El pasado miércoles, el Papa Francisco confirmó a Carlos Irarrázaval como nuevo obispo auxiliar de Santiago. Al día siguiente, ya estaba en el ojo del huracán tras hablar sobre los casos de abuso sexual en la Iglesia Católica, asegurando que hay que mirar hacia adelante, ya que “revolver un arroz recalentado no sirve de nada”. De inmediato, las víctimas de Fernando Karadima lo cuestionaron en redes sociales. Pero Irarrázaval no aprendió de su primer error y, en entrevista con CNN Chile, se mandó otra frase para el bronce, indicando que como en la «Última Cena no había ninguna mujer sentada en la mesa», el rol de ellas no existía en la Iglesia Católica. De nuevo se llenó de críticas, encabezadas por Cruz, Hamilton y Murillo.
El pasado miércoles, el Papa Francisco nombró a Carlos Irarrázaval y a Alberto Lorenzelli como nuevos obispos auxiliares de Santiago. Un día después, el primero ya se encuentra en la polémica debido a una entrevista donde habló sobre el rol de la mujer en la Iglesia Católica.
“Es cierto que en la Última Cena no había ninguna mujer sentada a la mesa y eso tenemos que respetarlo también. Jesucristo tomó opciones y no lo hizo ideológicamente”, señaló el religioso a CNN Chile.
Después intentó explicar su frase, asegurando que “quizás a ellas mismas les gusta estar en la trastienda, puede ser. Entre todos tenemos que lograr que puedan hacer lo que quieran hacer. Obviamente, Jesucristo nos marcó ciertas pautas, y si queremos ser la iglesia de Jesucristo tenemos que ser fieles a Jesucristo”.
No fue el único tema que tocó. Irarrázaval intentó justificar una frase emitida al diario El Mercurio, donde frente a los casos de abuso sexual cometidos por miembros del clero y que tiene a la iglesia sumida en una profunda crisis, dijo que lo que hay que hacer es mirar hacia adelante, ya que “revolver un arroz recalentado no sirve de nada”.
Esta frase -y su correspondiente explicación y justificación- de inmediato desató una ola de críticas en las redes sociales, encabezadas por las víctimas de Fernando Karadima, Juan Carlos Cruz, James Hamilton y José Andrés Murillo.
El primero había utilizado su cuenta de Twitter para atacar a Irarrázaval por la frase del arroz: «Empezamos bien con el estúpido comentario del que será nuevo obispo auxiliar de Santiago. ¿Por qué están actuando tan bien? Tontazo».
Esto fue respaldado por Hamilton, quien tuiteó: «Impresionante falta de empatía y comprensión de los problemas de fondo. Flor de comentario , no se si de una persona irreflexiva o de frentón desconectada de la realidad, lo que sí definitivamente incompatible con el cargo».
Después, tras la declaración sobre las mujeres en la Iglesia, complementó: «Yo soy el primero que quiero que las cosas mejoren porque me importa mucho como católico y como chileno. Los actuales obispos de Chile son lo peor que existe. Pero veo esta entrevista que (la periodista) Matilde Burgos al supuesto futuro y me da vergüenza ajena, pena y bastante rabia».
«Ni se ha ordenado obispo y va en esto… Sin comentarios», sentenció.
En tanto, José Andrés Murillo dijo, escuetamente en su cuenta de Twitter: «Lo que faltaba. Machismo espiritual de la ‘nueva ola’ de obispos».
Hamilton además retuiteó un comentario de una seguidora donde cuestiona las capacidades intelectuales de Irarrázaval.