El próximo sábado se celebra la Junta Nacional DC, clave en las definiciones presidenciales de la colectividad. Pero paralelo a esta preocupación, la timonel de la falange mantiene como una piedra en el zapato el dilema en torno al futuro político de Ricardo Rincón, enlodado luego de que saliera a la luz el caso de violencia intrafamiliar contra su ex pareja. La senadora aún no habría tomado una decisión al respecto, ya que se está debatiendo el tema internamente. Una solución salomónica, que toma cada vez más fuerza, es la mantenerlo en su cupo, pero que vaya en la papeleta con un compañero de lista de peso y que cuente con el apoyo de la senadora. Así, nadie podría acusarla de aprovechar su poder interno para sacarlo del camino, obligándolo a competir realmente.
El lunes 23 de enero era el día agendado para que el tribunal supremo (TS) de la Democracia Cristiana escuchara la declaración del diputado Ricardo Rincón sobre lo sucedido en la antigua causa de violencia intrafamiliar que salió a la luz el año pasado y que ha complicado el panorama político del parlamentario.
Pero la audiencia solicitada por el propio Rincón –que iba a ser la primera vez en que daría su versión personalmente y no por escrito ante la instancia disciplinaria que revisa la petición de expulsión del diputado– fue suspendida a solicitud de su propio círculo, en vista de que el mismo día se revisaba en el Congreso la interpelación al ministro DC Mario Fernández.
La suspensión de la declaración implicó que fuera reagendada para la primera semana de marzo, cuando el tribunal vuelva a funcionar tras vacaciones. Poner una nueva fecha para esta semana fue descartado, en vista de la Junta Nacional de la colectividad del próximo sábado 28 de enero, ya que toda la DC está en función del encuentro, clave en sus definiciones presidenciales.
Mientras la mayoría de las energías de la DC y todos los focos están puestos en la junta de este sábado, el tema Rincón continúa siendo una preocupación para la timonel Carolina Goic. Un tema que corre en paralelo a las definiciones presidenciales y que es un dolor de cabeza para la mesa que asume el sábado, porque aún no está resuelto, al tiempo que genera fuertes choques internos.
El futuro del diputado Rincón no es un tema menor en el partido. Las acusaciones en su contra por violencia intrafamiliar hacia su ex pareja, hace casi 14 años, han transformado la situación del parlamentario en una prueba de fuego para la presidenta de la falange, quien el domingo 8 de enero fue reelegida con más del 65% de los votos para dirigir por dos años la colectividad.
Desde que irrumpió en la primera fila política al asumir intempestivamente la presidencia de la DC, en abril del 2016, Goic se ha caracterizado por tener una conducción sin errores políticos, lo que la ha catapultado –confiesan en el partido y reafirman las encuestas– como una de las figuras más creíbles de la falange. No hay que olvidar que la senadora por Magallanes asumió la presidencia de su partido tras la renuncia al cargo de Jorge Pizarro, por la vinculación de sus hijos con asesorías verbales a SQM, caso que minó su liderazgo interno.
Conservar ese “capital político” de Goic es una prioridad en la DC y, por lo mismo, en la tienda reconocieron que la situación del diputado Rincón podría convertirse en “una mancha” si no se toman las decisiones correctas.
Asimismo, en la colectividad recalcaron que la timonel “aún no ha tomado una decisión” y que, en paralelo, “el tema se está debatiendo de manera interna”. Puntualmente, la posibilidad de vetar la reelección del parlamentario y no entregarle el cupo correspondiente en la plantilla para que compita por retener su escaño.
A nivel de bancada, afirmaron en la DC, el tema ha sido conversado en varias ocasiones, instancia en la que hay dos bandos: los que defienden a Rincón con el argumento de que el episodio que se le imputa ocurrió hace más de una década; y quienes presionan para que la nueva mesa directiva no permita la reelección del parlamentario, como una señal política de rechazo a todo tipo de violencia de género y de no aceptación a cualquier tipo de conducta cuestionable en los representantes públicos de la colectividad.
El 65% de los votos con que ganó Goic su reelección es reflejo –agregaron en la falange– del proceso de reencantamiento interno que ha liderado el último año y, por eso, el caso de Rincón adquiere relevancia por el riesgo de que la perjudique y sea la timonel la que termine pagando los costos internos de mantenerle su cupo en la lista parlamentaria para noviembre.
[cita tipo= «destaque»]A nivel de bancada, afirmaron en la DC, el tema ha sido conversado en varias ocasiones, instancia en la que hay dos bandos: los que defienden a Rincón con el argumento de que el episodio que se le imputa ocurrió hace más de una década; y quienes presionan para que la nueva mesa directiva no permita la reelección del parlamentario, como una señal política de rechazo a todo tipo de violencia de género y de no aceptación a cualquier tipo de conducta cuestionable en los representantes públicos de la colectividad.[/cita]
Una fórmula que se baraja es mantener a Rincón en su cupo, no vetarlo, pero que vaya en la papeleta con un compañero de lista de peso, alguien que cuente con el apoyo de la mesa directiva y puntualmente de Goic. “Sí generaría mucho ruido interno, pero esa sería una señal política mucho más potente que vetarlo, porque nadie la podría acusar de aprovechar su poder interno para sacarlo del camino y lo obligaría a competir realmente”, explicó un ex dirigente DC.
Rincón pertenece a la llamada disidencia DC, que en las internas no logró el umbral del 30% de los votos para instalar a un representante en la mesa directiva. A pesar del 23% que obtuvo este sector, representa una corriente interna que debe ser considerada y Goic –agregaron– tiene que demostrar que con su fortalecido liderazgo no pasara la aplanadora, precisamente para consolidar el proceso de reencantamiento de las huestes de la flecha roja.
Durante enero circuló la versión en la Democracia Cristiana de que Rincón podría renunciar a la colectividad e ir a la reelección en su distrito como independiente.
Sin embargo, en los últimos días esa idea habría sido desechada y –según afirman en la tienda– se debe a que el diputado habría negociado con el Tribunal Supremo para que esta instancia disciplinaria no le impida competir para las elecciones de noviembre como militante de la falange.
Consultado al respecto, Gonzalo García, presidente del tribunal supremo, rechazó absolutamente “cualquier tipo de negociación en relación con esta causa, o cualquier otra”.
Más allá de los conflictos políticos que genera la situación de Rincón, la causa ha seguido su curso en el TS, en un caso que ha sido leído como una prueba de fuego para la independencia de la instancia.
García confirmó a este medio que la declaración del diputado será escuchada en marzo, agregando que los denunciantes solicitaron presentar alegatos para el cierre de la causa, lo que fue aprobado y se concretará la semana siguiente a que Rincón acuda al tribunal. Pero declinó entregar más detalles, por ser un tema aún en curso.
De acuerdo a datos recabados por El Mostrador, la causa está muy avanzada y llegando a su etapa final: ya se presentaron los testigos de cada una de las partes. Uno de los testigos de Rincón fue el abogado Hernán Bosselin, que hace más de 10 años fue designado por la directiva nacional del partido –liderada entonces por Adolfo Zaldívar– como consejero nacional para que indagara e hiciera un informe sobre los hechos, el cual sirviera de base para que la directiva decidiera si correspondía aplicar alguna sanción o no.
En el informe entregado al consejo nacional del partido, el abogado concluyó que en los dos procesos judiciales en torno al caso –la querella y la demanda de violencia intrafamiliar– no estaban probados los hechos, tras lo cual la directiva nacional no aplicó amonestación al parlamentario ni envió los antecedentes al TS.
Sobre este análisis jurídico, Bosselin habló ante el tribunal detallando por qué no se lo sancionó.
Entre los testigos de los demandantes, estaba el abogado de Carolina Hidalgo -ex pareja de Rincón-, y la ex ministra Laura Albornoz.
El TS optó por impulsar “medidas para mejor resolver”, debido a que la información obtenida a través de los testigos no logró aclarar varios puntos. Entre dichas medidas, se encuentra la de consultar a los miembros antiguos del tribunal que estuvieron en la época.