Tras 50 años en el Poder Judicial, el ex presidente de la Corte Suprema, en el momento de su retiro, aprovechó de repasar la actualidad del Poder Judicial en el país. Con una constante mala evaluación por parte de la ciudadanía, Juica cree que los hechos de corrupción de los grandes empresarios y sus ligeras sentencias afectaron en la credibilidad de la Corte.
El ex ministro de la Corte Suprema, Milton Juica, dejó el Poder Judicial tras 50 años de carrera. En el momento de su despedida aprovechó de repasar la salud de la institución, justo cuando, según las encuestas de opinión, el Poder Judicial y el Ministerio Público son de las peores evaluadas por la ciudadanía.
Para Juica los casos de corrupción en el país, y las sentencias a los grandes empresarios, fueron claves para la baja evaluación de la gente: «La ley tiende a favorecer o a castigar menos aquellos delitos de corrupción, de fraude, y que son procesos larguísimos en que esas personas o les ofrecen una salida, terminan absueltos o con penas ridículas», señaló en entrevista con el diario La Tercera.
«Si uno evalúa lo que ocurrió en los casos de financiamiento de la política no hay duda de que ahí hubo un fraude y un acto de corrupción tremendo, en que los parlamentarios no actuaron de buena fe. Sabiendo que había una normativa que decía que ellos tenían que tener cierto gasto y utilizando medios dolosos, aumentaban ese gasto por un subterfugio de boletas ideológicamente falsas. Eso me pareció siempre un escándalo», agregó.
«Yo lo dije, y fui muy mal recibido por el poder político, tanto que mandaron una carta al presidente (de la Suprema), reclamando todos los comités políticos del Congreso Nacional que mis palabras les afectaban en su honorabilidad. Naturalmente que eso quedó muy privado, no lo publicitaron», puntualizó.
«Mi opinión es que esos casos terminaron de la peor manera, casi como un ‘perdonazo’ general para todos los que cometieron esos hechos tan graves», sentenció Juica.
De hecho, Juica comparte la opinión de la ciudadanía de que a los poderosos se les castiga menos en cuanto a delitos que a los con menos recursos: «Hay una sensación de la gente, bien fundada, que hay dos justicias y que aquella persona que tiene más recursos y que tiene más posibilidades de defensa, tiene mayor seguridad de que la sanción no le va a llegar de la manera en que está prevista por la ley. Y a los que tienen menos recursos, bueno, a ellos se les aplica la ley, a ellos se les aplica la ley como debe ser, porque han cometido un delito y la ley dice qué pena tiene ese delito».
«Hay un disvalor respecto de la sanción penal dependiendo del ciudadano, lo que genera desconfianzas y esas sensaciones que son preocupantes», cerró.