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Aldo Valle: «La invitación del sistema político es a que sean las movilizaciones las que determinen la voluntad de cambio que las instituciones no tienen» Sobre rechazo a idea de legislar sobre reforma a la educación superior

Aldo Valle: «La invitación del sistema político es a que sean las movilizaciones las que determinen la voluntad de cambio que las instituciones no tienen»

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El vicepresidente ejecutivo del Consejo de Rectores aseguró que el fin del CAE «es una condición para que hablemos de reforma al sistema de financiamiento público».


«Si no se aprueba en general el proyecto de reforma a la educación superior, ello será otra evidencia del deterioro y descrédito del sistema político del país o será responsabilidad de uno o más parlamentarios que se abstengan o voten contra», comenzó señalando el vicepresidente ejecutivo del Consejo de Rectores (Cruch), Aldo Valle.

A través de una carta pública, el rector de la Universidad de Valparaíso declaró: «Este será el resultado más objetivo para la ciudadanía y por ello debería ser ponderado tanto por parte del gobierno, pero también por todos los actores políticos con la suficiente altura de miras. No será solo una gran derrota del programa de gobierno».

«Es la legitimidad del sistema político y su capacidad para dar respuestas a urgentes y amplias demandas sociales la que está nuevamente en juego y saldrá perdiendo si se rechaza la idea de legislar. Es lamentable que siendo la reforma a la educación superior una de las principales transformaciones sociales comprometidas por la coalición, este haya sido el último proyecto que el gobierno presentara y que no haya generado acuerdo ni siquiera dentro de la propia coalición», agregó la autoridad académica.

En ese sentido, Valle dijo que «la invitación del sistema político es a que sean las marchas y la movilización las que determinen la voluntad de cambio que las instituciones no tienen, porque estas prefieren que todo continúe tal como está».

«¿Hasta dónde se quiere estirar la cuerda? El resultado será otra Universidad del Mar, otra ARCIS, varios miles más de endeudados por educación, debatiéndose entre la frustración y el resentimiento. Esa sería la respuesta de quienes no han puesto una voluntad de transformación verdadera y de quienes, transversalmente, sin declararlo prefieren el mercado como panacea de la vida colectiva», prosiguió.

Asimismo, afirmó en la misiva que «si hay una voluntad clara de terminar con el CAE, como creo que existe, no se entiende por qué razón no hay desde ya un compromiso legislativo en ese sentido. El fin de dicho crédito es una condición para que hablemos de reforma al sistema de financiamiento público. Debe haber créditos mientras no sea posible la gratuidad universal, pero con características muy diferentes, desde luego solidario y sin participación de la banca».

«Si no se fortalece la educación pública y se sigue transfiriendo cuantiosos recursos a la oferta privada, sin las regulaciones y garantías que corresponda, tampoco se puede hablar de reforma a la educación superior. Si la voluntad política es evitar esos efectos con las indicaciones que se incorporan, lo mejor y más expedito es hacerlo explícito en términos políticos o legislativos desde ya», hizo hincapié el vicepresidente ejecutivo del Cruch.

«El realismo y también la convicción, de unos y otros, forman parte de la prudencia política, pero en este caso ello debe traducirse en una condición legislativa favorable para que avance el proyecto de reforma. Me permito hacer un llamado para que se produzca un acuerdo entre quienes están por la reforma y se apruebe en general dicho proyecto, si este desacuerdo permanece el daño a la educación y a la vida de miles de jóvenes seguirá siendo tan inmoral como irreversible», concluyó.

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