El “palestino” es uno de los hombres duros de la falange. Se le ha visto distanciado de la figura de Goic y la campaña presidencial, pero afirma que los cambios en el comando eran necesarios, aunque hace hincapié en que es el comité político estratégico el que debe tomar las decisiones políticas, no así los nuevos jefes de campaña. Resalta a Jorge Burgos, quien –según él– habría llegado a su nuevo cargo debido a su cercanía con el laguismo.
Son tiempos difíciles para la Democracia Cristiana, la reestructuración al interior del comando presidencial de Carolina Goic no solo significó la salida de su generalísimo, el ex ministro Pablo Badenier, sino también el ingreso de Jorge Burgos a la dirección del equipo, un gesto que fue visto como la instauración de los “príncipes y el conservadurismo” por algunos sectores al interior de la falange. Una jugada que tensiona, hasta un punto de “no retorno”, para muchos militantes que preparan una dura arremetida para la próxima junta nacional.
Junto con esto, una serie de declaraciones, a manera de fuego cruzado, entre los miembros del comando de Alejandro Guillier y de Goic, especialmente la diputada Karol Cariola, el presidente del Partido Socialista, Álvaro Elizalde, y Jorge Burgos, junto a la misma timonel DC, han marcado el estreno del nuevo comando. Línea comunicacional que ha sido criticada al interior de las filas falangistas y que es vista como un peligro, en el marco de la negociación por la definición de las listas para enfrentar las parlamentarias.
En medio de este momento, que ha sido calificado como “crítico”, el diputado Fuad Chahin –uno de los hombres de mayor peso en el consejo de la Democracia Cristiana, quien en un principio fue uno de los principales respaldos de Goic y su candidatura, pero que se ha visto “distanciado” de la senadora, aseguran desde el Congreso– intenta poner paños fríos a la polémica. El diputado «colorín» señala que las tensiones son parte de un proceso de reestructuración del comando, pero advierte que la lógica del ataque no puede permanecer en el tiempo, ya que pone en riesgo el futuro del proyecto político de la DC y la viabilidad de una alianza que asegura la gobernanza para el país.
“A mí no me gusta vetar a nadie, pero creo que es importante que las decisiones políticas se tomen dentro de la institucionalidad. Yo tengo esperanza en lo que pueda ocurrir, hemos tenido malos días de estreno del nuevo comando, pero espero que vaya a cambiar”, manifiesta.
-¿Cómo lo tomó el cambio en el comando de Carolina Goic? ¿Qué significa, para su sector al interior de la DC, que llegue una figura como Jorge Burgos a dirigir la campaña?
-Era indudable que la campaña no estaba funcionando. Yo quiero eximir a Pablo Badenier, no creo que se deba personalizar, fueron múltiples los factores que hicieron que la campaña no estuviera funcionando como nosotros esperábamos. Teníamos una candidata muy activa en los medios, pero la campaña no acompañaba sus ritmos. Por lo tanto, era esperable que, ante una candidata con buen desempeño, que no la acompañan las cifras de las encuestas, se haga un cambio en el equipo. Yo lo tomo como una oportunidad.
Además, se potencia con los nombres que ingresaron. Pablo Badenier venía manifestando incomodidad con algunas cosas (…) se tomaron decisiones como ampliar el equipo más allá de la DC, con la incorporación de Juan Carlos Hermosilla y de integrantes del mundo del laguismo, para los cuales el desafío es crecer y ocupar el espacio de la centroizquierda. El rol de Burgos es más bien ese: su vínculo con el laguismo. Por otro lado, Juan Carlos Latorre, quien es uno de los que más conoce el partido, tiene una buena relación con la bancada de la Democracia Cristiana y, por lo tanto, es capaz de activar todo el capital político de la DC en pos de la campaña. Finalmente Eduardo Saffirio le da un peso intelectual a la parte programática de la campaña. Yo lo veo como una oportunidad, pero hay que afinar bien la estrategia política.
-¿Con eso se refiere a las últimas intervenciones de Carolina Goic y Jorge Burgos, que han arremetido contra la candidatura de Guillier?
-Lo que pasa es que la derecha tiene cuatro candidatos, es una ilusión pretender crecer hacia un mundo de centroderecha, tiene tres en la primaria y uno por fuera. ¿Dónde está el espacio natural donde la Democracia Cristiana debe estar? En el centro y la centroizquierda. Hay mucha gente de centroizquierda que no se convence con Guillier, que no lo ve como un candidato que tenga la estatura, la experiencia, el liderazgo y la capacidad de conducción política, y a ese mundo tenemos que hablarle.
A mí me parece que tenemos que diseñar una estrategia política que apunte para allá, tenemos que diferenciarnos de Guillier, pero no renegar de que hemos sido parte del Gobierno de la Nueva Mayoría y hemos sido parte de sus logros. Es importante que no se los regalemos a Guillier, porque también han sido nuestros y tenemos que capitalizar eso. Pero también tenemos diferencias, no solo en cuanto a la forma de liderazgo sino también a nivel programático. Por ejemplo, en materia de seguridad ciudadana, le damos un enfoque distinto; también en el fortalecimiento de las regiones, nosotros todos apoyamos la elección de gobernadores para este año, pero de los radicales hubo dos diputados que votaron en contra. Por supuesto que tenemos diferencias con Guillier, principalmente en la capacidad política de tener conducción en los proyectos importantes.
[cita tipo=»destaque»]“Era indudable que la campaña no estaba funcionando. Yo quiero eximir a Pablo Badenier, no creo que se deba personalizar, fueron múltiples los factores que hicieron que la campaña no estuviera funcionando como nosotros esperábamos. Teníamos una candidata muy activa en los medios, pero la campaña no acompañaba sus ritmos. Por lo tanto, era esperable que, ante una candidata con buen desempeño, que no la acompañan las cifras de las encuestas, se haga un cambio en el equipo. Yo lo tomo como una oportunidad”[/cita]
-Respecto a quién toma la batuta dentro del equipo electoral, cuando renuncia Badenier, el consejero Nolberto Díaz (DC) dice que los príncipes y conservadores se tomaron la campaña de Goic. Con toda esta discusión sobre la izquierdización de Guillier, ¿usted cree que estos cambios son muestra de una derechización de la DC?
-Yo no lo veo así. Creo que ha habido declaraciones que no han sido lo más acertadas, pero este es un comando nuevo. ¿Cuánto llevamos? Solo días, se está en un proceso de rodaje.
-Días con varias polémicas…
-Sí, pero está en un periodo de rodaje. Hay que institucionalizar y profesionalizar el comando, hay una institucionalidad del partido que tiene que fortalecerse en el comando y la campaña, por ejemplo, el comité político estratégico, tiene que ser vinculante lo que se acuerda allí, debe ser ese el espacio en donde se tomen las definiciones políticas estratégicas y, luego, los voceros, los coordinadores, tendrán que implementar efectivamente esas decisiones.
-¿Eso no se ha dado hasta el momento?
-Creo que eso hay que fortalecerlo, hay que afiatar mucho más aquello. Lo pongo en positivo, ha habido un análisis importante y positivo en esa instancia y lo importante es que eso tenga un correlato mucho más fino, entre lo que se resuelve allí y lo que después se expresa en las vocerías políticas de la campaña.
-¿De qué forma estas tensiones afectan la viabilidad política de la Nueva Mayoría, pensando en que la campaña se acaba en noviembre y luego hay cuatro años en que deben construir Gobierno, si es que Goic o Guillier ganan la elección?
-Todas estas declaraciones le afectan, así como la entrevista a Karol Cariola del día viernes, criticando a la Concertación, que tuvo cosas muy positivas y también tuvo errores, pero creo que el balance es bien positivo (…). Las descalificaciones y reacciones que se han generado tampoco ayudan, creo que es momento de rescatar lo que tenemos en común, para poder enfrentar el desafío de la desigualdad, para poder enfrentar la situación económica que enfrenta nuestro país y que es escandalosa. Esa unidad se tiene que dar en lo político, en lo posible en lo programático y en un pacto parlamentario.
-¿Hay voluntad para esos puntos?
-La DC tiene voluntad para aquello, lo que sí es que hay un grupo que está actuando con mucha soberbia y pequeñez. Yo siento que este es el momento para poner el bien común por delante de los intereses particulares que podamos tener en cada uno de los partidos, y yo veo una actitud bastante infantil en los liderazgos políticos de la Nueva Mayoría. O sea, el que a partir de una declaración se suspendiera una reunión de coordinación, después de tanto tiempo, que era justamente para tratar el tema de la elección de gobernadores regionales y se patea la mesa, yo creo que esas actitudes poco ayudan. Hoy la negociación por las elecciones parlamentarias está absolutamente estancada. Entonces, hoy se está poniendo en riesgo un capital político que nos ha costado mucho construir, que es la gobernabilidad, hoy no estamos siendo garantía de gobernabilidad y ese es un error político histórico de la centroizquierda.
-Respecto al proyecto político democratacristiano, en el marco de una reestructuración de las fuerzas y una crisis política profunda, ¿la DC tiene la capacidad de mantener su poder como partido político de vanguardia?
-Ese es el proyecto que está en cuestión, nosotros esperamos que la DC se mantenga como un partido de vanguardia y es a lo que apunta la campaña de Carolina Goic. La DC debe dejar de ser un partido transaccional, un partido que levanta candidaturas para negociar, eso desperfiló a la Democracia Cristiana, que tiene que ser un partido de diálogo, pero también de ideas, de vanguardia, y creo que para eso tenemos que ser un partido de mayorías, de vocación nacional y popular, como lo planteó Eduardo Frei Montalva. Pero hay una pequeña elite en el partido, influyente en los medios de comunicación, que tiene otro objetivo para la DC. Que quiere una DC más pequeña, homogénea, más de bisagra, que de alguna manera sea influyente por esto, más que por su fuerza y su tamaño y que, de alguna manera, están tratando de tensionarla a ese camino. Yo en esa Democracia Cristiana no tengo nada que hacer, pero creo que son absolutamente minoritarios, ellos no tienen la mayoría ni en la directiva, ni en el consejo, ni en las bases militantes. Ellos intentan impulsar su línea, instalando hechos y cuñas en los medios de comunicación. Creo que uno de los grandes desafíos que tiene, no solo Carolina Goic sino que la conducción política del partido, por lo tanto, la directiva y el consejo del partido, es ponerle atajo a esos liderazgos y posiciones que muchas veces tratan de conducir a la DC por un camino distinto que el que quieren sus militantes.
¿Burgos es parte de ese grupo?
-Yo no voy a dar nombres, pero todos saben quiénes están en esa posición.
-Usted tiene un liderazgo interno cimentado en las bases de la DC y en un momento se le vio muy cercano a Carolina Goic y a su campaña, fue un puente para entregar ese capital político a la campaña, ¿eso se quedó congelado con el paso del tiempo?
-Hay un compromiso muy importante de las bases con Carolina Goic, el problema es que ese compromiso no se ha podido traducir en trabajo en pos de la candidatura de Carolina Goic, y ese es el gran desafío que tiene Juan Carlos Latorre. Yo he hablado con él y le he dicho que puede contar con nosotros, y ese activo político está en los dirigentes regionales, concejales, alcaldes, nuestros parlamentarios, y creo que ese es un capital político que se ha subutilizado y no se ha utilizado en pos de la candidatura. El compromiso está intacto, pero hay que lograr que esas personas se sientan interpretadas por el mensaje político y a veces algunas declaraciones no interpretan el sentir mayoritario de quienes respaldan la candidatura de Carolina Goic.
-¿Eso lo ha distanciado de la campaña?
-No, yo no me siento distanciado. Lo que fue es que en un momento sentí que había que dar un giro y romper ciertas lógicas y eso me hizo dar una crítica pública y eso habla de la voluntad de Carolina, quien aparece ese mismo día, llega a la bancada, escucha a la bancada y reestructura el comando. Eso, lejos de distanciar, a uno lo acerca. Porque si uno hace una crítica constructiva, tiene eco y se toman decisiones, es bueno
-¿Llega hasta noviembre con su candidata?
-Yo creo que sí. Si tenemos a la mejor candidata y proyecto. Lo importante es que esto se exprese bien en la campaña y, además, que seamos capaces de traducir al papel las resoluciones de las bases de la DC. El consejo definió ir a elecciones en primera vuelta, pero también se acordó lista parlamentaria única y espacio político en la centroizquierda. Ese es nuestro domicilio político y tenemos que ser capaces de materializar estos tres puntos.