Desde la Oficina Nacional de Asuntos Religiosos (ONAR) del Ministerio Secretaría General de la Presidencia (Segpres), se designó en el cargo que antes ocupaba el cuestionado religioso al obispo Jorge Méndez Jara. El pastor advirtió a sus adversarios que «tengan cuidado, pues con lo que ha determinado el Señor sobre mi persona como pastor gobernante y obispo presidente no se juega».
A partir de este mes, el obispo Eduardo Durán dejará su cargo como representante protocolar de la Iglesia evangélica. Así lo anunciaron desde la Oficina Nacional de Asuntos Religiosos (ONAR) de la Secretaría General de la Presidencia.
Según explican desde el Gobierno, esto no tendría que ver con la polémica protagonizada por el obispo evangélico, quien anunció hace unos días su separación y nuevo matrimonio, sino que ya correspondía su renovación, debido a que el representante protocolar se mantiene en el cargo solo por un año.
A través de un comunicado, desde la ONAR señalan que «el cambio se enmarca en el término de periodo del anterior representante protocolar y se extenderá hasta abril de 2020, plazo en el que se designará un nuevo Obispo para el cargo», dice el documento.
Mientras tanto, asumió el puesto el obispo Jorge Méndez Jara.
Paralelamente, el obispo Eduardo Durán insistió en que no dejará su puesto al frente de la organización conocida como la Catedral de Jotabeche, en Estación Central, en medio de las sospechas e investigaciones por el origen de su alto patrimonio y de las fuertes críticas por el divorcio de su esposa para establecerse con su nueva pareja.
“Debo decirles que no he renunciado ni renunciaré a mi cargo como pastor Gobernante de la Catedral Evangélica de Chile y su circuito, ni tampoco como obispo presidente de la Primera Iglesia Metodista Pentecostal», anunció por redes sociales.
Durán pidió a los fieles que lo ayuden a mantener su puesto en el que fue designado por Dios, según aclaró. “Los llamo a unirse en una sola voz y en un mismo pensamiento para honrar lo que Dios determinó cuando Él determinó que yo fuera el pastor de la Catedral Evangélica y su circuito y también cuando me ungió como obispo de la Primera Iglesia Metodista Pentecostal. Esta unción y esta honra me la dio Dios Todopoderoso y no serán los hombres los que tomarán el lugar de Dios para quitármela”, aseguró.
«Los que tienen la ambición de querer ser el pastor de la Catedral Evangélica de Chile tengan cuidado, pues con lo que ha determinado el Señor sobre mi persona como pastor gobernante y obispo presidente no se juega y recuerden, mis queridos hermanos, lo siguiente: ‘No toquéis a mis ungidos ni hagáis daño a mis profetas’”.