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El General Director de Carabineros , fue categórico al enfatizar que se «adoptaron las medidas que nosotros estimamos adecuadas. Cada vez que ocurre una situación irregular cometida por uno de nuestro carabineros, vamos a tomar las medidas de inmediato, sean estas drásticas y afecten a las personas que sean, pero tenemos que ser transparentes»
Uno de los más criticados en la crisis de autoridad que desencadenó la muerte de Camilo Catrillanca, ha sido el general director de Carabineros, Hermes Soto, quien en las horas que siguieron al hecho, se plegó a la versión de que Catrillanca tenía antecedentes por el delito de receptación y que no los policías no portaban cámaras para grabar el operativo.
Sin embargo, rápidamente se confirmó que el comunero no tenía antecedentes y que además, un funcionario si llevaba cámara en su casco y destruyó la tarjeta con las imágenes correspondientes a la acción de Carabineros. Detalle que el propio general entregó al Ministro del Interior, Andrés Chawick.
«Siempre tenemos que dejar abierta la posibilidad de que existan situaciones que sean distintas a las que se nos informan en primera instancia, y eso fue lo que ocurrió aquí», dijo según consigna El Mercurio.
Soto reconoció que se sintió engañado. «El funcionario que incurre en sacar el elemento de la cámara y destruirlo lo hace de forma inadecuada y por lo tanto tiene que responder ante los tribunales, (…) Ellos mintieron en todo momento. Me afecta de todas maneras», reconoció.
El general de todas formas, fue categórico al enfatizar que se «adoptaron las medidas que nosotros estimamos adecuadas. Cada vez que ocurre una situación irregular cometida por uno de nuestro carabineros, vamos a tomar las medidas de inmediato, sean estas drásticas y afecten a las personas que sean, pero tenemos que ser transparentes», concluyó.
