El manejo de las relaciones exteriores de este Gobierno no solo ha sido blanco de duras críticas por parte de la oposición. El presidente de RN, Mario Desbordes, dijo “no compartir” los dichos del Mandatario que defendió a China bajo el argumento de que «cada cual tiene el sistema político que quiere”. Otro flanco abierto es la declaración emitida por la Cancillería el lunes sobre la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). En este punto, hasta el ministro de Justicia Hernán Larraín asumió que “probablemente pudimos haber hecho mejor las cosas”.
“Este ha sido el peor año de la política exterior chilena”, fue el lapidario análisis del ex canciller Ignacio Walker, respecto al manejo de las RR.EE. de Chile bajo el mandato de Sebastián Piñera. El problema es que no se trata solo de un diagnóstico que viene de las filas de la oposición, sino que también es un dolor de cabeza en el oficialismo.
Al menos son dos los temas que han provocado ruido en las últimas horas: uno es la declaración emitida el lunes por la Cancillería sobre la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH); el otro flanco son las declaraciones del Presidente para defender al régimen comunista, bajo el argumento de que «cada cual tiene el sistema político que quiere”. Desde la oposición lo acusaron de “doble estándar”, considerando la postura crítica que el Mandatario exhibe hacia gobiernos de la región, como Venezuela y Cuba.
Pero en el oficialismo, donde siempre han llevado la voz cantante a la hora de condenar los regímenes de izquierda, los dichos de Piñera también causaron sorpresa. Y así quedó reflejado en los dichos de Mario Desbordes, presidente de Renovación Nacional: “No la comparto”, dijo enfático en canal 24 Horas.
“No me cabe duda que, desde el punto de vista mío, occidental, lo deseable es una democracia. ¿Es el ciudadano chino el que quiere ese tipo de Gobierno? Entiendo que no”, señaló el timonel RN.
Pero no sólo China genera ruido en el oficialismo. La declaración emitida el lunes por el Gobierno sobre la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) también provocó revuelo.
El comunicado emitido por la Cancillería, suscrito en conjunto con los gobiernos de Argentina, Brasil, Colombia y Paraguay, plantea las inquietudes de los estados firmantes “en relación con el actual funcionamiento del sistema regional de protección de derechos humanos” y piden que respete la autonomía de los países en la promoción y protección de derechos sin invadir las competencias de dichos estados.
Por este tema, el ministro de Justicia, Hernán Larraín, llegó hasta la Comisión de RR.EE. de la cámara de Diputados para dar explicaciones al respecto. Allí, hizo un mea culpa: «Probablemente pudimos haber hecho mejor las cosas (…) si hubiésemos tenido un mejor manejo y control, que no tuvimos», dijo.
Es más, señaló que “nosotros mismos nos dimos por sorprendidos cuando conocimos por la prensa esta información, cómo se manejó la entrega de este antecedente ante la Comisión, cuándo, cómo y dónde”, aludiendo a que el documento fue emitido por Cancillería.
De todos modos, Larraín intentó justificar la misiva puntualizando que «lo importante es que Chile y otros países quieren fortalecer el sistema interamericano de DDHH”, dado que en la actualidad –a su juicio– “se están llevando casos en que no se han agotado las instancias internas o se están discutiendo cuestiones que corresponden, más que a la vulneración de un derecho, a políticas públicas que deben ser zanjadas por organismos democráticos, como nuestro Congreso».
En la misma línea, la subsecretaria de RR.EE., Carolina Valdivia, dijo que el objetivo que busca Chile no es “debilitar” el sistema interamericano de Derechos Humanos, sino “mejorarlo y de fortalecerlo, de manera de conversar con los estados que somos miembros de la OEA”. En su opinión, se trata de una “fórmula para iniciar el diálogo”.
La acción del Gobierno provocó duras críticas de la oposición, al punto que durante esta jornada la Sala de la Cámara de Diputados aprobó el proyecto de resolución presentado por la bancada del Partido Socialista, donde se solicita al Presidente Sebastián Piñera que reconsidere el contenido de la declaración enviada a la CIDH.