En los cuatro partidos que apoyan a Guillier, claramente hay dos miradas contrapuestas y que con este episodio quedan expuestas. Desde el Partido Comunista y el Partido Radical (PR) –las dos fuerzas más influyentes del comando– no dudaron un minuto en asegurar que todo es parte de “una operación de los medios”. En el otro sector del eje progresista y con cierto dejo evidente de molestia, recalcaban que la responsabilidad directa es del propio Guillier, al poner en su comando a un personaje con el historial de Harold Correa, y que difícilmente tienen elementos para “ayudarlo” a sortear esta crisis.
Buena parte del oficialismo quedó ayer atónito al divulgarse el pago que hizo el abanderado PS-PPD-PR y PC, Alejandro Guillier, de cuatro informes a la empresa Beltrán Asociados Spa –por un monto de 19 millones–, cuyo contenido habría sido plagiado desde las páginas web del Senado. Pero la verdad es que lo que más primó en la coalición fue una suerte de resignación ante el hecho indiscutido de que, a menos de dos meses y medio de la elección, su candidato presidencial no logra zafarse de la zona de conflictos donde lleva meses anclado y responsabilizando a otros –los notarios, los partidos, las encuestas, los medios de comunicación, los bancos– de las adversidades de su campaña, mostrando escaso margen de autocrítica.
La publicación que lanzó ayer Radio Bío Bío representa un golpe fuerte para la campaña de Guillier, considerando que en todo momento el presidenciable ha tratado de separar aguas con los “políticos tradicionales”, de marcar una diferencia radical con ese mundo, apelando a una suerte de promesa de hacer de forma distinta las cosas. “Todo este tiempo se ha puesto como inmaculado. Esto lo afectará, porque mientras más alto te tratas de poner, más fuerte es la caída”, advirtieron desde el PS.
El grueso de la Nueva Mayoría públicamente le dio el beneficio de la duda al senador por Antofagasta, pero más allá de eso no hubo un alineamiento transversal con el abandero del eje progresista. Por el contrario, muchos en los partidos y en el Gobierno miraron para el techo, no pocos agregaron que los promotores iniciales de esta candidatura deberían hacerse cargo ahora y poner el pecho a las balas para defenderlo, que con esto difícilmente logrará llegar al 30% de los votos en primera vuelta, que esta situación es responsabilidad del comando que definió el propio Guillier, que han tenido un buen manejo de la campaña y que hay falta de prolijidad al no revisar con cuidado las rendiciones del senador. “Es el paso uno del trabajo, como equipo electoral y parlamentario, es una información que está abierta a todos”, cuestionó un asesor legislativo.
En ese clima, Guillier salió escuetamente durante la mañana de ayer a explicar que, en su calidad de independiente, no cuenta con un staff que lo asesore y que, como busca estar informado de lo que ocurre en todas las comisiones de la Cámara Alta, pide asesorías para que le informen sobre lo que sucede en las distintas materias. “Cuando no puedo recurrir a una comisión de Minería o Energía, de Educación o Salud, hay gente que me reporta qué se discutió en esas sesiones y lo único que hace es que me agrega una observación al borde o al final del documento o a veces me lo subraya donde me dicen ‘ponga atención a esto que se está discutiendo en la comisión’”, agregó, dejando más dudas que claridades.
Es que, según el reportaje, entre marzo y junio de este año Beltrán Asociados Spa –firma del abogado Omar Beltrán Valle– elaboró para Guillier cuatro minutas que son copia íntegra de la información gratuita disponible en el sitio web del Congreso, las que fueron pagadas con recursos provenientes de su asignación parlamentaria, lo que implica que con dineros de la Cámara Alta se pagó a un tercero por un trabajo cuya autoría original pertenece al propio Congreso.
El tema es un poco más complicado, porque aparecen elementos y personajes repetidos de historias pasadas complejas y difíciles para el oficialismo: dicha empresa se formó una semana antes de comenzar a prestar servicios al senador y, aparte de las minutas, solo ha prestado servicios por asesorías telefónicas y las dependencias donde funciona son de Harold Correa, PPD de la G90 y ex brazo derecho de Rodrigo Peñailillo.
Si bien en el Congreso reconocen que hace un par de meses que corría la versión de que tanto la Fiscalía como “un medio de comunicación” estaban investigando las rendiciones de las asignaciones parlamentarias y que las asesorías “orales” son pan de cada día, lo que hizo más ruido en la Nueva Mayoría es el momento en que sale a la luz, con la elección a la vuelta de la esquina, y que el nombre del abanderado esté ligado al de figuras como Harold Correa, porque eso es revivir el fantasma del financiamiento irregular de campañas desde SQM.
En los cuatro partidos que apoyan al senador por Antofagasta, claramente hay dos miradas contrapuestas y que con este episodio quedan expuestas. Desde el Partido Comunista y el Partido Radical (PR) –las dos fuerzas más influyentes del comando– no dudaron un minuto en asegurar que todo es parte de “una operación de los medios”, idea que públicamente fue secundada por el timonel comunista, Guillermo Teillier, quien afirmó que la candidatura de Guillier efectivamente se verá afectada “si sigue una campaña como esta, que yo la encuentro desmedida, por un tema que tiene que verse aquí y atenerse a las reglas”, a la vez que agregó que le llamaba la atención el “ensañamiento” que hay en contra del senador.
En el otro sector del eje progresista y con cierto dejo evidente de molestia, recalcaban que la responsabilidad directa es del propio Guillier, al poner en su comando a un personaje con el historial de Harold Correa, que difícilmente tienen elementos para “ayudarlo” a sortear esta crisis, si el abanderado no se deja aconsejar y su entorno tiene la mirada tan estrecha de explicar todo desde la teoría de la conspiración. “Es claro que hay una campaña desde medios como La Segunda (…) no puedes atribuirle públicamente todo el problema a un juego de los medios de comunicación. Él (Alejandro Guillier) tampoco ayuda mucho”, sentenció un parlamentario socialista.
Esta situación no contribuye en nada a disipar el clima derrotista que abunda en el oficialismo y puntualmente entre los partidos que apoyan a Guillier, donde reconocen que a dicha campaña le falta chispa, emoción, corazón y calle. En resumen, que parece velorio, a juicio de un parlamentario del bloque progresista.
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según el reportaje, entre marzo y junio de este año Beltrán Asociados Spa –firma del abogado Omar Beltrán Valle– elaboró para Guillier cuatro minutas que son copia íntegra de la información gratuita disponible en el sitio web del Congreso, las que fueron pagadas con recursos provenientes de su asignación parlamentaria, lo que implica que con dineros de la Cámara Alta se pagó a un tercero por un trabajo cuya autoría original pertenece al propio Congreso. El tema es un poco más complicado, porque aparecen elementos y personajes repetidos de historias pasadas complejas y difíciles para el oficialismo: dicha empresa se formó una semana antes de comenzar a prestar servicios al senador y, aparte de las minutas, solo ha prestado servicios por asesorías telefónicas y las dependencias donde funciona son de Harold Correa, PPD de la G90 y ex brazo derecho de Rodrigo Peñailillo.[/cita]
El ex director de la Secom y analista, Carlos Correa, dijo que “cada día lo veo menos entusiasmado, lo veo enojado” y consideró que la campaña de Guillier se ha centrado en lo negativo, mientras que otras, como la de Beatriz Sánchez, muestran una cara más “alegre y amable” para el electorado, pese a que –agregó– “la maquinaría electoral de la Nueva Mayoría está mucho más aceitada que la del Frente Amplio”.
Para Correa, el candidato progresista sufre el mismo síndrome que la derecha el año 2013. “Se sabía que Bachelet iba a ganar, entonces renunció (Pablo) Longueira y asumió (Evelyn) Matthei; la campaña de Guillier se parece mucho a la de Matthei” y, por lo mismo, insistió en que tiene que intentar superar este problema en los próximos dos meses, concentrarse en la segunda vuelta.
Este clima no ha sido casual, se ha ido gestando por meses y el estilo político del abanderado efectivamente ha contribuido bastante. La razón, reconocieron en el seno del comando, es que Guillier lleva meses sin hablarle a la ciudadanía de temas que sean cercanos a la gente, por el contrario, está abocado a justificar los problemas que ha enfrentado su candidatura, pero jamás lo hace desde la autocrítica sino que siempre desde la perspectiva de culpar al empredrado.
“No le habla a la gente, solo habla de sí mismo, es muy autorreferente, nunca es responsable de nada, a la gente le cae bien, pero no saben lo que piensa de muchos temas y eso le hace daño a su campaña”, reconocieron en el comando.
En la Nueva Mayoría explicaron que dicho rasgo ha sido detectado en una serie de focus groups que se han realizado durante la campaña, que ese es el problema de fondo, hablar de sí mismo y no a las personas, que más de un dirigente de la coalición se lo ha planteado abiertamente y que Guillier no ha recibido bien dicha crítica. En el PS dicen que uno de esos ha sido el timonel, Álvaro Elizalde, y que ese sería en parte el motivo del distanciamiento entre ambos.
Desde que comenzó a instalarse como posible candidato, el actual senador por Antofagasta ha tenido problemas con todo el mundo. Baste recordar que en marzo disparó contra la Presidenta Michelle Bachelet y, de paso, contra su aún contrincante en ese momento, Ricardo Lagos Escobar: “Yo creo que la Presidenta hizo su esfuerzo por cumplir el programa, pero miró a Chile desde arriba. Lo mismo hicieron los presidentes Lagos, Piñera y todos”, sostuvo.
Pero ha sido en los últimos tres meses donde casi semanalmente el candidato responsabiliza a algún actor externo a su campaña de los tropiezos que enfrenta.
Durante el primer semestre, ha perdido en promedio unos 10 puntos de apoyo en las encuestas y en junio sentenció que “cuando eres candidato y una empresa consultora te dice que tienes el 13%, otra que tienes el 15%, otra que tienes el 21%, me queda claro que ninguna sabe lo que está midiendo y que está respondiendo a intereses corporativos, para subir, bajar, generar sensaciones (…). Hace falta que ojalá alguna universidad empiece a hacer encuestas que sean serias y confiables para todos los chilenos. Se presta demasiado para manipular a la opinión pública y para instalar sensaciones térmicas”, apuntó.
A principios de julio eran evidentes los problemas de su comando para lograr las 33 mil firmas que requería Guillier para inscribir su candidatura ante el Servel y los notarios fueron el foco en ese momento. “El problema son los notarios, hay que movilizar notarios”, dijo.
La relación del candidato con la Nueva Mayoría no ha sido fácil y, a mediados de julio, otra vez las diferencias se hicieron públicas y notorias por las críticas desde la coalición a la falta de profesionalismo de la campaña, la ausencia de un comando con experiencia y solvencia política. La respuesta de Guillier fue dura y generó molestia y ruido interno: “Yo soy un independiente y eso también lo tienen que asumir. Si no, busquen un militante (…). Uno piensa en equipo y armar equipo con gente de todos los partidos de la coalición, y las coaliciones no siempre funcionan como equipo, funcionan como partidos”.
El mes de agosto no fue la excepción. El candidato del PS-PPD-PR y PC se lanzó contra las entidades bancarias y el rechazo de BancoEstado de darle un crédito, debido a su condición de parlamentario, norma establecida en el marco de la agenda de transparencia entre el dinero y la política que se aprobó en este Gobierno. “No se trataba de una donación sino de un crédito como cualquier ciudadano, y nos han bloqueado el acceso al crédito. El contexto que estamos viviendo es que un candidato independiente en Chile no tiene acceso al crédito para postular a una campaña. O sea, o es millonario o alguien le financia la campaña, y eso no puede ser”, cuestionó el 7 de agosto y agregó, sobre la banca privada, que “nadie esperaba que la banca comercial decidiera a través de sus directorios que no va a aportar créditos, está negando créditos que siempre se habían otorgado. Se habló con numerosos bancos y nos encontramos con que los directorios tomaron la decisión”.
En esta lista no podía faltar la prensa, a la que ha acusado de no hacer las preguntas de temas que a él le interesa conversar, de solo concentrarse en la coyuntura y tanto el candidato como su entorno instalaron el concepto de ser víctimas de un “cerco informativo”.
En todo este escenario, desde La Moneda comparten varias de las críticas a Guillier, pero especialmente el no cumplir el objetivo central de todo candidato a la Presidencia: instalar en la mesa, en el debate público, los temas que lo diferencian realmente de sus principales contendores y en particular de la derecha.
Más allá de que en Palacio hay muchos críticos del complicado estilo de la campaña guillierista, dicen que la principal falencia de Guillier ha sido no marcar los puntos ante la carta de ChileVamos, Sebastián Piñera, a quien consideran que el candidato del PS-PPD-PC y PR ha tratado con demasiada “cautela” y “excesivo guante blanco”, obligando a que desde La Moneda sea la ministra vocera, Paula Narváez, la que salga al camino del ex Presidente.
Para La Moneda, Piñera decidió hace meses que su contrincante no era Guillier sino la Presidenta Bachelet, es casi una suerte de plebiscito respecto a un estilo de gobernar y, ante el permanente cuestionamiento a la “obra” de la actual administración, en la sede de Ejecutivo decidieron “no mirar al techo” ante el silencio del abanderado.
“La Moneda no es prescindente políticamente, porque a este Gobierno no le da lo mismo quien gobierne”, sentenciaron en el segundo piso de Palacio.