El histórico ex presidente de Renovación Nacional se refirió en muy buenos términos al viaje que realizaron algunos parlamentarios de la UDI, incluida su presidenta Jacqueline van Rysselberghe, a Brasil para reunirse con el candidato ultraderechista, favorito para la segunda vuelta. Para Larraín fue una pena que ningún integrante de su partido tomara la decisión de viajar a conocerlo, ya que Bolsonaro es un fenomeno que «puede repetirse en otras partes» si la izquierda no actúa bien.
El debate que se formó tras la visita de integrantes de la UDI, incluida su presidenta Jacqueline van Rysselberghe, a Brasil para reunirse con el candidato favorito para las próximas elecciones, el ultraderechista Jair Bolsonaro sumó un nuevo actor: el histórico de Renovación Nacional, Carlos Larraín.
Contrario a la mayoría de la gente, que criticó el viaje, Larraín se posicionó en la vereda contraria, alabando la visita: «me parece un fenómeno que hay que seguir de cerca. No sabemos lo que es en realidad. Puede hacerlo bien como puede ser un desastre, pero ciertamente no es la encarnación del demonio como quiere la izquierda», señaló en entrevista con el diario El Mercurio.
De hecho, se lamentó debido a que en el viaje realizado no se encontraba ningún parlamentario de RN. Para Larraín, el fenómeno de Bolsonaro «puede repetirse en otras partes si acaso la izquierda profundiza en la idiotez».
Sobre su partido, el que presidió, aseguró que Renovación Nacional «no podrá estar nunca tranquila, porque es así, inquieta». Sin embargo, manifestó que la ve muy firme detrás de Mario Desbordes, quien representa al partido frente al Gobierno. Además agregó que sigue ayudando, a su manera, al partido: «me meto en mis asuntos universitarios, tengo contactos con los movimientos de la centroderecha universitaria, ayudo en lo que puedo a Mario».