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La medida tomada por el Ejecutivo generó reacciones. Desde el Servicio Jesuita a Migrantes, su director José Tomás Vicuña acusó que dicha expulsión busca un «efecto mediático» y sostuvo que no se cumplió el debido proceso, señalando que los extranjeros no tuvieron derecho a defenderse.
El ministro del Interior Andrés Chadwick, defendió este viernes las medidas tomadas por el Gobierno conjuntamente con la Policía de Investigaciones (PDI), en la que expulsaron a 51 extranjeros colombianos por haber cometido delitos tanto en Chile como en su país de origen.
Esta iniciativa tiene «como una de sus misiones y tareas evitar el tráfico de personas y el ingreso ilegal al país», explicó Chadwick desde Iquique, donde se encuentra rabajando en el Plan Frontera Segura, con el cual pretende combatir el crimen organizado proveniente desde el exterior.
«Esperamos poder completar este año con cerca de 2 mil expulsiones de aquellas personas que se encuentran en esa situación», agregó el secretario de Estado.
La medida tomada por el Ejecutivo generó reacciones. Desde el Servicio Jesuita a Migrantes, su director José Tomás Vicuña acusó que dicha expulsión busca un «efecto mediático» y sostuvo que no se cumplió el debido proceso, señalando que los extranjeros no tuvieron derecho a defenderse.
«Todos tienen derecho a defensa y pueden ejercer su derecho a defensa, pero el derecho a defensa no invalida que el Estado, en uso y aplicación de su ley, al igual que con cualquier ciudadano chileno, haga cumplir la ley», dijo Chadwick, refiriéndose a los dichos de Vicuña.
Desde la oposición también hicieron reparos principalmente sobre la meta que se planteó el Gobierno de expulsar a 2000 extranjeros. Al respecto, el diputado independiente Pepe Auth, cercano a la Nueva Mayoría, recalcó que «Hay causales concretas que justifican la expulsión y hay que hacerlo cuando corresponde. No puede convertirse en meta mediática o política».
