“Creo que lejos de aportarle, la querella le afecta, y le afecta negativamente. Y yo no soy abogado ni conozco de temas judiciales, pero sí puedo distinguir que en esta querella hay más un interés político comunicacional que un interés específico de lograr un éxito desde el punto de vista jurídico”, explica.
Quien fuera director de la Secom en el primer gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet, Juan Carvajal, hace un duro análisis a la querella que presentó la mandataria contra la revista Qué Pasa, mencionando que se puede distinguir más un interés político comunicacional que en lograr un éxito jurídico, advirtiendo de paso que cualquiera sea el resultado de la acción judicial, la única afectada ante la opinión pública será la jefa de Estado.
El ex asesor menciona que los resultados de la última encuesta Adimark, que arrojó un apoyo de un 24%, son “muy preocupantes, porque son malos en todas las líneas. Los atributos presidenciales bajaron de forma sustantiva, y allí está uno de los pilares básicos de la instalación de la imagen del Presidente”.
En cuanto a si ha fallado el equipo de asesores, Carvajal no quiere dar nombres pero señala que “lo que está claro son los resultados, y aquí ha habido ausencia de un acompañamiento comunicacional que permita darle mucho mayor solidez a lo que se ha hecho”.
“En gobernar, los errores está a la vista, y creo que son los errores de un conjunto, un equipo que ha tenido todas las dificultades que conocemos: el accidentado proceso de discusión de la reforma tributaria, los mensajes equívocos sobre el contenido de la reforma educacional, la instalación de una idea refundacional que en vez de convocar alejaba a aliados naturales. Si a ello se suma el efecto demoledor del caso Caval, entonces, claro que es complejo y súper difícil superar este cuadro”, explica en entrevista con El Mercurio.
Recordó que en el primer gobierno, Bachelet tuvo un problema complejo con el Transantiago y la “Presidenta logró instalarse de una manera espectacular y el Gobierno terminó bien. Por lo tanto, sí se puede”.
En ese mismo orden, precisó que la querella contra la revista Qué Pasa es “confuso” para la opinión pública, debido a que “la ciudadanía distingue en la Presidenta el poder más grande en un país presidencialista y un contrapeso que no tiene parangón. Y creo que lejos de aportarle, la querella le afecta, y le afecta negativamente. Y yo no soy abogado ni conozco de temas judiciales, pero sí puedo distinguir que en esta querella hay más un interés político comunicacional que un interés específico de lograr un éxito desde el punto de vista jurídico. Si alguien lo pensó así, lo hizo equivocadamente”.
Y añade que “si la Presidenta gana este juicio, la gente no lo va a tomar bien porque va a pensar que hizo un uso excesivo del poder que tiene; y si pierde, está de más decir que va a ser malo para ella porque en términos de la opinión pública se va a pensar que las cosas ‘no son tan así’. Entonces, no veo cuál es la ganancia. Gane o pierda la querella, la Presidenta pierde ante la opinión pública”.
Además estima que quienes pensaron que la presentación de la acción judicial sería un gran acierto comunicacional se equivocaron, ya que se instalarán más los dichos de Juan Díaz, se instalará una asociación negativa e injusta para la Presidenta del caso Caval con ella y el tema se prolongará en el tiempo tanto como la justicia lo mantenga.