PAÍS
Tras una seguidilla de hechos negativos que tienen en un momento crítico al Gobierno, Interior procedió a una mediática expulsión de 51 colombianos con antecedentes penales. Con esta medida, “el Presidente Piñera está cumpliendo su promesa de ordenar la casa”, destacaron en la derecha. Mientras, el Frente Amplio aseguró que el Gobierno opera con medidas “que bordean el neofascismo”. Chadwick se puso la meta de “tener unas 2 mil personas expulsadas” este año. [ACTUALIZADA]
El Gobierno busca sacudirse la resaca de los convulsionados últimos días, apelando al tema migratorio. En una señal de fuerza, y acompañado de un fuerte dispositivo mediático, exhibió durante las primeras horas de hoy la expulsión de 51 ciudadanos colombianos que mantenían diversas condenas y antecedentes penales en Chile.
Con esta actividad encabezada por el ministro del Interior Andrés Chadwick y el subsecretario Rodrigo Ubilla, el Ejecutivo buscó posicionar este tema en la agenda para superar una seguidilla de puntos negativos, como los coletazos del cambio de gabinete, la salida de Mauricio Rojas del ministerio de Culturas, el reposicionamiento del tema de los Derechos Humanos, el enfriamiento de las expectativas económicas en la ciudadanía y el bloqueo al subsecretario Luis Castillo por parte de la oposición.
El Gobierno argumentó su jugada bajo el argumento de que “el Presidente Piñera está cumpliendo su promesa de ordenar la casa”. Es más, se puso una meta: “Vamos a continuar con este proceso. Esperamos que este año podamos tener una cifra aproximada de 2 mil personas expulsadas”, dijo el jefe de gabinete.
En Chile Vamos aplaudieron la reacción del Gobierno. Para el diputado RN Bernardo Berger, “la amabilidad chilena para acoger al extranjero no puede ser abusada en ningún caso para que ciudadanos de otras nacionalidades las aprovechen para evadir las deudas pendientes con la justicia por delitos cometidos, pero impunes. Bienvenidos sí, pero no con cuentas de crímenes por pagar”.
A juicio de la diputada del mismo partido, Paulina Núñez, “inmigrante que cometa delitos se debe ir de nuestro país, por eso celebro lo comunicado por el Ministro Chadwick, porque es lo que hemos venido pidiendo hace rato. Se terminó la excusa de que no había recursos para que posterior a una orden administrativa o judicial no pudieran ser dejados en su país, con esta medida el Presidente Piñera está cumpliendo su promesa de ordenar la casa”.
En la oposición, la meta fijada por el Gobierno sacó ronchas. “¿Qué es eso de fijarse meta anual de expulsión de inmigrantes? Hay causales concretas que justifican expulsión y hay que hacerlo cuando corresponde. No puede convertirse en meta mediática y política”, espetó el diputado Pepe Auth.
Para el senador RD Juan Ignacio Latorre, “el Gobierno instala metas que bordean el neofascismo. Ya lo vimos desde las medidas tomadas en EE.UU, nada se resuelve expulsando personas y separando familias”.
