«El desfalco compromete a la gestión de los anteriores jefes del Comando de Apoyo a la Fuerza -instancia creada por Juan Emilio Cheyre para controlar de forma directa los Recursos del Cobre- y ahí podemos nombrar a los generales: Miguel Muñoz Farías, Jorge Salas, Antonio Cordero y Cristián Le Dantec», acusa un oficial de dicho comando.
Juan Carlos Cruz, testigo clave del llamado caso Milicogate, lleva dos años privado de libertad en el Batallón de Policía Militar de Peñalolén. Desde su encierro, niega la versión dada por sus superiores en la comisión investigadora de la Cámara de Diputados.
«Son ellos (sus ex superiores) los que aconsejan buscar abogados mafiosos que muestran la verdad jurídica y no la verdad en toda su extensión, alegando inocencia absoluta, desmarcándose de toda responsabilidad (…) hay más involucrados en este tipo de hechos ilícitos. Oficiales y suboficiales que siguen desempeñándose en el Ejército protegidos por la institución», acusa Cruz a través de una carta enviada al programa «En la Mira» de Chilevisión.
El militar, que reconoció haber gastado $2 mil millones en el casino Monticello, apunta a que en el Ejército existe una red de defraudación creada por altos oficiales de la institución castrense.
El reportaje de CHV entrevistó a altos oficiales y proveedores del Ejército que relataron cómo funcionaba este oscuro entramado de corrupción.
«La adquisición de las tenidas de combate fueron planificadas con un año de antelación y ellos se juntaron en la oficina del coronel Alex Gluzman. Ellos eran Luis Reyes, Alex y Virgilio Cartoni», señala «Ignacio», un alto oficial del Ejército.
En 2011, efectivamente los coroneles Luis Reyes Álvarez y Alex Gluzman Comte recibieron en las oficinas de Adquisiciones al empresario Virgilio Cartoni Maldonado para coordinar una futura compra millonaria.
Para que funcionara la compra y beneficiar al proveedor favorito del Ejército, Virgilio Cartoni, el comandante en Jefe Juan Miguel Fuente-Alba duplicó el marco presupuestario.
El documento de dicha compra lo consigna así: «Asigna el financiamiento para la adquisición de vestuario modelo pixelado por un total de $2.228.549.290 (…) empresa adjudicada: Comercializadora, Export C y M S.A.».
Según el reportaje de «En la Mira», el máximo jefe castrense acudió en aquella oportunidad a su general de confianza: el Director de Finanzas del Ejército, Jozo Santic.
«El general Fuente-Alba le preguntó al general Santic: ‘Jozo, nosotros somos un Ejército serio, estamos tratando con un proveedor responsable que siempre ha entregado un buen servicio a esta institución. Cómo no va haber un decreto por ahí con un saldito que tenga para cubrir la diferencia de esta adquisición que es tan importante para el Ejército del siglo XXI. Santic respondió: ‘Sí, mi general, lo voy a ver, no se preocupe», narra el alto oficial.
Fue así como se ganó una licitación antes de convocarla. Para cubrir el saldo en diferencia, el general Santic acudió a los Fondos Reservados del Cobre.
«Cada vez que se meten los cabos en esta huevada, la huevada revienta. Cada vez que hay cabos metidos, la huevada revienta, porque el cabo piensa como cabo. El huevón no tiene nada que perder», dice el general.
La situación no era denunciada por temor al castigo, ya que hacerlo significaba el fin de la carrera militar.
«Siempre que alguien está denunciando se piensa que es una piedra en el zapato y viene una pasada de cuenta. Se trata de bajarle siempre el perfil, esconder la mugre bajo la alfombra», denuncia «Claudio», otro alto oficial del Ejército.
«El miedo que tienen todos los proveedores es de reclamar porque después a uno le cortan la posibilidad de vender», aporta «Rodrigo», proveedor de la institución.
Según el programa, aquí estamos en presencia de un grupo de altos oficiales que obtuvo beneficios bajo el mando de Fuente-Alba, como también de los anteriores ex comandantes en Jefe. Ellos, formaron parte de una estructura que se heredó de mando en mando para defraudar las arcas fiscales a través de cuantiosos robos, sobreprecios y comisiones por millonarias licitaciones.
«Se informaban entre ellos que ‘quedaban unos salditos extraordinarios y podríamos hacer negocio acá’ (…) Reyes era uno de los que más conocía esto. Tenía un conocimiento profundo de adquisiciones», agrega «Ignacio».
Por su parte, «Marcelo», oficial del Comando de Apoyo a la Fuerza, concluye: «El desfalco venía de los años anteriores que comprometía a la gestión de los anteriores comandantes del Comando de Apoyo a la Fuerza y ahí podemos nombrar al general Miguel Muñoz Farías, Jorge Salas, Antonio Cordero y Cristián Le Dantec».
Esta instancia fue creada en 2008 bajo instrucciones del comandante Juan Emilio Cheyre, para que la Comandancia tuviese un control más directo de los Recursos del Cobre.