Finalmente, el Presidente Sebastián Piñera logró su cometido, y a través de un discurso donde puso en el mismo canasto de la democracia a quienes incluso votaron Sí en el plebiscito de 1988, celebró en la Moneda un hito que, hasta hoy, sólo presentó durante 30 años a rostros de la centroizquierda del país. Ante la notoria ausencia de la directiva de la UDI, el Mandatario no sacó a relucir el recuerdo de que su voto, a diferencia de la mayoría oficialista, fue en aquel entonces que No. Y aunque reiteró su rechazo a la violación de los Derechos Humanos en dictadura, hizo un guiño mayor valorando las “muchas modernizaciones” de aquella época.
Tal como lo quiso el Presidente Sebastián Piñera, la derecha terminó por subirse al carro del triunfo del NO, que hasta antes de esta ocurrencia presidencial, siempre estuvo localizada en la vereda de la centroizquierda chilena, que fue la que votó por el fin de la dictadura. A través de una bajada comunicacional acordada con el oficialismo, La Moneda fue morigerando el ambiente durante las últimas semanas y convenció a los suyos, que, aunque hayan votado por la opción de continuar bajo la dictadura, fueron también parte de la gesta democrática.
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Copando todos los espacios del ancho camino de la democracia, el jefe de Estado insistió con instalar el concepto de una segunda transición, idea que supone elevaría la actual figura presidencial al estatus de un estadista capaz de sentarse contiguo al expresidente, y, en sus palabras, referente, Patricio Aylwin.
Una de las advertencias bajo cuerdas que se le había realizado al Mandatario era que para tener la venia de Chile Vamos de participar en este hito, no podía sacarlos al pizarrón. En pocas palabras, no podía sacar su “medallita” frente al oficialismo, es decir, no hacer mención ni destacar que aquel 5 de octubre, su voto fue por la opción del NO. En los cerca de 30 minutos de discurso, la máxima autoridad del país, si bien en más de una ocasión dejó claro que él pertenecía a la oposición en aquellos años, a diferencia de años anteriores, no hizo mención a su decisión en las urnas.
[cita tipo»destaque»]»Hay políticos de la vieja escuela que insisten en ver la política por el espejo retrovisor, en quedarse pegados, y por lo mismo es que chocan de frente con la realidad y no tienen futuro. Yo lamento que la presidenta de mi partido y otros miembros de la directiva hayan decidido no venir», dijo Jaime Bellolio, el único parlamentario UDI presente en el acto[/cita]
En su discurso, frente a emblemáticas figuras de la dictadura, entre ellos, sus propios ministros y parlamentarios de Chile Vamos, el Presidente Piñera transitó desde el elogio a la oposición de aquel entonces apuntándolos como “un grupo de visionarios que resolvió enfrentar de forma pacífica” a Pinochet, hasta “valorar muchas modernizaciones” de la época, en referencia al período bajo el mando militar.
De esta manera, si bien la derecha logra copar un espacio que le pertenecía sólo a la izquierda en nuestro país, la negociación no le salió gratis al Mandatario, quien no pudo lucir su voto por el NO, el agente diferenciador y que -según asume- le entrega altura moral frente a sus pares.
Respecto a las señales, Piñera no se movió mucho de su discurso empleado el pasado 11 de septiembre, donde si bien no reiteró la frase en torno a que “la democracia no murió de muerte súbita”, sí reiteró que, para entonces, se llegaba con una «democracia enferma» y que fue durante la década del ’60 cuando se presentaron las primeras señales de aquella condición.
Para el oficialismo no fueron fáciles las últimas semanas, tras el siempre complejo 11 de septiembre para este sector de la política nacional. De hecho, la decisión del jefe de Estado de relevar por primera vez el 5 de octubre, más de un roce interno provocó.
El llamado presidencial finalmente fue correspondido por tres de los cuatro presidentes de Chile Vamos, los líderes de RN, Evópoli y el PRI demócrata. Desde la UDI, en cambio, la señal fue clara e inequívoca. Nadie de su directiva acogió el llamado del Presiente Piñera para participar de esta actividad, y hasta La Moneda sólo llegaron el diputado que representa a la disidencia, Jaime Bellolio, y la histórica militante, la alcaldesa de Providencia, Evelyn Matthei.
Tras el discurso, el diputado Jaime Bellolio dejó clara su molestia con la actitud de la directiva de su partido. “Hay políticos de la vieja escuela que insisten en ver la política por el espejo retrovisor, en quedarse pegados, y por lo mismo es que chocan de frente con la realidad y no tienen futuro. Yo lamento que la presidenta de mi partido y otros miembros de la directiva hayan decidido no venir, porque lo que hoy día se conmemora por supuesto es el triunfo del NO, pero por sobre todo los valores democráticos que nos inspiran como Chile Vamos”. Cabe consignar que tampoco estuvo presente el contendor de la actual presidenta en la próxima interna gremialista, el diputado Javier Macaya.
En este contexto, no pasó desapercibido el mensaje retuiteado por el presidente de Evópoli, Hernán Larraín Matte, en el cual, desde la cuenta de su partido se publicó una foto de todos los miembros que asistieron a Palacio bajo la frase de “Evópoli presente en los #30AñosDeNo junto al Presidente Sebastián Piñera”.
Uno de los que dijo presente por Evópoli fue el senador por la Araucanía, Felipe Kast, quien dijo que «yo no comparto la opción que se toma de restarse de acá de algunos parlamentarios. Yo creo que deberíamos estar todos, y acá soy de una sola materia, quiero que ojalá esto sea un patrimonio chileno. A estas alturas que algunos crean que no fue positivo el retorno a la democracia a mí me parece curioso y lamentable”, en referencia directa a la presidenta de la UDI, Jaqueline van Rysselberghe, quien días atrás señaló que si tuviese que decidir de nuevo, nuevamente votaría por el SI.
Por último, el timonel de RN, Mario Desbordes envió un mensaje que de seguro calará en varios de sus pares: “Yo voté que SI, antes de que alguien lo consulte, no tengo ningún problema con aquello. Tenía 19 años sí, pero no era ignorante en la materia”.