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Burgos: ¿el principio del fin de la candidatura de Goic? Nuevo jefe político de la campaña DC saca ronchas en el seno del partido

Burgos: ¿el principio del fin de la candidatura de Goic?

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Marcela Jiménez
Por : Marcela Jiménez Periodista de El Mostrador
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En las filas de la falange, especialmente entre diputados y dirigentes, abundaron esta semana las muecas ante el nombramiento de Burgos, por considerar que representa una “derechización” de la candidatura de Goic y, especialmente, un retroceso al tipo de proyecto político que representó la llegada de la senadora por Magallanes a la conducción de la colectividad. “Se está destruyendo todo lo que había ganado internamente Goic en términos de representar a las bases, poner discusiones políticas de fondo y, sobre todo, intentar una identidad propia del partido, pero siempre dentro de la Nueva Mayoría, entendiendo que somos parte de un mismo bloque”, se lamentó un dirigente regional.


Desde que la Concertación fue jubilada como coalición política, la figura de Jorge Burgos siempre ha sido compleja en el nuevo orden que significó la creación de la Nueva Mayoría. Su estilo sin pelos en la lengua y su visión política más conservadora, estrechamente ligada al otrora partido del orden, nunca ha dejado de sacar ronchas, incluso en las filas de la propia DC. Ahora que debutó esta semana como el nuevo jefe político de la alicaída campaña presidencial de Carolina Goic, hay dudas en el seno de la falange sobre el riesgo que corre la abanderada de haber sido cooptada por los sectores más conservadores de la flecha roja y temen que dicha estrategia termine llevándola al despeñadero.

El mismo domingo 11 de junio, cuando se informó que Burgos pasó de ser el administrador electoral a nuevo jefe político del comando de Goic, sus primeras declaraciones no resultaron inadvertidas para nadie en el oficialismo, es más, cayeron pésimo. “Esta es una candidatura que pone a disposición la DC, en la que les dice a miles de chilenos que aquí hay una alternativa diversa a la de Sebastián Piñera y a las dos de izquierda que hay en Chile en estos momentos, la de Guillier y la de Sánchez. Aquí hay una posibilidad real de un reencuentro entre un mundo, desde el punto de vista de la familia socialdemócrata. Dejemos atrás las retroexcavadoras de derecha y de izquierda», sentenció esa noche en el programa ‘Mejor Hablar de Ciertas Cosas’, de TVN.

En el círculo de confianza de Goic explicaron que uno de los objetivos, al instalar al ex ministro a la cabeza del comando, apunta precisamente al imperativo de imprimirle más peso político a la campaña, que había una necesidad evidente de marcar puntos políticos públicamente y que para eso Burgos “está perfecto, es frontal”. Todo lo demás, agregaron, puede ser complementado con las otras dos incorporaciones al equipo: Eduardo Saffirio, en temas programáticos, y el ex diputado Juan Carlos Latorre, a cargo del trabajo territorial, pero que también goza de cierta influencia en el mundo parlamentario de la DC.

Consultado por El Mostrador, Burgos dijo que la meta que le ha fijado Goic “es subir en adhesión, perfilar con claridad que aquí hay una opción responsable de cambios con crecimiento” y, de paso, aseguró que no ha tenido ninguna crítica interna, “al menos no me las han dicho y, si las hay, las escucharé con respeto, pero lo del giro a la derecha es un invento de los que giraron a la izquierda”.

Nadie en la Nueva Mayoría puede hacerse el sorprendido con Burgos, siempre ha sido de declaraciones polémicas, a contrapelo muchas veces de la tendencia general del conglomerado e incluso de La Moneda. No hay que olvidar que cuando asumió como ministro del Interior de Michelle Bachelet, en mayo del 2015, apuntó a la necesidad de que las reformas se impulsaran de manera más pausada y cuestionó el tono refundacional que se imprimió a la actual administración, visión que mantuvo durante toda su estadía en Palacio y que lo llevó a estar en permanente tensión política y conflicto con la propia Mandataria y su entorno de confianza.

Nunca ha escondido sus reservas ante la convivencia política de la DC con el PC bajo el alero de la Nueva Mayoría y en más de una ocasión ha planteado que la influencia programática de los comunistas en el actual Gobierno no le ha hecho bien al país. “Han sido más bien una complicación. Yo por lo menos lo viví así. Lo que no sería problema es que el PC apoyara –si así lo decide– una coalición con ideas y principios socialcristianos (…) en el período en que fui ministro del Interior, fueron militantes comunistas los que presentaron propuestas para expropiar empresas… y debíamos salir Valdés y yo a desmentirlos», afirmó en una entrevista en El Mercurio dos meses después, en agosto de 2016, de dejar La Moneda.

Porque lo conocen, en las filas de la DC, especialmente entre diputados y dirigentes, abundaron esta semana las muecas ante el nombramiento de Burgos, por considerar que representa una “derechización” de la candidatura de Goic y, especialmente, un retroceso al tipo de proyecto político que representó la llegada de la senadora por Magallanes a la conducción de la colectividad. “Se está destruyendo todo lo que había ganado internamente Goic en términos de representar a las bases, poner discusiones políticas de fondo y, sobre todo, intentar una identidad propia del partido, pero siempre dentro de la Nueva Mayoría, entendiendo que somos parte de un mismo bloque”, se lamentó un dirigente regional.

[cita tipo=»destaque»]Ese clima de tensión permanente con el eje progresista de la Nueva Mayoría está generando ruido en la DC y, a nivel parlamentario, aseguraron que ese tono responde a un diseño político del núcleo duro del “Gute” Martínez, que sigue apostando y tratando de forzar las cosas –agregaron– para provocar un escenario de quiebre del partido con la coalición oficialista.[/cita]

“Perdió su esencia”, agregó un diputado del partido, mientras que en la tienda advirtieron que Goic está “encerrada”, que “ha perdido calle”, esa misma que fue su sello para las internas de la DC y que la llevó a recorrer todo el país y reunirse con las bases partidistas, razón por la cual ganó con el 66% de los votos. “En las últimas visitas a regiones se ha juntado solo con algunos alcaldes, concejales o dirigentes, grupos chicos que solo la aplauden, pero donde no está el electorado del partido”, relató un ex consejero nacional.

A nivel parlamentario y en el seno del consejo nacional, dicen observar que la campaña de Goic ha sido cooptada por el sector más conservador –y minoritario– de la colectividad, aquel en el que comulgan el clan de los Walker, el todopoderoso ex diputado Gutenberg Martínez, la ex ministra Mariana Aylwin y el propio Burgos. Los mismos que se han declarado huérfanos de la Concertación y de sus lógicas políticas, que nunca han encajado del todo ni bien en el mundo de la Nueva Mayoría y que, entre finales del 2016 y principios de 2017, intentaron –más de una vez, sin éxito– instalar el discurso rupturista del camino propio para la colectividad.

“En parte por desesperación por los malos resultados en las encuestas y en parte porque se ha dejado sola a Goic, mucha crítica interna, eso dio espacio a que este grupo se adueñara de la campaña”, explicaron en la DC

En las filas democratacristianas no son pocos los que cuestionan la estrategia que se está impulsando para intentar perfilar la candidatura de Goic, de diferenciarla de Alejandro Guillier a través del conflicto público permanente, e instalando la idea de que el partido no está cómodo en una coalición con el PC. “Eso a la gran mayoría de la militancia no le importa, no le molesta, ese camino lo único que hará será enterrar la opción de Carolina Goic”, reclamó un dirigente de la colectividad.

Una sensación que también se ha instalado en la bancada de diputados, donde varias de las conversaciones reservadas de la última semana entre algunos de sus integrantes han apuntado, precisamente, al descontento con el tono que está adquiriendo la candidatura de Goic, uno que, de no ser contenido y sobre todo subsanado –advirtieron–, puede hacerla pasar un traspié político en la junta nacional convocada para julio. Dicha instancia esta previamente definida con el objetivo de zanjar la nómina parlamentaria para noviembre, pero entre dirigentes y parlamentarios no descartan que se revise la viabilidad de la candidatura propia, si se agudiza este clima de crítica y descontento interno.

Dada la reconocida condición de laguista que tiene Burgos, su llegada como jefe político también busca generar un puente y conquistar a ese electorado que quedó huérfano con el paso al costado que dio el ex Presidente a fines de abril. Pero los críticos internos en la DC cuestionan tal estrategia, porque consideran que ni el ex ministro ni figuras de ese mundo, como José Joaquín Brunner –que se han sumado recientemente a la campaña–, “son nombres que sumen votos, son solo nombres de elite, de las páginas sociales”.

“Se supone que el rol de Burgos es tender puentes hacia el laguismo, pero por el otro lado termina hostilizando a la gente de centroizquierda. Por eso hay que buscar el tono adecuado, porque no sirve solo tener a la élite del laguismo”, explicó un diputado DC.

Última carta

Durante toda la semana la tensión pública entre la candidatura de la DC y la del bloque PS-PPD-PR y PC ha ido escalando con los días. El eje progresista golpeó la mesa el lunes, cancelando incluso una reunión conjunta en la sede falangista para discutir la reforma a la elección directa de gobernadores regionales, como gesto de molestia con la expresión de “chica comunista” que Goic acuñó para referirse a la vocera de Guillier, la diputada Karol Cariola.

La joven parlamentaria había afirmado antes que «la Concertación administró el modelo de la dictadura» y eso llevó a que Burgos la fustigara públicamente, afirmando que “hay una dermis delicada para algunas cosas y un doble estándar para decir lo que se le dé la gana (…). Me gustaría que los presidentes del PPD, PS, directivas y senadores, muchos de los cuales fueron miembros responsables de esos gobiernos, le respondan a la vocera, que fueron continuadores de la dictadura».

Ese clima de tensión permanente con el eje progresista de la Nueva Mayoría está generando ruido en la DC y, a nivel parlamentario, aseguraron que ese tono responde a un diseño político del núcleo duro del “Gute” Martínez, que sigue apostando y tratando de forzar las cosas –agregaron– para provocar un escenario de quiebre del partido con la coalición oficialista.

Por lo mismo, hay quienes en la DC están centrando sus “esperanzas” en el papel que pueda jugar Latorre, como un factor de equilibrio para evitar la derechización de la campaña de Goic. Entre quienes conocen bien al ex parlamentario, explicaron que tiene el carácter necesario para imponerse, que en general goza de buena relación con las bancadas y, más importante aún, no comulga con las lógicas rupturistas que operan tras bambalinas en el equipo de la candidata.

Hay diputados que, como miembros del consejo nacional de la Democracia Cristiana, esperan que las próximas semanas Latorre gane espacios internamente en el remozado equipo de Goic, que no solo cumpla las tareas territoriales sino que logre también imponer sus acentos en la línea política que se fije y que, para eso, estas dos primeras semanas son claves para saber cómo se afiatará y qué ruta tomará finalmente el comando.

“No se trata de querer bajar a Goic. Muchos en la DC estamos dispuestos a perder, pero, si eso será así, que sea con una línea política que nos interprete a todos, que este en sintonía con el sentir de las bases y no solo de este grupo rupturista. Goic tiene la oportunidad de corregir y rectificar”, recalcó un parlamentario de la falange.

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