han pasado por allí a excepción del general Gustavo Rojas Pinilla, quien comandó la única dictadura del siglo XX en aquel país entre 1953 y 1957. La Casa de Nariño era conocida también como el Palacio de la Carrera y ha tenido numerosas restauraciones que incluyeron la construcción de un helipuerto y el rediseño de los jardines. El edificio de cinco plantas tiene una superficie de 32.000 metros de los cuales cerca de un 90% están destinados a oficinas y salones para actos protocolares. El palacio se encuentra en el barrio La Candelaria, el más antiguo de la ciudad y actual centro cultural y bohemio de Bogotá. Según datos de Nuroa, la Casa de Nariño tendría un costo de 29.834.557 dólares estadounidenses.
El Palacio Nacional de la ciudad de México tiene sus orígenes en Tenochtitlan, la ciudad azteca sobre la cual se levantó la actual capital mexicana. Fue construido en 1522 como una residencia de Hernán Cortés sobre parte de un palacio de Moctezuma. Posteriormente fue la sede de los virreyes que gobernaban Nueva España. Tras la independencia se convirtió en la sede de los tres poderes del gobierno mexicano. Se trata de uno de los edificios del poder más grandes de América con 40.000 metros cuadrados y está ubicado en la emblemática Plaza de la Constitución, más conocida como el Zócalo. El edificio actual tiene un estilo barroco y fue reconstruido a comienzos del siglo VXIII tras ser incendiado en 1692 durante un levantamiento indígena.
Dentro de la historia mexicana, el edificio recuerda al final de la guerra con Estados Unidos en 1.848, cuando el ejército de Washington entró a la Plaza de la Constitución e izó su bandera en el palacio. El último presidente en vivir allí fue Porfirio Díaz, quien gobernó hasta 1.911 y durante su mandato de más de 30 años ordenó una serie de obras al edificio. Tras el terremoto de 1.985, el palacio tuvo un proceso acelerado e irregular de asentamiento y constantemente ha sido objeto de trabajos de restauración en sus cimientos.
Además de su valor histórico, el palacio cuenta con una serie de obras de arte entre las que destacan una serie de murales de Diego Rivera bajo el nombre de Epopeya del pueblo mexicano. Si el edificio entrara al mercado inmobiliario, podría alcanzar los 39.755.294 dólares.
El Palacio de Gobierno de Perú, conocido también como Casa de Pizarro ya que su primera versión fue encargada por el conquistador español Francisco Pizarro tras fundar Lima en 1535, funcionó como residencia y centro del poder virreinal hasta la independencia sin grandes cambios en su disposición interna hasta el siglo XIX. Desde su construcción inicial, el palacio ha vivido seis terremotos, cuatro saqueos y tres incendios.
El edificio actual es de estilo neobarroco y fue reconstruido en 1938, tras un incendio que en 1921 arrasó con el antiguo palacio. Además de ser la sede del Poder Ejecutivo, es también la residencia oficial del presidente Ollanta Humala y tiene 19.208 metros cuadrados. Si se dejase de lado la historia y el palacio entrara al mercado inmobiliario, su precio actual alcanzaría los 28.746.480 dólares.
Al igual que en Perú y Colombia, el Palacio de Carondelet es la sede del Poder Ejecutivo y la residencia oficial del presidente Rafael Correa. Pese a esto, el presidente ecuatoriano no habita allí.
El Palacio se encuentra en la Plaza de la Independencia, del casco histórico de Quito y fue concluido en 1810 sobre un antiguo palacete donde funcionó la administración de la Audiencia de Quito que solo llegó a usar el nuevo Palacio por dos años antes de la declaración de independencia.
Con cerca de 10.000 m2 de superficie, su costo actual en el mercado llegaría hasta los 10.194.465 dólares, según datos de Nuroa.