Chile demandó a Bolivia en 2016 para evitar que el país vecino impidiera el flujo de esas aguas, pero Bolivia presentó el pasado agosto ante el mismo tribunal una contrademanda.
La Corte Internacional de Justicia de La Haya notificó este jueves a Chile que tiene plazo hasta el 18 de septiembre de 2019 para presentar un escrito adicional, referido a la contrademanda de Bolivia en el marco del caso «Disputa sobre el Estatus y Uso de las Aguas del Silala«.
Chile demandó a Bolivia en 2016 para evitar que el país vecino impidiera el flujo de esas aguas, pero Bolivia presentó el pasado agosto ante el mismo tribunal una contrademanda.
Según un comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile difundido hoy, a la fecha, Bolivia había presentado sus argumentos de manera escrita en dos oportunidades: tanto en la presentación de su contrademanda como en su dúplica.
Chile, por su parte, entregó sus argumentos por escrito en su réplica a la contrademanda, destacó el texto de la cancillería.
Tras la presentación de este documento por parte del país, el litigio quedaría en condición de pasar a la fase oral, etapa en la que -de acuerdo con las normas de la Corte- todos los antecedentes presentados de manera escrita dejan de tener carácter reservado.
El caso sobre el Estatus y Usos de las aguas del Silala fue iniciado por Chile el 6 de junio de 2016.
En su presentación, Chile solicitó al tribunal que declare que el Silala es un curso de agua internacional, cuyo uso se rige por el derecho internacional consuetudinario, y que el país tiene derecho al uso equitativo y razonable de las aguas.
Además, Chile solicitó que la Corte establezca que Bolivia tiene la obligación de tomar todas las medidas apropiadas para prevenir y controlar la contaminación y otras formas de daño a Chile que resulten de sus actividades en las cercanías del Río Silala.
Asimismo, que declare que Bolivia tiene la obligación de cooperar y de proporcionar a Chile una notificación oportuna de medidas planificadas que pudiesen tener un efecto negativo sobre recursos hídricos compartidos del sistema del Río Silala.
Chile defiende que el Silala debe ser considerado un río internacional porque de los 8,5 kilómetros que mide, 4,7 están en su territorio, mientras que los restantes 3,8 kilómetros recorren Bolivia.
El afluente nace en el Potosí boliviano y cruza la frontera hasta desembocar en otro fluvial situado en Chile, el Inacaliri, pero su uso y estatus ha erosionado las relaciones entre Santiago y La Paz en los últimos veinte años.
Según La Paz, las aguas del Silala eran originalmente unos manantiales, pero fueron canalizadas artificialmente hacia la frontera gracias a unas obras chilenas hechas a principios del siglo XX en territorio boliviano.
El pasado 10 de octubre, la agente chilena en el caso, Ximena Fuentes, explicó que dichos trabajos fueron realizados por una empresa privada, no por el Estado chileno, y que esta recibió la autorización de Bolivia porque su objetivo era evitar la contaminación del agua.
«El agua desciende por la pendiente del terreno, que es bastante fuerte, y solamente puede bajar hacia el territorio de Chile. No hay ningún desvío artificial, como señala Bolivia», concluyó Fuentes.