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Conservación de la biodiversidad: una gran oportunidad para Chile Opinión

Conservación de la biodiversidad: una gran oportunidad para Chile

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Patricio Walker
Por : Patricio Walker Presidente del Senado
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Este proyecto tiene como fin la conservación de la diversidad biológica y la protección del patrimonio natural del país, a través de la preservación, restauración y uso sustentable de genes, especies y ecosistemas. El Sistema Nacional de Áreas Protegidas será ecológicamente representativo, gestionado de manera eficaz, integral y equitativo, bajo diversas categorías de protección y modelos de gobernanza, con mecanismos de participación ciudadana, estrategias e instrumentos de gestión y financiamiento, para así contribuir al cumplimiento de los objetivos de conservación de la biodiversidad y del patrimonio natural y cultural asociado del país.


Estos días hemos dado un paso importantísimo en conservación y protección del medio ambiente. La Presidenta Michelle Bachelet firmó cinco decretos que establecen la creación de nuevas áreas marinas protegidas, Juan Fernández, Islas Diego Ramírez, Paso Drake, Seno de Almirantazgo, Tortel y Rapa Nui, además del nuevo Parque Nacional “Pumalín Douglas Tompkins”, que forma parte de la Red de Parques de la Patagonia.

De esta forma, en el Gobierno de la Presidenta Bachelet, Chile pasó de tener un 5% de sus territorios y mares protegidos, a un 38%, lo que lo transforma en uno de los países que más ha avanzado en conservación en los últimos años, siendo el quinto país a nivel mundial con mayor superficie de áreas marinas protegidas.

Pero la interrogante que surge de inmediato es sobre el valor real que estos parques pueden significar para el desarrollo de nuestro país y las regiones que los albergan, más allá de su innegable importancia científica y en materia de conservación medioambiental. Este es un cuestionamiento sumamente válido, especialmente para las personas que viven en los sectores cercanos a estos lugares protegidos.

Para responder a esto es necesario establecer la importancia que el propio Estado le dé a estos nuevos parques nacionales y áreas protegidas. Tal como dice Nicolás Ibáñez, presidente del Directorio de la Fundación Alerce 3000, es fundamental que el país considere estas iniciativas como recursos estratégicos, en el marco de un desarrollo sostenible.

[cita tipo=»destaque»]La nueva ministra de Medio Ambiente, Marcela Cubillos, señaló que la próxima administración impulsará este proyecto, pero es fundamental que además consideren mayores recursos para la futura implementación de esta iniciativa, porque en Chile invertimos un dólar por hectárea en los parques nacionales, mientras que en países como Costa Rica se invierten 38 dólares. Claramente con los montos actuales no vamos a dar abasto si queremos considerar estos territorios como recursos estratégicos de desarrollo.[/cita]

El ejemplo local que mejor grafica el aporte que puede significar un parque nacional a una región o comunidad es Torres del Paine, sin lugar a dudas el principal activo que tiene Magallanes y  motor fundamental en el desarrollo de la comuna de Natales. Junto a Isla de Pascua, es la “marca registrada” que tiene Chile, logrando reconocimiento en todo el mundo.

A nivel internacional, los parques de Yellowstone y Yosemite en Estados Unidos, las Islas Galápagos en Ecuador, Kruger en Sudáfrica, Serengueti en Tanzania y Masai Mara en Kenia son un claro ejemplo del impacto que pueden tener estas reservas si son consideradas como un recurso de desarrollo estratégico.

Estos grandes pasos que hemos dado con la firma de estos decretos se ven absolutamente complementados con el proyecto que crea el Servicio de la Biodiversidad y el Sistema Nacional de Áreas Protegidas, iniciativa que fue aprobada por unanimidad en la comisión de Medio Ambiente que presido, luego de suscribir un protocolo de acuerdo con el Gobierno y de analizar el contenido de más de 1500 indicaciones presentadas.

Este proyecto tiene como fin la conservación de la diversidad biológica y la protección del patrimonio natural del país, a través de la preservación, restauración y uso sustentable de genes, especies y ecosistemas. El Sistema Nacional de Áreas Protegidas será ecológicamente representativo, gestionado de manera eficaz, integral y equitativo, bajo diversas categorías de protección y modelos de gobernanza, con mecanismos de participación ciudadana, estrategias e instrumentos de gestión y financiamiento, para así contribuir al cumplimiento de los objetivos de conservación de la biodiversidad y del patrimonio natural y cultural asociado del país.

La nueva ministra de Medio Ambiente, Marcela Cubillos, señaló que la próxima administración impulsará este proyecto, pero es fundamental que además consideren mayores recursos para la futura implementación de esta iniciativa, porque en Chile invertimos un dólar por hectárea en los parques nacionales, mientras que en países como Costa Rica se invierten 38 dólares. Claramente con los montos actuales no vamos a dar abasto si queremos considerar estos territorios como recursos estratégicos de desarrollo.

Estamos avanzando a pasos agigantados y ya la comunidad internacional mira con atención el proceso que vive Chile para transformarse en un país verde, referente mundial en temas de conservación y medio ambiente. Sin embargo, aún hay trabajo por hacer, por lo que se hace necesario que el próximo Gobierno continúe por la senda conservacionista que ha caracterizado el trabajo de la actual administración,  bajo la convicción que al poner en valor nuestros recursos especiales vamos a estimular el turismo, generando más oportunidades de desarrollo para las comunidades locales.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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