La familia se manifestó en los tribunales de justicia pidiendo reabrir el caso de la mujer que apareció muerta en el contexto de su férrea oposición al proyecto de una central hidroeléctrica en Tranguil
«A la negra la mataron por ser mapuche, por ser mujer y defender sus tierra», decía en un video publicado el martes, Rubén Collío, viudo de Macarena Valdés, quien apareció muerta el 22 de agosto de 2016. Ella y su marido se oponían con fuerza a la instalación de la central hidroeléctrica Tranguil, que impulsa la multinacional RP Global.
Según la dueña de los terrenos donde vive esta familia, Mónica Pailamilla en con un día antes del hallazgo del cuerpo, representantes de RP Global llegaron hasta su propiedad. “Dos personas del sector que trabajan para la empresa, Osvaldo Jaramillo y Juan Luengo, fueron a mi casa a exigirme que yo sacara de mi propiedad al lamgen Collío porque él estaba revolucionando mucho a la gente y que había mucha gente que quería hacerle daño, que lo querían agredir a él y que se cuidara (…) que había gente que le quería pegar y por eso que ellos habían ido a hablar conmigo para que yo sacara a esta persona de acá para que mejorara la relación entre vecinos (…) yo le dije que íbamos a viajar para allá y entablar una mesa para conversar las tres partes“, afirmó la mujer a Radio Villa Francia en noviembre de este año.
En efecto, Rubén Collío ingeniero ambiental, se trasladó a la zona junto a Macarena y sus cuatro hijos. Al llegar notó irregularidades en el proyecto y presentó un informe a la Superintendencia de Medioambiente (SMA) lo que generó un conflicto con la empresa.
En este contexto, la familia tuvo la sospecha de que detrás del hallazgo del cuerpo, había un asesinato. El primer informe forense catalogó la muerte como «asfixia por ahorcamiento». Pero en octubre de 2017 la familia logró reabrir la investigación y solicitar un peritaje independiente al cuerpo.
El doctor Luis Ravanal a cargo de revisar los resultados confirmó que “No habían signos que demostrasen que se tratase de un ahorcamiento en vida, es decir, en el área más importante que es el cuello, que es donde una persona cuando está con vida se lesiona producto del ahorcamiento. En estas circunstancias siempre va a tener signos de vitalidad, signos de hemorragia, lesiones en los tejidos, en los órganos, lo que no ocurre en un cadáver, donde estos signos están ausentes, cuando se suspende o cuando se trata de simular un ahorcamiento. Concretamente, a través de la autopsia y reitero a través de la confirmación del estudio histológico se demuestra que no hay signos de vitalidad, es decir, no hay signos que demuestren que el cuerpo se haya suspendido a través del ahorcamiento estando con vida, eso evidentemente genera una evidencia que se contrapone a la información oficial respecto a que se trataría de un ahorcamiento de tipo suicida, como lo ha señalado el Servicio Médico Legal”, dijo a Radio Universidad de Chile.
La familia luego de estos resultados pedirá nuevas diligencias para aclarar la controvertida muerte de Macarena Valdés.