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Vuelco en caso denunciado por chilenas: videos demostraron que mueblistas colombianos no eran asaltantes sino los posibles asaltados

Vuelco en caso denunciado por chilenas: videos demostraron que mueblistas colombianos no eran asaltantes sino los posibles asaltados

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Los dos inmigrantes que estuvieron dos semanas en prisión preventiva fueron falsamente denunciados por asalto e intento de violación por dos mujeres que tenían una denuncia en su contra por robo drogando a su víctima.


Pensaron que habían conocido a dos simpáticas jóvenes, pero Richard Escudero (27) y Steven García (30) pasaron en menos de 24 horas de la alegría de compartir y bailar en distintos pubs de Santiago, al terror de ser conducido esposado al penal Santiago I tras ser formalizados por robo calificado y abuso sexual. El padecimiento se veía aumentada por ser inmigrantes colombianos, sin mayores redes de apoyo ni conocimiento del sistema penal chileno.

El drama para estos dos jóvenes mueblistas del barrio Franklin comenzó cuando sin entender por qué, carabineros los detuvieron en la calle la madrugada del 10 de febrero pasado. Sólo les dijeron que dos jóvenes los habían acusado de robo con violencia e intento de violación.

En la audiencia de control de la detención la fiscal María Cecilia Pino formalizó a los imputados por robo calificado y abuso sexual. Solicitó la prisión preventiva de ambos argumentando con el relato de las presuntas víctimas. Ellas afirmaron que iban caminando por el Parque Bustamante cuando los imputados las abordaron y amenazaron con un cuchillo. Dijeron que les robaron dinero y celulares y que querían obligarlas a desnudarlas para violarlas. Sin embargo, una de las víctimas forcejeó y logró arrebatarle el cuchillo a su captor, y éste y su compañero huyeron. La fiscal dijo que la víctima sufrió la fractura de su nariz producto de esa riña.

El defensor penal público, Mauricio Jara, refutó la versión explicando que era falso que fueron atacadas por dos desconocidos en el parque, ya que se conocieron horas antes y estuvieron compartiendo largo rato. El giro más importante de la versión fue que planteó que fueron ellas las que llevaron a los hombres al parque Bustamente, y aprovechando que éstos estaban sospechosamente mal, en ese lugar trataron de asaltarlos con un cuchillo. Sin embargo, Steven García, que tenía sus ropas con señales de cortes, golpeó a su asaltante en la nariz y logró huir con su amigo.

El defensor agregó que cuando fueron detenidos sus defendidos no tenían las especies robadas, y que la supuesta arma del delito fue entregada por las presuntas víctimas.

A pesar de esta tesis alternativa y de que los imputados no tenían antecedentes penales, la jueza Carolina Mella accedió a la petición de la fiscalía y dejó a ambos imputados en prisión preventiva.

La historia detrás de la denuncia

La versión de los imputados era que la noche del jueves 9 de febrero después de salir de la mueblería donde ambos trabajan en el sector de Franklin, se fueron a compartir con amigos con los que se encontrarían en distintos pubs. Esa noche conocieron a dos jóvenes, Claudia Pino y Rocío Villagra, con quienes rápidamente congeniaron. Los cuatro estuvieron gran parte de la noche juntos, deambulando por los pubs Ohiao, Jamaica y Jammin.

Cerca de las 3 de la madrugada del viernes 10 salieron del último bar y caminaron por el Parque Bustamante. De acuerdo a la versión de Steven García, él se sentía muy mareado después de beber el licor de las mujeres. Dijo que los guiaron hacia el Parque Bustamante donde de repente los amenazaron con un cuchillo. Ellos se negaron, pero una de sus atacantes reaccionó propinándole cortes en su ropa. Él se defendió tirando un golpe con el que le hizo sangrar la nariz a la mujer, momento que aprovecharon para huir.

El defensor público Mauricio Jara solicitó a la fiscalía que ordenara la inmediata obtención de los videos de las cámaras de seguridad de los pubs señalados por sus defendidos. Al observar que la decisión y ejecución de la diligencia podía demorar, ante el riesgo de que los discos fueran regrabados, el abogado optó por recorrer los locales recolectando las imágenes.

Obtuvo las grabaciones del pub Jammin y éstas confirmaron que la versión de que fueron asaltadas en el parque por dos desconocidos era falsa, ya que en los videos se les ve compartiendo por largo rato, y que al salir se aprecia que ellas son las que los llevan de la mano hacia la calle.

El defensor registró también testimonios de testigos que confirmaron que los imputados estuvieron largo rato compartiendo con sus acusadoras.

Fiscalía se abre a tesis de la defensa

El defensor aportó estos importantísimos medios de prueba al fiscal Gonzalo Monterríos, a quien finalmente se le asignó la causa. Éste se abrió a la tesis de la defensa, ya que profundizó dudas que tenía. Por ejemplo no se explicaba la negativa de ambas mujeres a someterse a un examen de lesiones para constatar el abuso sexual. Citó a las supuestas víctimas, de las que sólo una de ellas acudió.

Si bien la mujer inicialmente insistió en su versión, después de que el fiscal le exhibió el video reconoció que había mentido en cuanto a que las habían asaltado dos desconocidos. Sí mantuvo lo del intento de violación. Sin embargo, las inconsistencias eran muchas y de hecho la segunda mujer nunca más apareció.

Sobreseimiento definitivo

El defensor Mauricio Jara solicitó una audiencia para que el 8° Tribunal de Garantía declarara el sobreseimiento definitivo de sus defendidos. En la audiencia la defensa agregó el dato relevante de que las dos mujeres tenían una denuncia en su contra, aún no formalizada, de un hombre que las acusó de haberle robado cerca de tres milones de pesos después de haberlo drogado.

Así, sin la oposición de la fiscalía, la jueza Eli Rothfeld acogió la solicitud de la defensa decretando el sobreseimiento definitivo de la causa de acuerdo a las letras A y B del artículo 250 del Código Procesal Penal, esto es por la inexistencia de delito y por haberse acreditado claramente la inocencia de los imputados.

Para los ciudadanos colombianos inocentes la traumática experiencia de estar en una cárcel por dos semanas afortunadamente no significó la pérdida de sus trabajos, ya que Richard Escudero labora en su propio taller de muebles y Steven García trabaja para él.

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