Cabe recordar que la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile fue una de las primeras en irse a toma, luego de que la situación de las denuncias por acoso sexual en contra del ex presidente del Tribunal Constitucional, Carlos Carmona, ya no dieran para más al interior de la misma.
La toma feminista en la Universidad de Chile ha rendido sus frutos. Tras 46 días de movilización, este lunes en la tarde, Davor Harasic presentó su renuncia «indeclinable» como decano de la Facultad de Derecho de esta casa de estudios superiores, cargo que abandonará el martes 12 de junio.
A través de una carta enviada al rector de la universidad, Ennio Vivaldi, Harasic atribuyó su decisión a la toma feminista que actualmente se mantiene en la Facultad de Derecho de la U. de Chile, una situación que, manifestó, «afecta gravemente la excelencia académica y pone en riesgo el proceso de fortalecimiento de la educación pública con el que nos hemos comprometido durante los últimos años».
«Ante la imposibilidad de transmitir favorable y eficazmente esta preocupación a la comunidad universitaria, que a mi parecer no ha advertido cabalmente el grave riesgo que esta tendencia representa para el futuro del quehacer de nuestra corporación, he decidido, con mucho pesar, renunciar, con fecha 12 de junio, indeclinablemente, ante usted al cargo de Decano, con la esperanza de que prontamente nuestra facultad logre sortear el peligro inminente de claudicar en sus objetivos esenciales», dice la declaración.
Cabe recordar que la señalada Facultad de Derecho fue una de las primeras en iniciar la ola de la movilización feminista. Las estudiantes se fueron a toma, después que la situación de las denuncias por acoso sexual en contra del ex presidente del Tribunal Constitucional, Carlos Carmona, ya no dieran para más al interior de la misma.
Aunque desde los representantes estudiantiles recalcan que «nunca se pidió la renuncia» del decano, voces al interior de la facultad apuntan a que el descontento entre el alumnado, «principalmente las estudiantes movilizadas», y Harasic «era notorio».
«Era una relación insostenible, Harasic no podía seguir en ese cargo, porque la situación se hizo insufrible», reconocen desde la planta académica.
Por otra parte, agregan que era necesaria «una salida rápida», más aún en medio de las próximas negociaciones que se tendrán con las estudiantes que se mantienen en paro y toma. Y es que justamente esta semana las asambleas feministas autoconvocadas de la Universidad de Chile le harían entrega del petitorio unificado al rector de la universidad. Un hecho que podría marcar el fin de las movilizaciones, pues la causal de abuso ya se encuentra tipificada, tras la promulgación de la Ley de Universidades del Estado.
Pero más allá de atribuir su renuncia a la toma que desde el 27 de abril se lleva a cabo en la facultad de Derecho más importante del país, y desde donde se dio inicio al movimiento feminista que hoy tiene tomadas distintas universidades en todo el territorio nacional, las declaraciones de Harasic en una reciente entrevista al Centro de Investigación Periodística (Ciper), referentes al sumario aplicado al profesor Carmona, le habrían jugado una mala pasada.
En esa entrevista, el ahora ex decano reconoció que en dicho sumario hubo «falencias», y también admitió que fue un error ratificar a Carmona como presidente de la Comisión de Evaluación Docente de la facultad en un momento en el que ya estaba siendo investigado.
«Lamentablemente, la presente ocupación ilegal de las dependencias de la Facultad, que en estos días vivimos, está lejos de representar un fenómeno aislado. Cada año nos hemos visto obligados a enfrentar medidas de paralización y obstrucción del quehacer universitario, de menor o mayor intensidad, por parte de los estudiantes, las cuales han afectado gravemente el normal funcionamiento de la Facultad, contraviniendo así la característica básica de toda universidad pública, que es contribuir a la producción de conocimiento y a la formación de profesionales comprometidos con el devenir y el progreso intelectual de la sociedad a la cual nos debemos», finaliza el comunicado.
La renuncia de Harasic deja en un pie complejo al rector Ennio Vivaldi, ya que son varias las facultades que hoy mantienen en tensión a la Universidad de Chile.
A pesar de que la renuncia del decano sería sin retorno, son varios los que recuerdan la historia de Roberto Nahum, quien renunció a su cargo en la facultad de Derecho de la Universidad de Chile, y luego volvió a ser reelecto.