El ex senador lanzó dardos contra Enrique Correa –el consigliere de Isabel Allende– y el senador Guido Girardi, y las reacciones no se hicieron esperar. Varios apuntan a que el ex timonel partidista busca congraciarse con Ricardo Lagos atacando a quienes pueden transformarse en obstáculos para el camino presidencial del ex Mandatario. Otros señalan que sus palabras buscan «pasar la cuenta» a la actual timonel del partido por rencillas anteriores, aprovechando sus debilidades de conducción. Respecto de Girardi, es enfrentar a alguien con quien discrepa fuertemente en la forma de hacer política.
A pesar de que muchos aseguran que ha ido perdiendo su influencia, las palabras de Camilo Escalona casi nunca pasan inadvertidas en el mundo político. Esta vez no fue la excepción. El domingo recién pasado, en una entrevista en La Tercera, el ex senador y ex presidente del Partido Socialista lanzó un ataque directo a un par de figuras oficialistas: el senador PPD Guido Girardi y el lobbista Enrique Correa.
“Lo quiero decir muy derechamente, por los casos de Girardi y de Enrique Correa estamos como estamos. No aparecemos coherentes entre lo que decimos y lo que hacemos en este tema que hoy es el tema crucial de la sociedad chilena”, sostuvo Escalona al referirse a los casos de financiamiento irregular de la política.
Respecto del legislador PPD, dijo que “me parece insostenible que él (Girardi) no haya sabido de estas transferencias. Me parece imposible”, recalcó al referirse a los aportes que realizó SQM al partido de calle Santo Domingo. Respecto del ex ministro, señaló que “él ha facilitado la injerencia de Ponce Lerou en nuestras filas. Es de las personas que generaron estos vínculos en el inicio de esta relación equívoca. Tiene una responsabilidad política ineludible. Precisamente, por lo que el país lo conoce. Porque él es una persona de una lucidez política que muchos le envidian. ¡Cómo iba a desconocer las consecuencias políticas que esto iba a producir!”, subrayó.
Pero ¿qué es lo que buscaba Escalona con sus declaraciones? Las tesis son varias.
En el Congreso, las declaraciones del ex timonel socialista no cayeron bien en todos los sectores de la Nueva Mayoría. Varios apuntan a que Escalona buscaba, con sus palabras, congraciarse con Ricardo Lagos Escobar, la carta a la que tanto Escalona como varios en el oficialismo ponen todas sus fichas para que esté en la papeleta en las elecciones presidenciales de 2017.
Según explican quienes dan crédito a estas interpretaciones, el ex senador socialista disparó a dos personajes que son vistos como posibles obstáculos a la opción de respaldar una candidatura del ex jefe de Estado.
En el caso de Girardi, este ha dicho tanto en público como en privado que si el ex Mandatario “plantea avanzar hacia el siglo XXI, cambiar el modelo de desarrollo y construir una nueva manera de estar en política a través de una gobernabilidad no pactada con la élite, sino que con la ciudadanía”, evaluaría su respaldo, pero si “plantea la restauración”, no bregaría para que el partido lo apoye.
En tanto, al lanzar sus dardos contra Enrique Correa, varios coinciden en que el objetivo era la actual presidenta del PS, senadora Isabel Allende, quien es la opción socialista mejor posicionada en las encuestas para eventualmente convertirse en la abanderada del partido de cara a las presidenciales. El ex militante socialista se ha transformado en el principal consigliere de la legisladora y, por lo tanto, una figura clave para las decisiones electorales de futuro para la hija de Salvador Allende.
Las respuestas a los dichos de Escalona vinieron al día siguiente en Palacio. Tras participar del comité político, el presidente del PPD, senador Jaime Quintana, quien además es un aliado de Girardi, sostuvo que “Escalona hace rato que dejó de ser la voz oficial del Partido Socialista, después de tres derrotas consecutivas evidentemente uno termina hablando cualquier cosa”.
Por su parte, la propia senadora Allende expresó que las declaraciones del ex timonel socialista “no ayudan en nada al ambiente que estamos haciendo (…) empezar a señalar con el dedo no creo que sea la posición más constructiva”. Pero la senadora fue más allá y ese mismo día realizó un guiño a Revolución Democrática, cuyos dirigentes habían cuestionado al propio Lagos. “Bueno, ellos opinan, y tienen derecho a opinar”, dijo.
Cabe recordar que no hace mucho el jefe de bancada de los diputados, Juan Luis Castro, quien es cercano a Escalona, también había lanzado misiles contra la relación Correa-Allende. El 5 de mayo pasado, en el diario La Segunda, el parlamentario planteó la pregunta «a la presidenta del partido (Isabel Allende), ¿por qué Enrique Correa sigue en la Fundación (Allende)?», agregando que «cuando la gente está en distintos roles se produce una complicación evidente, pero esa es una decisión que tiene que tomar Isabel».
Según explica un parlamentario oficialista, es claro que Escalona buscaba con sus declaraciones ser “observado por Lagos”, ya que, debido a sus últimas derrotas electorales, “Camilo podría estar intentando que en un futuro Gobierno de Lagos este lo tome en cuenta en algún puesto relevante del aparato estatal, ya que con la Presidenta Michelle Bachelet esperaba lo mismo, pero debido a sus críticas ella no lo consideró”.
“No forma parte de ningún diseño en esa dirección”, señala por su parte un cercano a Escalona.
En el mismo sentido, un legislador explica que las declaraciones de Escalona buscan entregar señales al partido del orden enfrentándose a una figura como la de Guido Girardi, que ha impulsado la relación más estrecha con la ciudadanía en la construcción de los proyectos. “Él se siente el custodio de lo establecido, de volver a la ‘política’, de los proyectos cosméticos para que nada cambie. Él se hizo adicto a los aplausos de la Sofofa, de una élite que sin embargo nunca lo ha sentido parte de ellos”, explican. Desde el «girardismo» añaden que «Escalona desprecia a los movimientos sociales. Cabe recordar que sostuvo que una asamblea constituyente era opio».
[cita tipo= «destaque»]Según narran en el PS, durante una reunión de la comisión política del partido, el sector que respalda a Allende habría pedido el apoyo de Escalona para ser una sola voz frente a los últimos episodios que desacomodaron a la colectividad, pero el dirigente se habría negado, recordando los duros ataques que sufrió en su contra durante los comicios de la tienda de calle París.[/cita]
Otro parlamentario plantea que, si en la práctica sus palabras son señales hacia Lagos, finalmente el objetivo de Escalona no dará resultado. “A Lagos le conviene conversar con el grupo que no tiene en su bolsillo, con ellos va a tener que negociar, con los jóvenes, con los movimientos sociales. Ya quienes abrieron sus cartas, para él, no son tema”, puntualiza.
Algunos no dudan que los cuestionamientos de Escalona contra Correa buscaban afectar a Isabel Allende. “No creo que recién Camilo se haya dado cuenta de quién es Enrique Correa”, plantea un senador.
Las palabras del dirigente histórico en el matutino del domingo serían la activación de una ofensiva contra la senadora, en una especie de “pasada de cuenta” de lo ocurrido en unas beligerantes elecciones internas del partido el año pasado, donde el ex senador fue derrotado estrepitosamente. Pero, además, la falta de injerencia que ha tenido en la mesa que encabeza Allende, donde su cargo es casi decorativo, habrían impulsado a dar dichas declaraciones, porque “ya era el momento”, interpreta un parlamentario socialista.
Según explican, el actual vicepresidente de la colectividad estaría aprovechando la debilidad de conducción y liderazgo que ha demostrado Isabel Allende durante su mandato con distintos episodios –como lo ocurrido tras la fallida inscripción en primera instancia del pacto electoral de la Nueva Mayoría para las municipales y por la rebelión de los diputados socialistas que buscaron llegar al Tribunal Constitucional para frenar el control de identidad en el marco de la Agenda Corta Antidelincuencia–, para reinstalarse en el debate público e interno.
Según narran en el PS, durante una reunión de la comisión política del partido, el sector que respalda a Allende habría pedido el apoyo de Escalona para ser una sola voz frente a los últimos episodios que desacomodaron a la colectividad, pero el dirigente se habría negado, recordando los duros ataques que sufrió en su contra durante los comicios de la tienda de calle París.
Sin embargo, hay quienes apuntan a que las declaraciones de Camilo Escalona ni siquiera alcanzan “para manotazos de ahogado”. Según plantea un senador, el ex presidente del partido está cada vez más aislado y su nivel de influencia es casi nulo en el partido, lo que pudiera ser casi irremontable.
Según plantea otro legislador socialista, Escalona incluso estaría perdiendo el liderazgo en la “Nueva Izquierda”, el sector interno más importante del PS y donde hasta hace poco no había dudas en cuanto a que él era su máximo referente. Por ello, habría una necesidad por parte del dirigente de “mostrarse” y evidenciar las posiciones políticas que sigue teniendo para evitar dejar de ser “escuchado”, ya que ahora no posee los espacios que tenía antes, cuando era senador. Por lo anterior, es necesario para el ex presidente de la Cámara Alta aprovechar los espacios con declaraciones agudas y que generen ruido, sobre todo con los “adversarios”.
En esta corriente interna, a la que se asocian también, entre otros, el subsecretario del Interior, Mahmud Aleuy; la jefa de gabinete de la Presidenta, Ana Lya Uriarte; la subsecretaria de Segpres, Patricia Silva; la presidenta de las Juventudes Socialistas, Karina Delfino, estaría tomando peso el nombre del actual presidente de la Cámara de Diputados, Osvaldo Andrade, lo que complica las opciones de Escalona en distintos ámbitos.
En gran parte de este grupo no han sido bien vistas las permanentes críticas que planteó Escalona a los proyectos y al programa de Gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet. De hecho, algunos asocian a una supuesta deslealtad con la Mandataria la pérdida de respaldos que ha ido sufriendo. Además, algunos apuntan a que su estilo “agresivo” de enfrentar las diferencias políticas ha afectado al sector.
Por lo anterior, es que un nombre como el de Andrade, que aparece –según explican varios parlamentarios de ambos conglomerados– como más conciliador, podría ganar esta batalla invisible dentro de esa sensibilidad partidista.
Según explica un cercano a Escalona, las declaraciones del mismo lo único que buscarían es “dejar en claro que, para él, el tema de la probidad y la transparencia en la política es fundamental y siempre lo ha recalcado”.
No obstante, las palabras del ex senador también son interpretadas por algunos como una estrategia que tendría como objetivo regresar al Senado y, para ello, distanciarse de los casos de corrupción o posible financiamiento ilegal es fundamental. De esta manera el sello de integridad moral frente a estos casos, sea el que sea, pudiera traerle réditos bajo el actual escenario de la política y revertir su mala performance en la anterior elección, donde incluso se negó a participar de una primaria.
Sin embargo, a juicio de un parlamentario, Escalona habría sido medido en distintas circunscripciones y sus posibilidades serían menores para las elecciones parlamentarias de 2017, por lo que se enfrentaría a nuevos problemas en su colectividad.
Con todo, sean cuales sean las intenciones de Escalona, lo cierto es que hay que esperar la siguiente acción del ex senador, quien está lejos de apartarse de la política o, al menos, de mover un poco las aguas cada vez que habla.