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Lagos y Escalona muerden el polvo de la derrota en el PS: Comité Central ratifica primarias para abril Nueva Izquierda bajó los brazos para no seguir dañando a ex Presidente

Lagos y Escalona muerden el polvo de la derrota en el PS: Comité Central ratifica primarias para abril

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Marcela Jiménez
Por : Marcela Jiménez Periodista de El Mostrador
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Con el resultado de la votación sobre la mesa, no se ocultaban las caras largas, la incomodidad y la molestia en el laguismo, sobre todo por considerar que la mesa directiva de Allende operó políticamente para tratar de hacer «un traje a la medida» de Guillier. Entre los que apoyan al ex Presidente, reclamaron que el PS le dio la espalda a una figura que ha sido parte de su capital político por más de 20 años, que la directiva hizo una «burda maniobra» y que se jugó sus cartas para favorecer a un candidato ajeno a las filas del socialismo.


Sin dar la última batalla, con los brazos abajo y con la derrota asumida, llegó la Nueva Izquierda que lidera el vicepresidente Camilo Escalona al Comité Central que el PS realizó esta mañana en dependencias del Congreso Nacional en Santiago. En una discusión que no se prolongó -inéditamente- por más de dos horas, el órgano resolutivo del socialismo ratificó las primarias del 23 de abril como el mecanismo y el momento adecuado para elegir al abanderado presidencial del partido, votación de la que el escalonismo se abstuvo con el objetivo claro de no personalizar este fracaso en la figura del ex Mandatario Ricardo Lagos para no perjudicar más su ya compleja campaña.

El Comité Central partió con el discurso de la timonel Isabell Allende, que se defendió de los cuestionamientos por la falta de liderazgo y conducción que ha tenido su mesa directiva, factores que han sido señalados en el partido como los responsables del clima de ambigüedad y división que hoy abunda en las huestes socialistas. Luego y a puerta cerrada, comenzó el debate que concluyó con una votación de 58 votos a favor de ratificar las primarias de abril, ningún voto en contra y 24 abstenciones.

Esta cifra refleja fielmente la derrota asumida por Escalona y la Nueva Izquierda, que hasta el viernes intentó y se jugó las cartas porque en el Comité Central se votaran in situ por una de las cuatro alternativas presidenciales: Lagos, Alejandro Guillier, Fernando Atria y José iguel Insulza. Ya antes de comenzar la sesión, parlamentarios y dirigentes vinculados al laguismo reconocían que no existían los votos necesarios para dar vuelta el escenario, que no contaban con la mayoría necesaria para revertir los hechos.

Durante la semana fueron claves las gestiones que realizó la mesa directiva de Allende, puntualmente su resolución mayoritaria del día jueves de respaldar la realización de primarias o consulta ciudadana, como también el fallo que emitió ayer el Tribunal Supremo del PS, en el que se limitó el margen de acción del Comité Central para desconocer el acuerdo de primarias. Estos dos factores generaron un escenario interno en el que se le hizo imposible a la Nueva Izquierda insistir en la idea de zanjar hoy mismo el nombre del candidato del socialismo y no seguir dilatando dicha definición.

«Los puntos de vista ya se han entregado públicamente, y sería muy desafortunado que se provocara una inconducente provocación interna. La unidad socialista es primordial con vista a tener una fuerte presencia en las primarias del 2 de julio de este año y luego en noviembre, en las elecciones presidenciales y parlamentarias. Por tal razón, no insistiremos con la moción que hemos propuesto», rezaba parte de la carta que leyó César Valenzuela -miembro de la Comisión Politica- en lo que fue una suerte de vocería de la Nueva Izquierda ante el Comité Central, considerando que el ex dirigente estudiantil ha sido acogido políticamente por Escalona y se perfila como uno de sus delfines.

Tras la lectura de dicha carta no hubo discursos defendiendo a Lagos y su liderazgo ni su rol en el PS desde 1990 en adelante, no hubo ninguna arenga política a su favor. Un silencio que no pasó desapercibido, que llamó la atención de muchos en el PS, pero que en el seno de la Nueva Izquierda explicaron como una decisión política que tuvo el objetivo de proteger la figura de Lagos, no humillarlo ante umn partido que le daba vuelta la espalda, no personalizar esa derrota en el Comite Central en él para no perjudicar más su candidatura.

Sin embargo, eso no impidió las caras largas, la incomodidad y la molestia entre los laguistas del PS, sobre todo por considerar que la mesa directiva de Allende operó políticamente para tratar de hacer «un traje a la medida» de Guillier. Entre los que apoyan al ex Presidente, reclamaron que el partido le dio la espalda a una figura que ha sido parte de su capital político y que la directiva hizo una «burda maniobra» para favorecer a un candidato ajeno a las filas del socialismo.

Mientras todo esto sucedía, en las primeras filas del hemociclo de la Cámara Baja estaba sentado Máximo Pacheco, generalísimo de la campaña de Lagos, y militante socialista, una condición que inevitablemente acrecienta su derrota política al no lograr que su propio partido se alineara con la candidatura del ex Mandatario.

Pacheco se quedó sentado hasta el final del Comité Central y, al salir, dijo que Lagos «es respetuoso de las instancias que tiene el PS para resolver el tema presidencial» y recordó que el ex Mandatario ya está proclamado por el PPD, que por lo mismo tiene asegurada la participación en las primarias legales del 2 de junio y que, por lo tanto, «va a continuar haciendo campaña, recorriendo el país y hablar de los temas que le preocupa a la gente».

Durante enero, el comando de Lagos tenía claro que las opciones de este Comité Central eran cuesta arriba; sabían que no había espacio para que el ex Presidente fuera proclamado y por lo mismo, consideraban que cualquier decisión que tomara este órgano resolutivo que no fueran las primarias del 23 de abril, podrían permitirle un margen de acción y mantener viva las opciones de Lagos en el PS. Pero eso finalmente no sucedió y la derrota fue inapelable.

Sospechas

La molestia que evidenciaban esta mañana muchos de los laguistas del PS se sustenta en las fuertes sospechas que tienen sobre una serie de contactos extraoficiales que habrían tenido integrantes de la actual mesa directiva de Allende y otras figuras del partido con el senador Guillier, donde habrían comprometido -aseguran- el respaldo de la colectividad y a un cronograma favorable a su candidatura. Varias de estas conversaciones -agregaron parlamentarios del PS- se habrían desarrollado en las últimas tres semanas, donde se habría sondeado la disponibilidad del abanderado radical de participar en una consulta socialista.

En el PS hablan de sospechas, dicen tener la certeza de estas conversaciones y del acuerdo político con Guillier, pero reconocen que no tienen pruebas concretas. “Muchos hemos escuchado sobre esas reuniones”, precisó un parlamentario socialista.

En esa línea, no fueron pocos los socialistas que hoy cuestionaron en reserva el respaldo de un sector del partido a una figura externa a la colectividad como es el caso de Guillier, y aseguran que eso está motivado exclusivamente por el interés de algunos parlamentarios y dirigentes de asegurar su reelección como la de una condición privilegiada en el carro de la victoria de quien se perfila como el más probable candidato único de la Nueva Mayoria.

La votación del Comité Central obliga a que los próximos días se defina el equipo técnico que deberá redactar el reglamento para las primarias de abril, instancia donde se abre un espacio para que se modifique esa fecha y se adelante la consulta.

En los patios de la sede del Congreso en Santiago quedaron una serie de militantes a los cuales no se les permitió el ingreso, porque el Comité Central resolvió sesionar a puerta cerrada, lo que calentó aún más los ánimos entre los socialistas.

Cabe señalar que, si bien esta votación reafirma un cronograma claro, esto no soluciona ninguno de los problemas de fondo que tiene el partido socialista, especialmente la división y el fraccionamiento que sus dirigentes, parlamentarios y militantes reconocen que ha marcado todo el debate presidencial. Insulza y Atria seguirán desplegando sus campañas internas, tratando de perfilarse, mientras que los laguistas insisten en que no dejarán de trabajar por el ex Mandatario mientras el partido no tenga resuelto el nombre de un abanderado oficial de la colectividad.

Esto es lo que precisamente alimenta el temor de que se profundice el clima de división interna en el partido. El mayor problema que tiene el PS al respecto es que los respaldos están cruzados: hay laguistas que no comulgaban con el plan de Escalona de obtener una definición hoy y hay militantes que respaldan a Guillier, que consideran que esperar a abril es mucho tiempo e insistirán en modificar la fecha.

Los críticos que tiene Escalona en el PS consideran que los intentos autoritarios por imponer una resolución a puerta cerrada le jugaron un flaco favor a las opciones reales de Lagos en el partido. 

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