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Pese a que el Concejo Municipal de Ñuñoa aprobó una importante reducción a las alturas permitidas, la alcaldía solicitó el congelamiento de los permisos de edificación sólo de la zona norte. “De parte del alcalde, espero una pronta rectificación y que se asuma la responsabilidad”, señaló la concejala de Revolución Democrática, Emilia Ríos.
Un grupo de concejales de Nuñoa manifestó su descontento por el proceso de modificación del plan regulador comunal, acusando que ha estado lleno de negligencias por parte de la alcaldía. Acusan que el gobierno comunal solicitó el congelamiento de permisos de edificación sólo para los sectores de la zona norte del municipio, excluyendo a la zona sur, lo que da pie a la construcción de edificios de altura.
Precisamente, la modificación del plan regulador comunal tiene como objetivo terminar con la posibilidad de construir edificaciones de altura libre en distintas zonas de la comuna, especialmente al sur de la avenida Grecia, de reconocido potencial para el negocio inmobiliario, con inversiones multimillonarias que esperan poder concretarse, acusan los ediles.
Por eso el Concejo Municipal de Ñuñoa aprobó una importante reducción a las alturas permitidas en esta zona, reduciendo a 7 y 5 pisos la altura máxima permitida. Para hacer efectivo ese cambio, se requiere que la seremi autorice la postergación selectiva de permisos de edificación, el cual debe ser solicitado por el alcalde, Andrés Zarhi. Sin embargo, los cconcejales denunciaron que desde la alcaldía se solicitó el congelamiento de permisos de edificación solo para los sectores de la zona norte.
“En contra de todo lo que se ha comprometido públicamente a la comunidad y al Concejo Municipal, se omite una parte importantísima del congelamiento, lo que en la práctica amplía los plazos para concretar proyectos inmobiliarios en altura libre. De parte del alcalde, espero una pronta rectificación y que se asuma la responsabilidad de esta negligencia», señaló la concejala de Revolución Democrática, Emilia Ríos.
El concejal del Movimiento Autonomista (MA), Camilo Brodsky, aseguró por su parte que «acá o existe una ineptitud inexcusable de parte de la asesora urbana, o simplemente hay mala intención. Lo que amerita es sumario y suspensión de su cargo de manera inmediata».
Igualmente, la concejala por el Partido Socialista (PS), Paula Mendoza calificó la situación como «un acto inexcusable» y sostuvo que hay falta de conducción. «Acá el alcalde debe dar explicaciones a la gente y de una vez atreverse a sumariar a la asesora urbana. No se entiende haber llegado a esto sin que el edil haya tomado cartas en el asunto que se arrastra hace tiempo y que afecta a miles de vecinos de Ñuñoa».
La concejala del Partido Comunista, Alejandra Placencia, consideró que existe una discordancia entre lo que se prometió y lo que se cumplió. «Hubo un compromiso del alcalde de escuchar la demanda ciudadana, quienes por su parte se movilizaron y exigieron reducir las alturas y la posibilidad real de construir vivienda social (…) Pero vemos que una vez más se da la espalda a los vecinos, poniendo en riesgo estas demandas a partir de la no suspensión del otorgamiento de permisos de edificación en sectores que tradicionalmente eran industriales y que hoy están siendo acechados por grupos inmobiliarios. El alcalde debe ser claro y decidir si estará por la destrucción producida por el negocio inmobiliario indiscriminado o si privilegiará la calidad de vida y por tanto defenderá la posibilidad de construir vivienda social después de más de 40 años».
Según Emilia Ríos, «esta modificación al plan regulador desde el día uno ha sido un proceso lleno de negligencias por parte de la alcaldía. No existe ningún criterio técnico que justifique excluir a la zona sur del congelamiento de los permisos. Hoy existen inversiones proyectadas multimillonarias, tal como la del Mall Vivo en metro Ñuble, por sobre los 200 millones de dólares, para las que este congelamiento de permisos puede ser un gran obstáculo.
