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Crédito: Agencia UNO
En la zona se habla de una “operación política” en contra del intendente, una tesis que Ulloa tampoco despejó. “Todas las opiniones son válidas”, dijo en una actividad donde confirmó su salida. Interior informó que su reemplazante es Sergio Giacaman García, un exsimpatizante de Evópoli que recientemente fichó por la UDI [ACTUALIZADA]
El naipe de los gobiernos regionales para la administración de Sebastián Piñera sigue revolviéndose: ahora fue el UDI Jorge Ulloa, quien dejó su cargo como intendente del Biobío.
El ministerio del Interior confirmó la renuncia de Ulloa a través de un comunicado donde agradece el “total compromiso, entrega y la labor realizada” por el dimitido jefe regional.
Ulloa confirmó su salida mientras participaba en una actividad pública en terreno. En el diálogo con los periodistas, dijo irse “muy conforme, muy agradecido del trabajo de todo mi gabinete y con la satisfacción del deber cumplido (…) el Presidente ha estimado que es necesario emprender un nuevo impulso y ha resuelto tomar esta decisión».
Sin embargo, en la zona se habla de una “operación política” en su contra, tal como lo ha señalado el diputado UDI Iván Norambuena. Pero consultado respecto a esta versión, Ulloa no despejó ninguna duda. “Todas las opiniones son válidas”, fue su único comentario.
En reemplazo de Ulloa asumirá Sergio Giacaman García, un ex simpatizante de Evópoli que hace un par de meses entró a las filas de la UDI.
Giacaman asumirá sus funciones el próximo martes 16 de abril. Es ingeniero comercial de profesión y entre 2009 y 2010 se desempeñó como director regional del Hogar de Cristo y fue seremi de Desarrollo Social entre 2010 y 2012. Actualmente se desempeña como subgerente de Responsabilidad Social Empresarial (RSE) y de relación con la comunidad de la empresa sanitaria Essbio.
Ulloa estuvo en el Congreso como diputado en 1989 y 2018 y se hizo conocido por ser uno de los últimos defensores en público del dictador Augusto Pinochet. En las pasadas elecciones parlamentarias, perdió y fue escogido por el Gobierno como jefe de la intendencia penquista.
A cargos de la intendencia, Ulloa tuvo una controvertida gestión, reflejada por ejemplo en la descoordinación ocurrida en febrero pasado con la fallida declaración del toque de queda en la región con motivo de los incendios forestales.
En ese contexto, ocurrió un recordado roce público con el ministro del Interior, Andrés Chadwick, cuando en plena conferencia de prensa el jefe de gabinete lo retó en público con la frase “no me digai lo que tengo que hacer”.
Desde la oposición, el intendente fue permanentemente cuestionado, e incluso hablaban de “crisis” en el gobierno regional, reflejado en hechos como la falta de nombramientos de titulares en los distintos cargos de la administración. De hecho, en una ocasión, el presidente regional de la DC, Nicolás Hauri, comentó que es “evidente el escaso peso específico del intendente».
Pero la presencia de Ulloa también generó reacciones en la facción regional de Renovación Nacional, cuyos dirigentes lo han acusado de actuar con un “personalismo extremo”, y de “no ejercer liderazgo”, pidiendo incluso que fuera removido de su cargo.
Ulloa también enfrentó críticas por su implicación en el caso Asipes, donde tuvo que explicar ante Fiscalía el dinero en su cuenta bancaria que recibió de esta empresa pesquera mientras era parlamentario.
