“Expresiones como ‘el hijo del año’ o ‘el epidemia con aros’, ‘ladrón’, y otras de peor clase han sido proferidas por este sujeto en forma sistemática, sin que jamás se le haya hecho por parte de sus superiores jerárquicos una reprensión», señala el escrito ingresado en el 12° Juzgado Civil de Santiago.
El hijo de la ex Presidenta Michelle Bachelet, Sebastián Dávalos, concretó a finales de julio pasado una querella en contra de Canal 13 por las rutinas de Yerko Puchento, el personaje de Vértigo encarnado por Daniel Alcaíno.
Dávalos llegó hasta el 12° Juzgado Civil de Santiago, junto a su abogado Carlos Fierro, para presentar una demanda por indemnización de perjuicios por $3.360 millones debido a las rutinas que realizó el actor.
«Se ha solazado injuriándome a lo largo de tres años, burlándose de mi situación judicial, de mi familia, de mi trabajo, incluso de mi apariencia física o mi modo de vestir. Expresiones como ‘el hijo del año’ o ‘el epidemia con aros’, ‘ladrón’, y otras de peor clase han sido proferidas por este sujeto en forma sistemática, sin que jamás se le haya hecho por parte de sus superiores jerárquicos una reprensión», señala el escrito al cual tuvo acceso La Tercera.
Dávalos justificó el millonario monto argumentando las suspensiones de trabajo profesional que fueron anulados «producto del actuar doloso del demandado». Ello sumado al caso del lucro cesante a $1.000 millones «por no contar con las sumas de dinero que, de acuerdo al mercado y de nuestros últimos balances financieros (2011, 2012 y 2013) me habrían correspondido por mi actividad como funcionario público y como profesional».
Además, solicitó $2.000 millones al «verse presionado por decenas de personas quienes erróneamente y debido a las rutinas cómicas emitidas por Canal 13 consideraron como ciertas las acusaciones efectuadas en mi contra, lo que se tradujo en insultos y malos tratos para mi familia y para mí».
El documento también indica que las injurias se han reiterado en el tiempo y han sido «avaladas e incentivadas» por la institucionalidad de Canal 13. «Han obviado groseramente el hecho que mi situación judicial haya terminado a mi favor; se ha denostado a mi familia y mi trabajo por un lapso de tres años o más».
«Cuando dichas expresiones son avaladas semana a semana por los conductores del programa, cuando la rutina se reitera semana tras semana con la aquiescencia de los productores del programa y cuando las rutinas de este sujeto son retransmitidas al día siguiente de su emisión en los gramas matinales (específicamente programa Bienvenidos) dando una nueva oportunidad para que las injurias sean repetidas, y cuando dichas rutinas son repetidas en otras ocasiones, como por ejemplo en los días feriados de elecciones, sólo puedo entender que el demandado Canal 13 ampara, avala, justifica y propicia la emisión de tales injurias», finalizó.