El rector de la Universidad de Chile explicó que, en el contexto actual del sistema educacional chileno, «es evidente que hay lucro en algunas universidades» y que «la verdad es que si hubiera un sistema de fiscalización estricto, probablemente con eso se acaban las universidades privadas».
En la última semana los senadores de la Nueva Mayoría, Fulvio Rossi, Andrés Zaldívar y Carlos Montes han señalado que bajo el contexto actual del sistema de educación superior chileno es mejor «legalizar el lucro» y generar una institucionalidad que lo fiscalice, evitando que recursos del Estado vayan a dar a dichas instituciones.
El senador Montes dijo a La Tercera que «hay 300 mil alumnos que están en universidades que dicen que no son con fines de lucro, pero todos sabemos que lo son, por eso no pueden entrar a la gratuidad, a pesar de que teóricamente no tienen». Y agregó que «hoy existen planteles con fines de lucro y van a seguir habiendo, por eso es primordial aumentar la matrícula en las universidades estatales».
Ante esto el rector de la Universidad de Chile, y presidente del Consorcio de Universidades Estatales (Cuech), Ennio Vivaldi, explicó que en el panorama actual «es evidente que hay lucro en algunas universidades y a lo mejor establecer un sistema privado con regulación para el lucro puede ser la única solución o la mejor solución», pero señaló que esto requiere de un mayor estudio.
El rector de la Chile dijo que «la verdad es que si hubiera un sistema de fiscalización estricto, probablemente con eso se acaban las universidades privadas», al tiempo que añadió que «es impensable que venga Laureate y que venga medio mundo a instalar universidades para no lucrar. Habría que pensar cómo pudieron juntarse tantos San Francisco de Asís en una sola vuelta, es difícil que eso pueda ocurrir».
Por otra parte, en canal 24 Horas, Vivaldi expresó que en Chile «cuando hablamos de recursos que entran a las instituciones privadas hablamos de US$1500 millones». Acto seguido, se preguntó: «¿Cuánta presión puede ejercer esta cantidad de dinero? No me lo puedo imaginar, no puedo imaginar las influencia que puede ejercer un negocio como este, tampoco me puedo imaginar la cantidad de intereses creados, que hoy lamentablemente el 80% de los jóvenes van a instituciones privadas».
«No quiero meterme a embolinar en si las privadas tienen que lucrar, porque esos temas los podemos dejar para un segundo momento, conversemos los temas sustantivos ahora y seamos capaces de llevar adelante un proceso de debate y discusión», manifestó la autoridad académica y sentenció que su «gran temor aquí es que no pase nada. En otras palabras, que sigamos con un modelo que no lo podría aceptar ningún país del mundo».
La posición podría asimilarse al sistema que tiene actualmente la educación primaria, en la que existen colegios privados a los que se les permite lucrar –retirar utilidades–, pero que no reciben subvención estatal.
La ministra de Educación, Adriana Delpiano, ha señalado que no hay duda respecto al actual marco legal, por lo que en la reforma no estaría presente la posición de legalizar el lucro. Por otra parte, la presidenta del Partido Socialista, Isabel Allende, indicó que es un tema que hay que discutir al interior del partido y el senador Ignacio Walker (DC) agregó que «la ley prohíbe el lucro a cualquier universidad» y puntualizó que, según su percepción, «eso hay que mantenerlo».
Para el vocero de la universidades privadas de la Confech, Gabriel Iturra, presidente de la Feucen, «es de una profunda contradicción que hoy estemos discutiendo temas que ya han sido consenso social». El dirigente afirmó que «una universidad privada por más bien que funcione sin recursos del Estado, no debiera lucrar».
Para Iturra avanzar en esta propuesta significa que ni los parlamentarios ni los rectores «han entendido nada de lo que el movimiento social lleva años demandando» y agregó que en la Reforma a la Educación Superior el lucro debiera implicar cárcel para los responsables, esto «es evidencia de que quizás ellos velan por sus intereses particulares», sentenció.
Por otra parte, Marta Matamala, vocera Confech y presidenta de la Feusach, aseguró que esta mirada representa a «la política de la medida de lo posible. Efectivamente es lo más sencillo con la forma en la que ha funcionado el Gobierno, si ya perdiste cualquier expectativa en la reforma, es lo más razonable».
Para la dirigenta esta «es una pésima señal política» y es «lo peor que puedes salir a decir públicamente, porque es asumir que el sistema no va a tener cambios».
La discusión se abrió a días del discurso del 21 de mayo, respecto al cual distintos actores esperan que la Presidenta Michelle Bachelet haga un anuncio sobre una de las reformas eje de su Gobierno, esto a pesar de que la ministra de Educación señaló que en junio se iniciará la discusión del proyecto de Reforma a la Educación Superior en el Congreso.