La mandataria defendió su proyecto de reforma a la educación superior asegurando que «aquí no se trata de mi ni del gobierno, ni debería tratarse de uno u otro sector político, se trata de las familias».
La Presidenta Michelle Bachelet participó ayer en la inauguración de la Facultad de Derecho de la Universidad de Santiago. En la oportunidad, salió en defensa de su proyecto de reforma a la educación superior, haciendo un llamado a los parlamentarios a no «perderse en las prioridades, Chile no puede permitirse retrocesos en esta materia».
Esto, tras el rechazo a la idea de legislar por parte de la Comisión de Educación de la Cámara de Diputados.
«La sociedad chilena ha demandado un giro en el modo de entender la educación y ha puesto en el centro de los cambios los principios de equidad e inclusión. Una educación donde lo relevante es el derecho a estudiar y el reconocimiento al mérito y al esfuerzo, no al poder adquisitivo que da el dinero», sostuvo la mandataria.
Agregando que «por eso que es tan relevante el camino de gratuidad que hemos iniciado, porque hablamos de un derecho social que debe ser garantizado y no un bien de consumo que, en definitiva, es el privilegio de unos pocos».
«A nivel nacional, estamos garantizando que la mitad más vulnerable de las y los estudiantes no paguen por su educación superior y a partir de esas cifras macizas, que son la concreción de un derecho, nos corresponde seguir avanzando», hizo hincapié la jefa de Estado.
«Mientras eso ocurre, igualmente estamos aumentando las becas y manteniendo el fondo solidario y también queremos terminar con el CAE», afirmó Bachelet en respuesta a la diputada PC Camila Vallejo, quien se abstuvo de respaldar la iniciativa.
«Es una enorme misión defender y asegurar en el futuro el camino a la gratuidad que hemos iniciado y por otro permitir que en la medida que los recursos lo permitan pueda seguir creciendo la cobertura. Esa es la razón por la que hemos presentado ante el Congreso Nacional un proyecto de educación superior que, entre otras cosas, consagra la gratuidad como un derecho», insistió la Presidenta.
«Este es un proyecto responsable y quizás no colme las expectativas de todos, pero justamente para su modificación, perfeccionamiento y critica se entrega a la discusión parlamentaria. No nos perdamos en las prioridades, Chile no puede permitirse retrocesos en esta materia. Aquí no se trata de mi ni del gobierno, ni debería tratarse de uno u otro sector político, se trata de las familias, se trata de jóvenes con nombre y apellido, que tienen puesta sus esperanzas en los avances que estamos haciendo. Podemos avanzar, aún si no es a la velocidad que muchos quisieran», recalcó la mandataria.
«Avancemos y sobre todo no arriesguemos conquistas que pertenecen a Chile entero. Esa es la responsabilidad conjunta que tenemos actores políticos, educacionales y la sociedad civil», concluyó.
