En sectores de la derecha generó suspicacias dicho nombramiento, ya que estimaron que en una institución tan delicada como esta era preferible una figura que resguardara la supremacía del poder civil. En 2012, el contraalmirante (r) asumió como director de Inteligencia de Defensa en el Estado Mayor Conjunto.
La Moneda hizo este lunes dos anuncios: las dos figuras encargadas de llevar adelante las riendas de la Agencia Nacional de Inteligencia (ANI). Si bien las miradas se pusieron en el nuevo director, Luis Masferrer, generó suspicacias en el seno de la propia derecha que el segundo de dicha institución sea un ex uniformado, el contraalmirante David Hardy Videla.
Tanto Masferrer como Hardy asumirán este martes 17 sus funciones.
El contraalmirante (r) nació en Viña del Mar el 10 de junio de 1961, estudió en el exclusivo colegio «The Mackay School» y luego ingresó a la Escuela Naval «Arturo Prat», desde donde se graduó en 1982 como guardiamarina del escalafón de Infantería de Marina.
En 1987 terminó los cursos de especialidad de Comandos IM, dos años después el de Infantería de Marina y el de Estado Mayor en el 2000. Hardy es además magíster en Ciencias Navales y Marítimas, junto con los títulos de profesor militar en la especialidad de Infantería, otorgado por la Academia Politécnica Naval, y profesor de Planificación Integrada, título otorgado por la Academia de Guerra Naval.
Según reza la página web de la Armada, Hardy «se ha desempeñado en diversos puestos de combate, comandando unidades de Comandos, Artillería e Infantería en los Destacamentos de Infantería de Marina Nº 1 ‘Lynch’ en Iquique, Nº 2 ‘Miller’ en Viña del Mar, Nº 4 ‘Cochrane’ en Punta Arenas y en la Agrupación de Comandos de Infantería de Marina; destacándose su puestos en la Fuerza IM de Asalto Anfibio de la Armada (del Destacamento IM Nº 2 ‘Miller’) como Oficial de Operaciones durante el año 2002 y como 2º Comandante el año 2005. Entre los cargos desempeñados, fue Ayudante de Órdenes del Comandante General del Cuerpo de Infantería de Marina, los años 1991 y 1992, y Jefe de Estudios en la Academia Politécnica Naval, los años 1998 y 1999».
El 22 de noviembre del 2012, fue investido como comodoro y asumió el cargo de director de Inteligencia de Defensa en el Estado Mayor Conjunto. Dos años después, en los últimos meses de la primera administración piñerista, el Gobierno le confiere -en enero de 2014- el grado de contraalmirante IM y, diez meses después, asume como comandante general del Cuerpo de Infantería de Marina.
En tanto, Masferrer es abogado de la Universidad Nacional Andrés Bello. En 2014 se desempeñó como jefe del Departamento de Extranjería y Migración, y de 2010 a 2013, durante el primer Gobierno de Piñera, fue director de Gendarmería de Chile, período en el cual vivió la tragedia de la Cárcel de San Miguel.
El nombramiento del ex director de Gendarmería generó reacciones a favor y en contra en los sectores de la derecha y el piñerismo. Algunos consideran que puede rendir buenos frutos, porque es una persona con «criterio» y que además su paso por Gendarmería fue sin mayores problemas de gestión.
Entre especializados en los temas de defensa y seguridad del oficialismo, si bien reconocieron que no es un experto en el área de la inteligencia, sí tiene nociones y destacaron sobre todo que sea un civil el que esté al mando de la ANI.
«Está claro que no puede seguir los pasos de Yuseff, Masferrer es mucho más criterioso, no viene de la fiscalía con una mirada de perseguir delitos», explicaron en el piñerismo histórico.
Hay otros en la derecha y el piñerismo que creen que no tiene las competencias, y si bien su gestión en Gendarmería no tuvo desaciertos, tampoco generó ningún hito relevante.
El último mes, todas las señales que dio La Moneda era que se buscaba a alguien con un perfil capaz de llevar a cabo una nueva política de inteligencia. Hay dudas de que Masferrer sea la persona adecuada, porque siempre se le consideró una figura de segundo orden.
En el oficialismo también fruncieron el ceño con la nominación de Hardy como subdirector, porque siempre es preferible -lamentaron- que instituciones tan delicadas como la ANI estén solo en manos de civiles, por lo que esperan que esta elección no termine siendo un error político para La Moneda.
Además, temen que su pasado en la Armada haga complejo que el resto de las Fuerzas Armadas se abran al trabajo de inteligencia por las suspicacias propias que hay entre las distintas ramas. El subdirector es alguien con bastante poder, es el que deberá entenderse con todas las divisiones internas de la ANI.
Por su parte el ministro del Interior, Andrés Chadwick, se refirió a Masferrer como un «abogado, penalista, con mucha experiencia en el ámbito público, fue director de Gendarmería, trabajó en el Ministerio del Interior en el Gobierno del presidente Piñera y él tiene una labor muy importante».
La Agencia Nacional de Inteligencia es una institución sensible en la administración piñerista. Durante su primer Gobierno, el ex militante de Renovación Nacional (RN), Gonzalo Yuseff, fue duramente criticado por la propia derecha por su gestión al frente de la ANI, cargo que ejerció de 2010 a 2014.
En ese contexto, Masferrer tendrá la tarea de dejar atrás el mal paso de su antecesor, además de trabajar en la reformulación y modernización de la policía, como lo señaló Chadwick.
«Es parte de nuestro grupo de acuerdo en materia de seguridad ciudadana, queremos reformular y modernizar nuestro sistema de inteligencia que se ha debilitado, y por eso hay que reformularlo para fortalecerlo, parte de las tareas que el Presidente Piñera ha encomendado a este grupo de trabajo transversal que hemos creado», expresó.