En las últimas horas han salido a la luz pública las declaraciones que han prestado ante los prosecutores algunos personajes clave de esta trama. En ellas se puede ordenar cronológicamente cómo fueron actuando desde la tarde del 14 de noviembre, fecha del mortal operativo donde fue asesinado Camilo Catrillanca, las mentiras sobre las grabaciones, los cruces de versiones y los roles y responsabilidades en este caso.
El Ministerio Público sigue avanzando para desentrañar la madeja del caso del crimen del comunero mapuche Camilo Catrillanca, que en los próximos días sumará otros formalizados: el abogado Cristian Inostroza, Manuel Valdivieso (ex jefe del GOPE de la zona), Gonzalo Pérez (chofer de la patrulla del GOPE), y el ex jefe de Fuerzas Especiales en La Araucanía, Jorge Contreras.
En las últimas horas, La Tercera difundió las declaraciones que han prestado ante los prosecutores algunos personajes clave de esta trama, como el ministro del Interior Andrés Chadwick y el subsecretario Rodrigo Ubilla, el entonces general director Hermes Soto, y los ex GOPE integrantes de la patrulla involucrada en la muerte del nieto del lonko de Temucuicui.
Para ir comprendiendo cronológicamente el caso, Soto declaró que el 14 de noviembre cerca de las 17.00 el entonces general Christian Franzani (entonces General de Orden y Seguridad) le informó del operativo en Ercilla con una persona lesionada en la Comunidad Temucuicui. Según indicó, dichos antecedentes se los fue entregando “el General Franzani, quien a su vez era informado por el General Mauro Victtoriano (entonces jefe de Orden y Seguridad de La Araucanía)”.
Por su parte, el subsecretario del Interior, Rodrigo Ubilla, señaló que el Gobierno se enteró a las 18:06 del miércoles 14 de noviembre a través de un mensaje de Carabineros del incidente en Ercilla, reportado como un “enfrentamiento”. “Dada la magnitud del tema, se lo comuniqué al Vicepresidente de forma inmediata”, señala Ubilla. Por esos días Chadwick estaba a cargo, porque el Presidente Sebastián Piñera anda de gira por Asia.
El subsecretario añade que a las 18:25 supo la identidad del herido, y apenas un minuto después, a las 18:26, se le informó de su fallecimiento, algo de lo que se enteró Chadwick minutos después.
Chadwick señala en su relato que tomó contacto con Hermes Soto, y luego con el general Mauro Victtoriano, pero los antecedentes eran muy preliminares, y en el contacto con éste último “las comunicaciones eran muy dificultosas, se cortaba y se escuchaba con mucho ruido”.
En este escenario convulso, Soto añade otro elemento, señalando que a eso de las 19.30 u 20.00 “el Ministro del Interior me solicita dar una conferencia de prensa informando de la situación al país”.
De acuerdo al relato de Chadwick, recién a las 7 de la mañana del jueves 15 hubo mayor información de Carabineros con el envío de un documento denominado ‘Resumen ejecutivo’ con el detalle de los hechos “desde el robo de los vehículos hasta el procedimiento en el interior de la comunidad Temucuicui. En este documento se expresa, en términos generales, lo siguiente: que la patrulla que se desplazaba en el carro J-040 no pudo seguir avanzando debido a un corte de camino provocado por un árbol, que la patrulla continúa el camino a pies, que reciben disparos desde ambos lados del camino, que los funcionarios realizan disparos disuasivos, que el tractor se cruza en la línea de fuego, produciéndose en ese momento la lesión del conductor del tractor. En ese mismo documento se da cuenta de la detención del adolescente, como asimismo de la recuperación de los vehículos que habían sido sustraídos”.
Respecto a los registros del operativo, Ubilla asegura que en la mañana del 15 de noviembre “le solicité al general Franzani que me remitiera las imágenes captadas desde el helicóptero. A las 11:34 horas, el general Franzani me contesta que ello no es posible aún, pues se estaban pasando esas imágenes a otro formato”, indica.
“A las 13:31 horas llamé nuevamente al general Franzani para exigir que me remitiera las imágenes del procedimiento (…) A las 13:36 horas, recibí no sólo imágenes del helicóptero y de un dron, sino que también del procedimiento en sí mismo, concretamente de los primeros auxilios prestados a Camilo Catrillanca (…) Estas imágenes no eran del grupo de avanzada”, asegura.
Ese 15 de noviembre, se revela en las declaraciones que hubo una reunión en La Moneda a las 20 horas, con Hermes Soto, donde se le encomendó trasladarse a la zona. “En esta reunión, el general Soto reitera la inexistencia de cámaras en el grupo de avanzada”, asegura Ubilla.
En su declaración, Soto respondió que “durante las primeras horas del procedimiento, no recibí información, ni consulté respecto de la existencia o no de cámaras como parte del equipamiento de los funcionarios. Lo que sí, siempre fue un hecho reconocido y claro es que los funcionarios habían disparado”.
“Recuerdo que durante el día jueves 15 de noviembre comencé a averiguar si existían imágenes del procedimiento y la información que recibí, también a través del general Franzani, era que los funcionarios del GOPE no habían utilizado cámaras a pesar de contar con cámaras de cargo fiscal, según recuerdo uno de ellos la habría dejado en su casa y el otro en una mochila. La tarde del día 15 de noviembre, el General Franzani me reportó desde la Araucanía que había revisado el procedimiento que estaba todo normal y que regresaría a Santiago”, añadió.
Según explicó Soto ante los fiscales de La Araucanía, la tarde del jueves 15 “el ministro (del Interior) dispone que concurra a la Araucanía e indague respecto de la existencia de cámaras”.
A pocas horas de ocurrido los hechos, en su primera declaración ante la Fiscalía, el grupo de uniformados integrantes de la patrulla compuesto por Raúl Ávila, Carlos Alarcón, Patricio Sepúlveda y Braulio Valenzuela (todos formalizados y dados de baja de la institución) afirmó que hubo un enfrentamiento y que nadie portaba cámaras de video al momento del operativo. Esa misma versión se la dijeron el 16 de noviembre a Hermes Soto, aunque en los días posteriores cambiarían sus testimonios.
Respecto a esta reunión en Pailahueque con los integrantes de la patrulla, Soto aseguró que dicho encuentro se extendió por “muy breve tiempo”. “Recibí en conjunto a los cuatro funcionarios del GOPE y les consulté respecto del uso de cámaras y ellos señalaron no haberlas llevado al procedimiento. Recuerdo que uno de ellos manifestó haberla dejado en una mochila y otro funcionario expresó que la había olvidado en su casa. En esa reunión recibí a los abogados Cristian Inostroza, al Capitán Sobarzo y otros abogados que habían llegado el día anterior. Los abogados cumplen la función de apoyo en la revisión de los procedimientos. La reunión que acabo de indicar, no tuvo en total más de una hora y media, y con los funcionarios del GOPE estuve por muy breve tiempo, oportunidad en la que manifestaron lo que ya señalé respecto de las cámaras y ratificaron que habían disparado en el contexto de un enfrentamiento sostenido en el lugar”.
Según uno de los imputados, Carlos Alarcón, dicha reunión “debe haber durado como una hora antes de ir a declarar a la fiscalía de Collipulli y durante ese tiempo el abogado Cristián Inostroza (funcionario civil contratado por Carabineros) nos dijo lo que teníamos que decir, y mi mayor Manuel Valdivieso (exjefe del Gope de la zona) lo apoyaba”.
Esta misma versión fue ratificada por Valenzuela. “Ahí mi sargento Ávila le indicó que sí, que llevaba una cámara y que había grabado el procedimiento, y el abogado dijo que teníamos que decir que no había grabaciones y tenía que destruir las grabaciones (…) Mi general Soto nos escuchó y nos preguntó si había grabaciones, a lo que todos respondimos que no”, señaló.
Sepúlveda, por su parte, recordó que Alarcón quiso decirle la verdad a Soto, pero fue frenado por Valdivieso. “Nos dijo que mi general Soto había encontrado débil a Alarcón y que había que reforzarlo con los abogados”, sostuvo.
En esta trama, el abogado Inostroza niega las imputaciones y asegura que fue el sargento Ávila quien le señaló que “cuando estuvimos arriba, los que estábamos ahí decidimos entre todos que nadie andaba con cámara’. Le pregunté a quién se refería con todos y él me contestó: mi general Mauro Victtoriano, mi coronel Contreras, mi comandante Correa, mi mayor Valdivieso y mi mayor Fernández”.
Soto añadió que tras esa reunión en Pailahueque se trasladó a Angol “con el propósito de escuchar los audios de la Central de Comunicaciones relativos al procedimiento. De lo que escuché en los audios, recuerdo las comunicaciones relativas a la persona herida y las solicitudes de auxilio correspondientes para sacarlas del lugar. No recuerdo haber escuchado audios relativos al enfrentamiento”.
Consultado cómo se enteró de la existencia de imágenes del operativo, Hermes Soto dijo que el sábado 17 de noviembre “aproximadamente a las 16.30 horas, recibí un llamado del General Victtoriano, quien me indicó que la PDI requería la citación del sargento Ávila, ya que se había establecido a través de unas imágenes que en realidad este funcionario sí portaba una cámara. El General Victtoriano me explicó que el Sargento le habría indicado que la tarjeta de memoria la había extraído y la había roto, supuestamente porque tenía imágenes con su mujer. En ese momento, no podía creer lo que estaba pasando, de manera que solicité una reunión urgente con el Ministro del Interior y le di cuenta de lo que me había informado el General Victtoriano”.
Avila recordó que el 17 de noviembre, antes de ir a declarar a la PDI, donde estaba citado para las 18.00, se reunió a conversar con Inostroza. “Me dice que estaba la ‘cagá’, que se había filtrado una imagen mía con una cámara en mi casco y el mando quería saber qué iba a decir yo en relación a ello. En ese momento yo vi que al abogado Inostroza lo llamaron por teléfono, dos o tres veces, por lo que el mismo abogado me dijo que se trataba del general Soto, que llamaba para saber qué iba a decir yo respecto a la cámara (…) En un momento el abogado puso el teléfono en altavoz y ahí pude escuchar la voz del general Soto, que le decía al abogado que a partir de ese momento toda la información que se tuviera debía canalizarse directamente a él y no a través de otra persona”.
De acuerdo al ministro del Interior, después de las 17 horas del sábado 17 de noviembre, “el general Soto se comunicó conmigo y me solicitó una reunión urgente. Recibí al general Soto en mi domicilio a las 18 horas. En esta reunión me informó que uno de los funcionarios de Carabineros que habían participado del procedimiento del día 14 portaba una cámara de video tipo Go Pro, y agregó que la tarjeta de memoria había sido extraída y destruida debido a que tenía imágenes íntimas”.
“Manifesté al general Soto que se trataba de una situación de gravedad, por lo que le solicité un informe escrito de lo que me comunicaba, y luego tomé contacto con el Fiscal Regional, a quien informé de la situación, haciéndole llegar luego una denuncia con los hechos informados por Carabineros”, añade el ministro.
Al día siguiente, a primera hora en La Moneda, el ministro Chadwick junto a Soto confirmó que un carabinero destruyó grabaciones del procedimiento. En ese momento, comunicó las renuncias de Victoriano y el coronel Iván Contreras Figueroa (entonces Prefecto de Fuerzas Especiales de la Araucanía); y la baja de los cuatro integrantes del GOPE que integraban la patrulla.
Ubilla además revela otros elementos, develando que hasta ese momento el Gobierno no estaba enterado de las reuniones de los funcionarios de la patrulla con otros involucrados en la trama.
“El general Soto entregó, el día miércoles 5 de diciembre, un documento que contiene una cronología de hechos (…) Quedan en evidencia dos situaciones que hasta ese momento no eran conocidas. La primera es la existencia de una reunión la noche del 14 de noviembre en la que participan los cuatro funcionarios imputados, además del general Victtoriano, el mayor Valdivieso, el coronel Contreras y el abogado Inostroza. La segunda situación era la reunión de las 3:30 de la madrugada del 15 de noviembre, sostenida por el general Franzani con los cuatro funcionarios imputados”, señala.
En la tarde, siempre según el relato de Ubilla, Soto informó al ministro del Interior “que en la reunión sostenida en la madrugada del día 15 de noviembre también habían participado los generales Victtoriano y Gallegos”.
De acuerdo al subsecretario del Interior, al día siguiente, 6 de diciembre, “se le requirió al general Soto que adoptara las medidas administrativas y disciplinarias correspondientes”. Así, se le solicitó la renuncia al director de Orden y Seguridad de Carabineros, general Christian Franzani, el entonces número 3 de la institución, un hito que reveló cómo el caso Catrilanca estaba escalando la crisis al interior de la policía uniformada.