Era la presidenta del Centro de Padres y Apoderados del único establecimiento de educación técnico profesional de la zona, el mismo donde fue dirigente estudiantil Camilo Catrillanca, el joven asesinado hace un mes por el Comando Jungla de Carabineros. Hoy el establecimiento, que antes fue la esperanza de más de 300 jóvenes mapuches que provenían de toda La Araucanía para estudiar ahí, se encuentra cerrado. “Prefirieron poner plata en militarizar, con el objetivo de cuidar a los grandes empresarios que hay como las forestales, que en la educación de nuestros hijos”, acusa desde esta localidad cercana a la comunidad de Temucuicui, en el corazón de la zona del conflicto mapuche.
La localidad de Pailahueque, en la comuna de Ercilla, es cercana a la comunidad de Temucuicui , donde fue asesinado el joven comunero Camilo Catrillanca el 14 de noviembre. Allí viven algo más de 2.000 personas y desde el 2014, conviven las Fuerzas Especiales de Carabineros, que tienen desplegados entre 300 y 500 efectivos en la zona.
La base de operaciones de la policía está instalada en lo que antes fue el único establecimiento de educación técnico profesional en la zona, esta a 1,5 kilometros del pueblo, 15 minutos a pie. A su disposición quedó la pasarela construida para que los jóvenes del liceo cruzaran la carretera, pero hoy los pailahuequinos prefieren no usarla, más de uno ha tenido problemas con Carabineros por transitar por ahí.
Algo similar ocurrió el 2016 cuando meses antes del verano, sin explicación los efectivos de Carabineros cerraron el acceso al Salto Dumo, balneario de la zona. Presionado por las comunidades de Pailahueque, el alcalde de Ercilla, José Vilugrón (UDI), viajó a Santiago a firmar un convenio con el entonces director de carabineros, Bruno Villalobos, para garantizar el libre acceso.
El cuartel policial cuenta con más de 44 hectáreas y antes fue la esperanza de más de 300 jóvenes mapuches que provenían de toda La Araucanía -Alto Biobío, Lonquimay, Lumaco, Ercilla, Tirúa, Temuco- para estudiar ahí. Camilo Catrillanca fue presidente de su Centro de Alumnos, y también estudió ahí técnico forestal, Alex Lemún, de 17 años muerto, por un disparo en la cabeza por la policía en 2002.
[cita tipo=»destaque»]“El Estado chileno nos quito el derecho a nuestras tierras, ese derecho donde nosotros crecimos libres, el derecho a cuidar la naturaleza. Nosotros protegemos nuestras aguas, sin agua no hay vida, eso es lo que la gente no entiende , no es que tu estés peleando algo por quererlo pelear, la gente no entiende que el Estado chileno por más de 500 años ha tenido un conflicto con nosotros por la riqueza de nuestras tierras. Muchos empresarios chilenos como extranjeros se han hecho multimillonarios con las tierras mapuches y nosotros a cambio nos hemos quedado sin agua, las forestales están secando las napas subterráneas, los pozos, los esteros, los ríos, matan a los conejos y liebres de los que nos alimentamos», sentenció Quiñilen.[/cita]
Gloria Quiñilen era la presidenta del Centro de Padres y Apoderados del establecimiento, allí estudiaban sus hijos Eric y Alí que eran cercanos a Camilo Catrillanca y explica que el liceo se cerró por mala administración: “Hubo situaciones extremas, faltas de cotizaciones, falta de sueldo, falta de comida para los niños internos». Hasta hablaron con la entonces ministra de Educación, Carolina Schmidt, que se comprometió a hacer todo lo posible, pero que igual el liceo se cerró.
En abril de 2014, a inicios del segundo mandato de Michelle Bachelet, recordó Quiñilen «llegaron los‘pacos, prefirieron poner plata en militarizar que en la educación de nuestros hijos”.
«Acá vivimos en una zona militarizada», explicó la dirigenta mapuche. «Para mujeres hombres y niños es la misma violencia, les da lo mismo si es un niño chico, si va pasando , les tiran lacrimógenas, los balean , les tiran balines de goma, los dejan heridos, nos odian y salen diciendo que los atacaron que les tiraron balas y eso no es así”, criticó.
Quiñilen contó que «empezó cuando llegaron las forestales hace como 26 años y cuando mis lagmienes empezaron a recuperar sus tierras, porque realmente a ellos le arrebataron sus tierras. Entonces los empezaron a arrinconar, de apoco empezaron a llegar las forestales y los dueños de fundo fueron marcando tierra y fueron apretando a las comunidades. Comunidades que eran dueñas de sus tierras, que tienen un papel donde dice su derecho de tierra, lo que le pertenece al pueblo mapuche».
Aseguró que con la llegada de las transnacionales se generó el caos en la zona, llegó Carabineros a instalarse en el liceo y ahí empezaron los problemas, «los allanamientos a cualquier hora, golpeando mujeres, golpeando niños, no odian. De aquí mismo (comunidad Pinoleo) puedes escuchar como entran, como anda el helicóptero, como se sienten los disparos tan fuertes».
-¿Por qué se genera ese odio del que habla hacia el pueblo mapuche?
-Estamos rodeados por las transnacionales, por la forestal Mininco que es la que más nos rodea. Usted ve que la comunidad de Pinoleo, tanto como la Adolfo Pichilenco, estamos rodeados, hasta llegar al río Malleco, hasta allá estamos llenos de forestales, y lamentablemente el Estado chileno y los gobiernos que han pasado mandan a Carabineros para que cuide el bolsillo de los empresarios, tanto chileno, como extranjeros, y eso nosotros lo vivimos a diario.
La comunidad de Pinoleo está a 10 kilometros de Pailahueque, los caminos son de tierra y por la ruta se ven cientos de hectáreas con pinos y eucaliptus que incluso tapan el sol y oscurecen el paisaje.
“El Estado chileno nos quito el derecho a nuestras tierras, ese derecho donde nosotros crecimos libres, el derecho a cuidar la naturaleza. Nosotros protegemos nuestras aguas, sin agua no hay vida, eso es lo que la gente no entiende , no es que tu estés peleando algo por quererlo pelear, la gente no entiende que el Estado chileno por más de 500 años ha tenido un conflicto con nosotros por la riqueza de nuestras tierras. Muchos empresarios chilenos como extranjeros se han hecho multimillonarios con las tierras mapuches y nosotros a cambio nos hemos quedado sin agua, las forestales están secando las napas subterráneas, los pozos, los esteros, los ríos, matan a los conejos y liebres de los que nos alimentamos», sentenció Quiñilen.
Agregó que se realizará «la tercera corta (de árboles) aquí en pinoleo, el daño que te dejan es inmenso con las maquinarias pesadas echan a perder los caminos, no los arreglan, a ellos no le importa nada, a ellos lo que les importa es vender, vender y vender y enriquecerse y nosotros quedamos en medio del negocio”.
Tras el crimen de Catrillanca, afirmó la dirigenta mapuche, «nuestro pueblo se ha unido mucho más de lo que estaba, este pueblo nuestro, que no es pueblo es una nación, somos una nación dentro de otra nación».
-¿Cree que a Camilo Catrillanca lo estaban buscando para matarlo?
-Sí, por eso estaba en las fotos y no solo Camilo, en las fotos también está Juan Cantrillanca, su abuelo, un lonko que es de “tomo y lomo”.
Quiñilen dijo que el Estado chileno ha hecho mal su trabajo. «Ellos le llaman conflicto mapuche, no es un conflicto de nosotros los mapuches hacia ellos, es el Estado chileno el que tiene el conflicto hacia nosotros, el estado chileno es el que ha hecho terrorismo con nosotros, entonces nosotros ya nos cansamos que nos pasen a llevar y que nos sigan matando», precisó.