La disputa entre el SERVEL y el TRICEL se manifestó en el tema de la vinculación de los nuevos adherentes a CIUDADANOS con sus antiguas casas partidarias. En ese sentido, la ley actual señala que, para proceder a la desafiliación, requisito para inscribirse en un nuevo partido, se debe renunciar a la militancia mediante una carta. Pues bien, este es el punto que nos conecta con la imposibilidad de quienes hoy en día se verán impedidos, si lo quisieran, de votar en las primarias del 2 de julio, porque precisamente la ley señala, que, a pesar, de no haber refichado, continúan siendo militantes congelados por un año en el padrón, y, por lo tanto, no entran en el Padrón Electoral para las primarias 2017, cuestión que es exclusiva para estas elecciones. Huelga decir, para cerrar el punto de CIUDADANOS, que el TRICEL argumentó, “que no es responsabilidad del partido en cuestión “hacer una investigación” para determinar posibles militancias de los sujetos”.
La resolución del Tribunal Calificador de Elecciones (TRICEL), que valida la existencia legal del partido CIUDADANOS, “tuerce la mano” a la lectura que el SERVEL hizo de la ley, que si bien, se ajusta a derecho, para el TRICEL hay un bien mayor que salvaguardar: el “principio de accesibilidad ciudadana en la formación de Partidos Políticos”.
La disputa entre el SERVEL y el TRICEL se manifestó en el tema de la vinculación de los nuevos adherentes a CIUDADANOS con sus antiguas casas partidarias. En ese sentido, la ley actual señala que, para proceder a la desafiliación, requisito para inscribirse en un nuevo partido, se debe renunciar a la militancia mediante una carta. Pues bien, este es el punto que nos conecta con la imposibilidad de quienes hoy en día se verán impedidos, si lo quisieran, de votar en las primarias del 2 de julio, porque precisamente la ley señala, que, a pesar, de no haber refichado, continúan siendo militantes congelados por un año en el padrón, y, por lo tanto, no entran en el Padrón Electoral para las primarias 2017, cuestión que es exclusiva para estas elecciones. Huelga decir, para cerrar el punto de CIUDADANOS, que el TRICEL argumentó, “que no es responsabilidad del partido en cuestión “hacer una investigación” para determinar posibles militancias de los sujetos”.
Esta situación muestra, lo anacrónico del procedimiento, dado que, recién se viene saliendo de un proceso de refichaje de los partidos políticos, estipulado por la ley, lo cual supuso actualizar el padrón de militantes. Así, se podía entender que quienes no firmaron nuevamente en sus partidos políticos, no querían seguir militando en ellos, por lo tanto, siguiendo una mínima lógica, debían ser clasificados como independientes. Pero, oh sorpresa, porque la ley lo estipula así, y sólo para este caso, los antiguos que no se reficharon y que tampoco enviaron una carta de renuncia a su militancia, quedan con su militancia congelada, o sea, no pueden ser declarados independientes. Son un tipo de “militante que hiberna”, o como me señaló un destacado abogado, son “militantes zombies”. Ahora, según la ley, está situación dura un año. La pregunta, es porqué se mantuvo esto dentro de la ley, cuando en cualquier democracia que se precie moderna, quien no se refichó, pasa automáticamente a ser clasificada como independiente.
Haciendo un conteo rápido del proceso de refichaje, tomando los datos del SERVEL, se puede apreciar que el refichaje fue un desastre para los partidos políticos. Salvo el Partido Comunista, el resto de los partidos perdió, entre 33 mil y 82 mil militantes. Así, una simple resta y suma, muestra que aproximadamente unas 400.000 mil personas no se reficharon, por lo tanto, teóricamente quedaron inhabilitadas para votar en las primarias. Hay que señalar, que no sabemos cuántas de esas personas enviaron carta de renuncia, pero considerando lo que nos cuesta realizar trámites, por lo engorroso que son, sumado a que no somos buenos para estar al tanto de la leyes que nos rigen, suponemos que no son muchos, por lo tanto, el número de impedidos es elevado.
Habría que leer está situación como un atentado al principio de accesibilidad ciudadana en la participación política, más aún, considerando que nuestro país muestra un declive de la participación que no se condice con el resto de América Latina. Como señala la IV Encuesta Auditoría a la Democracia realizada por el PNUD en junio de 2016, la disminución que se ha tenido de votantes en relación al padrón electoral existente, no guarda correspondencia con lo que ocurre en otros países de la región. Mientras que en América Latina la participación aumentó desde un 63,4% a un 70,1%, en nuestro país la tasa pasó desde un 86% a un 49%. En los países de la OECD se observa algo similar, pero el margen es menor, pasando desde un 75,1% en 1990 a un 63,9% en 2016, lo que pone a Chile fuera de la tendencia, señala el informe. Entonces poner más trabas a la participación, con el descenso que tenemos de ella. es irrisorio, o sea, no se condice con lo que se supone todos vocean cuando se habla de estos temas, aumentar la participación. Esto podría contribuir, junto con otros elementos de contexto (descrédito de la política, la triste performance de los debates en la derecha, entre otros) a que el porcentaje de personas que vaya a votar en las primarias disminuya.
En síntesis, lo que hay que proteger, es el derecho a la participación política, destrabando las barreras que se han implementado como la mencionada, que impiden que la participación y la profundización de la democracia se concreten.