“Estamos muy contentos como Gobierno”, dijeron en Interior tras la mediática puesta en escena donde 176 haitianos partieron en un vuelo de regreso a su país. El operativo estuvo marcado por errores de procedimiento, porque el INDH constató que 59 no fueron embarcados (de este grupo, 26 provenían de regiones y había 4 embarazadas). Desde la izquierda, en tanto, se catalogó el operativo como una «expulsión masiva de haitianos», mientras el Servicio Jesuita a Migrantes (SJM) advirtió que “el 99% de los haitianos se quiere quedar” y el plan “es el costo de una mala política porque lo ideal es que nadie se devuelva”.
Con una mediática pauta de prensa del Ministerio del Interior, y una transmisión casi en cadena nacional por varios canales de televisión, la mañana de este miércoles se llevó a cabo el primer vuelo del denominado «Plan de Retorno Humanitario», que trasladó a 176 haitianos, quienes decidieron retornar a su país.
Mientras entidades humanitarias como el Servicio Jesuita a Migrantes (SJM), expresaron sus críticas al plan gubernamental, y el Instituto Nacional de Derechos Humanos monitoreó en terreno el proceso, en el Ejecutivo el balance era más que positivo.
«Estamos muy contentos como Gobierno, porque tal cual como fue solicitado por el Presidente, se está dando cumplimiento al primer vuelo de regreso voluntario de ciudadanos haitianos que, no habiendo podido adaptarse a la realidad nacional, solicitaron formalmente la ayuda para poder regresar a su país», sostuvo el subsecretario del Interior, Rodrigo Ubilla desde el Gimnasio Polideportivo de Estación Central, donde dio el puntapié inicial a esta iniciativa del Gobierno.
El Plan Humanitario de Regreso Ordenado consiste, en concreto, en «el traslado a su país de origen de extranjeros que se encuentren en Chile de forma regular o irregular y que decidan retornar voluntariamente, de forma individual o como grupo familiar», sostiene la página del Departamento de Extranjería y Migración. Quienes se acojan al plan no podrán retornar al país por un periodo de 9 años.
Si bien el plan está abierto en primera instancia a haitianos, el Gobierno ahora no descarta extenderlo a colombianos. “Existen solicitudes de otros países, principalmente de Colombia que nos han dicho que les interesaría que el Gobierno también pudiera ayudar a colombianos a regresar a su país», indicó el subsecretario.
Para quienes trabajan en el tema de migración, el tema genera cuestionamientos. En ese contexto, el director del Servicio Jesuita a Migrantes (SJM), José Tomás Vicuña, dijo en Radio Duna que el plan “es el costo de una mala política porque lo ideal es que nadie se devuelva” y “acá no estamos pagando el costo de la seguridad sino el de la inclusión”.
Una de las falencias iniciales del plan, a la que apunta Vicuña, es focalizar en los haitianos este retorno, por lo que le parece positivo que el Gobierno haya abierto el programa a otras nacionalidades. “Es la situación social lo que hace ofrecer este programa, no la nacionalidad. Si quedaba radicado en la nacionalidad era complejo, porque ahí podría haber algo más discriminatorio”, comentó en Radio ADN.
Sin embargo, indicó que le parece «algo excesivo» los nueve años sin que los haitianos puedan regresar a nuestro país. «Podrían ser cinco o tres, como en España», precisó.
Según el sacerdote jesuita, la gran mayoría de los haitianos residentes en nuestro país quiere permanecer en nuestro país. «El 99% de los haitianos se quiere quedar. De esos, algunos lo están pasando bien, otros más o menos y otros mal», indicó, enfatizando que una de las principales dificultades que excluye a los haitianos en Chile es «la barrera idiomática».
Sin embargo, también manifestó su preocupación por la poca inclusión en el mundo del trabajo. «La población haitiana es la primera en denunciar a la Dirección del Trabajo y justamente algunas de las personas quieren volver por abusos laborales», puntualizó.
Otro de los que se mostró en contra del plan fue el secretario ejecutivo del partido Izquierda Autonóma, Francisco Figueroa, quien criticó la cobertura mediática de lo que considera es una «expulsión masiva de haitianos».
«Vergonzosa cobertura mediática de la expulsión masiva de haitianos. La magnitud de la crisis del periodismo es brutal: los medios devienen cada día más relacionadores públicos del poder y empobrecedores de la realidad. ¡En la izquierda debemos tomarnos muy en serio el problema!», sostuvo en su cuenta Twitter.
Para la directora del INDH, Consuelo Contreras, en tanto, «reiteramos lo ya dicho en otras ocasiones: el Estado de Chile tiene deberes que cumplir respecto del ejercicio de derechos de las personas migrantes”.
Pese a la satisfacción del Gobierno, lo cierto es que la jornada estuvo llena de errores administrativos. “El INDH recibió la información de que algunas personas no estaban siendo embarcadas, a pesar de haber recibido la confirmación emitida por el Departamento de Extranjería y Migración del Ministerio del Interior”, informó la entidad.
Al respecto, la directora del INDH informó que «al tener noticia de que habían personas de nacionalidad haitianas que habían quedado sin poder viajar, quedando en una situación de mayor vulnerabilidad, nos constituimos en el lugar de pre embarque y pudimos comprobar la situación en la que se encontraban».
El INDH constató que 59 ciudadanos haitianos no fueron embarcados. De ellos 21 señalan haber recibido el mensaje telefónico de confirmación; 30 señalaron haber recibido una llamada; y 8 personas que no tenían claridad sobre el aviso del viaje.
Al respecto, la directora del INDH afirmó que “sin duda es preocupante lo ocurrido pues personas migrantes que ya se encuentran en una situación de vulnerabilidad y que vienen de distintas regiones del país, no pudieron tomar un vuelo que se les habría informado y quedaron sin un lugar donde quedarse».
De este grupo, 26 provenían de diversas regiones de Chile y “denunciaron haber dejado sus viviendas debido a que pensaron que serían embarcados hoy, por lo tanto no tienen un lugar adonde alojar hasta una eventual nueva fecha que el Gobierno informe para su repatriación”, señaló el INDH.
En este grupo se encontraban cuatro mujeres embarazadas, de las cuales una fue trasladada a un albergue a solicitud del INDH; un hombre enfermo que fue trasladado a la Posta Central; y tres personas adultas mayores, precisó la entidad.
En el oficialismo sólo hay aplausos. De hecho, el senador RN Manuel José Ossandón felicitó a la Subsecretaría del Interior por el Plan de Retorno Humanitario y pidió a los 176 haitianos que retornaron no culpar a Chile «por su mala experiencia y sueños rotos».
«A los 176 haitianos que hoy retornan, les pido no culpen a #Chile por su mala experiencia y sueño roto. Si hay culpables, ellos son quienes s/ escrúpulos les prometieron encontrar la panacea, sabiendo que no sería posible. Felicitaciones a @Sub_Interior por #RetornoHumanitario», publicó en su cuenta de Twitter.
En tanto, el ministro de Interior, Andrés Chadwick, defendió el plazo de 9 años que los extranjeros que se adhieran al plan no podrán retornar al país, argumentando que se trata de una medida que busca que esto no sea entendido como una «agencia de viaje»
«No es ninguna deportación encubierta (…) de lo que se trata es de que esto no sea entendido como una agencia de viajes (…) este plan, que consiste en poder dar este beneficio de retornar a Haití en forma completamente gratuita, se hace con los recursos de todos los chilenos, sacamos los recursos del presupuesto para financiar esto con un sentido humanitario, pero no sobre la base de que aquí es una agencia de viaje y se puede usar y volver como si fuese turista. El que toma este beneficio tiene que saber que ya una próxima vez para retornar al país, tiene que ser con tiempo, pensado, sabiendo a lo que viene. Ya no hay excusas (…) y pensamos que un plazo de 9 años es un plazo prudente que impide que este beneficio sea utilizado en forma incorrecta», sostuvo el secretario de Estado en entrevista con 24 Horas.