
Manifestaciones y disturbios marcan nueva conmemoración del Día del Joven Combatiente
Dos carabineros heridos a bala fue el saldo de los incidentes que se desarrollaron en el marco de la conmemoración del Día del Joven Combatiente. La jornada se vivió este viernes, donde cada año se recuerda el asesinato de los hermanos Vergara Toledo.
Con barricadas y disparos en varias comunas de la periferia de la capital se conmemoró este viernes el Día del Joven Combatiente, fecha que recuerda la muerte de los hermanos Vergara Toledo a manos de Carabineros durante la dictadura militar.
En varias calles estratégicas del centro de Santiago, jóvenes encapuchados encendieron fogatas con el fin de impedir el normal tránsito de la locomoción colectiva y vehículos particulares.
Cerca del lugar donde se celebra el festival Lollapalooza, integrantes del izquierdista Movimiento Juvenil Lautaro levantaron barricadas y lanzaron panfletos criticando la celebración del espectáculo.
Durante la noche, dos funcionarios de Carabineros resultaron heridos en incidentes ocurridos tanto en Villa Francia como en la comuna de Quilicura. El primer efectivo herido en Villa Francia recibió un impacto de bala en la cadera y el segundo fue herido en un brazo. Ambos están fuera de riesgo vital.
Más temprano, estudiantes de liceos emblemáticos de la capital provocaron algunos desórdenes que fueron repelidos a punta de chorros de agua y gas lacrimógeno por parte de Carabineros.
Las protestas también se replicaron en otras ciudades como Temuco, Concepción, Valdivia y Valparaíso.
La conmemoración del “día del joven combatiente” nació en Estación Central, después de que efectivos policiales asesinaran a dos hermanos adolescentes durante una protesta contra la dictadura de Augusto Pinochet, el 29 de marzo de 1985.
El crimen ocurrió en la Villa Francia, un barrio que destacó en las protestas contra Pinochet y las víctimas, los hermanos Vergara Toledo, eran militantes del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), una agrupación que combatió con las armas la dictadura.
Los hermanos fueron detenidos, llevados a una comisaría de Carabineros, asesinados y sus cadáveres acribillados abandonados después en una de las calles del barrio, situado unas 40 manzanas al poniente del centro de la capital chilena.
En los primeros años, la conmemoración fue pacífica, consistente en un acto litúrgico y en una procesión encabezada por los padres de las víctimas, que también perdieron a otro hijo, Pablo Vergara Toledo, asesinado junto a su pareja en Temuco, por agentes de la dictadura (1973-1990).
Tras las investigaciones llevadas a cabo por el juez especial Carlos Gajardo, en agosto de 2006 el magistrado condenó a quince años y un día de presidio al carabinero Jorge Marín, por el homicidio de Rafael Vergara Toledo y su hermano Eduardo.
También condenó a diez años y un día al teniente Alex Ambler, solo por el asesinato de Rafael Vergara.
Un tercer carabinero, Francisco Toledo Puente, recibió también diez años y un día por la muerte de Rafael y un cuarto, Marcelo Muñoz, fue absuelto.
En julio de 2009, la Corte de Apelaciones de Santiago ratificó el fallo de primera instancia, pero en agosto de 2010 la Corte Suprema rebajó la condena de Marín a diez años y un día y a siete años las de Ambler y Toledo.