«La confusión del rector Peña», así se titula la respuesta del empresario, publicada a través de la red social de los 140 caracteres, en la que punto por punto combate los argumentos del rector de la UDP, quien hoy, en una columna llamada «La confusión de Luksic», criticó duramente al presidente de Quiñenco por «no entender la diferencia entre la opinión del público y la opinión pública».
«La confusión de Luksic», así se tituló hoy la columna de Carlos Peña que acusa al empresario de no entender la diferencia entre la opinión del público y la opinión pública.
«Ahí está Andrónico Luksic leyendo y respondiendo tuits y creyendo que el número que recibe o la cantidad de likes que gana, son equivalentes a una buena reputación o que consolidan su prestigio», argumentó el rector de la UDP, quien además tildó al presidente de Quiñenco de «adolescente entusiasta».
Pero el asunto no quedó hasta ahí.
«La confusión del rector Peña», fue el nombre elegido por Andrónico Luksic, quien –a través de su cuenta de Twitter– combatió punto por punto los argumentos del columnista más influyente del país.
«No se confunda don Carlos», escribe al comienzo, «estoy en Twitter porque hoy debemos aceptar el diálogo de igual a igual sin intermediarios ni dueños de la verdad». Luego, el empresario sostiene que su intención no ha sido «estar bien con el público para mejorar mi imagen» y asegura que no confunde la opinión pública con la opinión del público.
«Busco que las personas en Chile conozcan cómo somos y qué nos mueve al hacer empresa», dice, subrayando que no opina distinto en Twitter «que en los directorios a los que asisto o en los foros en los que me toca intervenir en Chile o el extranjero».
Entre los otros argumentos que entrega el empresario, está el hecho de que la red social le sirve para «recibir y entender las preocupaciones e inquietudes, en forma directa, de quienes quieran hacerse parte de este diálogo, de este foro, con respeto». Destaca, además, «que el 60% de la población accede a alguna red social, por cierto mucho más transversal».
«Claramente», escribe al final del texto, «no estoy dispuesto a inhibirme por lo que digan usted u otros; no quiero dejar que se siga caricaturizando a los empresarios y a la iniciativa privada, masivamente y sin contrapeso, poniendo en duda el tremendo aporte que ésta he hecho al progreso de Chile».