La encuesta arroja que el 91% de los chilenos dice tener poca o ninguna confianza en que los políticos puedan solucionar los problemas del país, situación similar en el papel de los parlamentarios, las autoridades políticas y los jueces.
El Séptimo Estudio Nacional de Transparencia arrojó como resultado una brusca caída en la confianza de la clase política e instituciones públicas, la más baja desde 2011, y aumentando la percepción de la ciudadanía sobre la corrupción debido a irregularidades, casos de colusión y conflictos de interés.
Los hechos ocurridos en 2015 como la colusión del papel higiénico, los casos Caval, Penta, SQM y Corpesca provocaron un incremento en la percepción ciudadana, agudizando lo que algunos denominan como «crisis de confianza».
Según consigna El Mercurio, el director general del Consejo para la Transparencia (CPLT), Raúl Ferrada, explica que los resultados de la encuesta muestran que las instituciones públicas y la clase política son las que obtuvieron la calificación más baja en los últimos cinco años.
De esta forma, el estudio mostró que 84% de los chilenos cree que la relación entre el Estado y los ciudadanos es distante, lo cual se suma a la mala evaluación que tienen las personas sobre los organismos públicos, que califican con una nota de 3,9.
En ese sentido, Ferrada señala que «los resultados son el reflejo del contexto social del último tiempo, ya que existe una evidente relación entre las percepciones ciudadanas y el amplio rechazo público que ha generado casos como los mencionados y otros en el ámbito público y privado».
Sin embargo, sostiene que las conclusiones del estudio sobre la apreciación ciudadana de poca transparencia y probidad no es nueva, ya que «se viene manifestando en los estudios nacionales de este consejo, desde el año 2012 en adelante».
«En este punto hay una cierta paradoja porque, en rigor, el Estado y las instituciones públicas son, en los hechos, más transparentes», afirma, aludiendo a la entrada en vigencia de la Ley de Transparencia y la Ley del Lobby.
La encuesta también arrojó que el 91% de los chilenos afirma que tiene poca o ninguna confianza en que los políticos puedan solucionar los problemas del país, situación similar en el papel de los parlamentarios, las autoridades políticas y los jueces.
El senador RN y miembro de la Comisión de Ética y Transparencia de la Cámara Alta, José García Ruminot, precisa que «gobierno y el Parlamento tenemos que hacer un esfuerzo grande para recuperar la confianza y validarnos ante la ciudadanía».
En ese sentido, señala que en las próximas semanas entrará en funcionamiento una comisión que analizará tópicos como las dietas parlamentarias, la dedicación exclusiva al cargo y el buen uso de las asignaciones.
El estudio también muestra la percepción que hay sobre la corrupción y la falta de probidad, ya que el 57% de los consultados cree que los organismos públicos en Chile son muy corruptos y el 84% estima que quienes cometen actos que atentan contra la probidad quedan impunes.