Fue nombrado por Marcelo Díaz en julio de 2015
El cineasta había sido nominado después de que la estratégica repartición se mantuviera acéfala luego de la salida de Carlos Correa. Pero su estilo, alejado de la política, nunca logró sintonizar con el resto del equipo y siempre tuvo roces que llegaron hasta los jefes de comunicaciones de los distintos organismos de Gobierno, los que se ilustraron en una mala comunicación de las políticas del Ejecutivo hacia la ciudadanía. [Actualizada]
Este martes, cerca del mediodía, se vio salir de la oficina de la Secretaría General de Gobierno (Segegob) a Germán Berger Hertz, realizador audiovisual que desde julio de 2015 ejercía como jefe de la Secretaría de Comunicaciones (SECOM) de La Moneda, un puesto estratégico en el «segundo piso» de Palacio.
El movimiento de este mediodía grafica las conversaciones que venían sosteniéndose entre el Gobierno y Berger, a quien La Moneda le había pedido la renuncia hace algunos días, pero el cineasta no la había concretado, argumentando que su puesto era de exclusiva confianza presidencial. Sin embargo, la Segegob ganó el gallito y Berger, como informa La Segunda, será reemplazado de forma interina por Francisco Poblete, ex editor en prensa de TVN y de Tolerancia Cero en Chilevisión. Precisamente los roces con el periodista, hombre de confianza de Díaz, habrían influido notoriamente en su salida.
Cabe mencionar que la crisis al interior de la repartición venía escalando hace varios meses, tal como adelantó El Mostrador en julio de este año. Desde que fue nombrado en el cargo, el director de la Secom, Germán Berger –hijo de la respetada abogada de DD.HH. Carmen Hertz– tuvo que lidiar con los cuestionamientos internos en el Gobierno por su falta de manejo y profundidad política para el puesto clave que ostentaba en la administración bacheletista.
Poco después, en noviembre del 2015, el ex director general del Departamento de Prensa de TVN, Francisco Poblete, arribó a La Moneda como subdirector de la Secom para hacer dupla con Berger.
Nunca habían trabajado juntos y, según cuentan en La Moneda, las diferencias rápidamente se hicieron notar.
Berger tenía un sello más audiovisual y Poblete una mirada más política, mezcla que a simple vista podría funcionar, pero que en la práctica se transformó en permanentes roces y discrepancias que han llegado al punto –reconocieron en distintas instancias del gobierno– de hacerse evidentes en reuniones con ministros, subsecretarios y diversos equipos de comunicaciones gubernamentales.
En el Gobierno afirmaron que era comentario transversal que Berger “no tiene solvencia política” y que eso se notaba en la gestión que desplegó como director de la Secom, que no hacía las “bajadas” político-comunicacionales que requieren los ministerios ante los conflictos que enfrentan, falencia que –agregaron diversas fuentes consultadas– es cubierta en parte por Poblete, lo que molesta profundamente al jefe de la Secretaría de Comunicaciones.
El quiebre es tan evidente que varios jefes de comunicaciones ministeriales han optado incluso por no responder el llamado telefónico de la Secom para evitarse problemas.
“Es una lástima, los dos podrían ser un buen equipo, complementarse, es cierto que Berger no entiende de política, él trata de aportar, pero igual lo atacan por eso. Poblete tiene más fondo político, no desentona en las reuniones, pero también se excede”, sentenció un alto asesor de Palacio.
Según contaron fuentes de La Moneda en julio, la disputa se zanjó a través de la influencia que ejerció la madre de Berger, la destacada abogada Carmen Hertz, con Ana Lya Uriarte, para hacer primar el criterio de su hijo, lo que gatilló el quiebre interno definitivo en la Secom. Pero el esquema no resistió mucho más y Berger dejó el puesto.
De todos modos, Carmen Hertz ha negado reiteradamente que haya tenido cualquier participación respecto a las decisiones al interior de la Secom y particularmente sobre la permanencia de su hijo.
