El vocero de la Corte Suprema, Lamberto Cisternas, confirmó que el suspendido juez Marcelo Albornoz se suicidó de un disparo. Sin embargo, en el Poder Judicial fue enfático en señalar que “es una situación ciertamente separada de la que vivimos el día de ayer” donde el Pleno adoptó la resolución de abrir un cuaderno de remoción en su contra, junto a los otros ministros del tribunal de alzada rancagüino Emilio Elgueta y Marcelo Vásquez. Pese a este drama, tanto el ministro de Justicia como diputados de la zona insistieron en que todas las aristas de la investigación del “Desastre de Rancagua” deben seguir en pie [ACTUALIZADA]
En su residencia de Rancagua fue encontrado esta mañana el suspendido ministro de la Corte de Apelaciones de Rancagua, Marcelo Albornoz Troncoso. Un día después que la Corte Suprema decidió abrir un cuaderno de remoción en su contra en el marco de las investigaciones por actos contra la probidad del caso conocido como “Desastre de Rancagua”, el juez decidió quitarse la vida de un disparo.
La decisión del magistrado, quien junto a otros dos magistrados del tribunal de alzada rancagüino Emilio Elgueta y Marcelo Vásquez enfrentaban el duro proceso disciplinario del Poder Judicial, provocó conmoción.
“Es lamentable. El fallecimiento de una persona por causas que no sean naturales es siempre lamentable. El parte policial es muy escueto y solo confirma que se suicidó con un arma de fuego”, dijo el vocero del máximo tribunal Lamberto Cisternas, quien entregó la versión oficial respecto al deceso del magistrado.
Sin embargo, separó aguas de lo que es el proceso abierto en el máximo tribunal, porque la muerte del ministro de la Corte de Apelaciones de Rancagua se produjo un luego que el pleno del máximo tribunal del país ordenara la apertura de cuadernos de remoción y la suspensión por 4 meses, la máxima sanción.
“La decisión que ha tomado el colega es algo que permanece en lo íntimo de su conciencia y es una situación ciertamente separada de la que vivimos el día de ayer en el que el pleno se pronunció respecto de algunas actuaciones de los señores ministros de la Corte de Rancagua, entre ellos el colega fallecido”, indicó.
En el proceso, y de acuerdo a la investigación de la ministra instructora Rosa María Maggi, Albornoz enfrentaba cargos por haber solicitado al imputado Luis Arenas Contreras la suma de $1.500.000 mientras este se encontraba incumpliendo una medida cautelar de prisión preventiva.
Albornoz Troncoso pertenecía a la masonería, pero fue expulsado en marzo pasado en medio de las irregularidades por el “Desastre de Rancagua”. Además, y fue jefe de la carrera de Derecho de la Sede Rancagua de la Universidad de la República.
Tras realizar peritajes en el domicilio del magistrado, el fiscal regional subrogante Javier von Bischoffshausen precisó que el suicidio fue cometido con un arma de fuego, una pistola automática calibre 9 mm., debidamente inscrita a nombre de Albornoz. El cuerpo del magistrado fue encontrado fallecido en su dormitorio del segundo piso de la casa, y cometió el suicidio durante la mañana cuando su familia se encontraba afuera del domicilio.
“La pistola fue encontrada en las manos de la víctima”, reveló, añadiendo que mañana a primera hora se realizará la autopsia de rigor en el Servicio Médico Legal.
En el Congreso hubo palabras marcadas por el impacto. “Es una tragedia tremenda, una cosa inesperada, nos ha choqueado”, admitió la diputada regionalista por la zona, Alejandra Sepúlveda.
La parlamentaria añadió que es “un drama no solo para la familia sino también para el Poder Judicial, una tragedia desde todos los puntos de vista, lamentamos la decisión que él tomó”.
Respecto las aristas sobre el “Desastre de Rancagua”, la parlamentaria dijo que “la investigación va a continuar exactamente igual desde el punto de vista penal con la Fiscalía; desde el punto de vista administrativo, con lo que está haciendo la Corte Suprema y con lo que tiene que ver con las responsabilidades políticas y constitucionales que está viendo la comisión investigadora de la Cámara”
Otro diputado por la zona, Juan Luis Castro (PS), dijo que Albornoz era una “persona conocida, director de una escuela de Derecho de una universidad de la zona”.
Castro remarcó que la decisión de Albornoz obedece a que el magistrado venía en un “estado emocional complejo, doloroso” que se vio agravado por la resolución del Pleno de la Corte Suprema
Pero “todavía falta mucho que decir, todavía no está la verdad final”, dijo señalando que las investigaciones por las irregularidades del Poder Judicial en Rancagua deben seguir su curso.
También en el Congreso, donde estaba presente para la votación de la imprescriptibilidad de los delitos contra menores, el ministro de Justicia Hernán Larraín expresó sus condolencias a la familia y al Poder Judicial y dijo que “esperamos que situaciones como ésta no se repitan y eso pasa por recuperar en el Poder Judicial y en todas las instituciones del país una conducta ética, proba, intachable en el desempeño de las funciones para así nunca tener que lamentar situaciones dolorosas como ésta”.
Sin embargo, el abogado defensor de Albornoz, Gonzalo Linasazoro dio a entender que su representado no tuvo garantías en el proceso. “Estoy desecho, es una causa totalmente injusta, lamento que haya producido esto”, dijo a La Tercera. “No había ningún antecedente” para proceder de este modo, complementó en TVN.
Ahora, con la muerte de Albornoz, el vocero de la Suprema planteó que en su caso puntual “nosotros, no tenemos más que lamentarnos de su muerte y como siempre ocurre con ello se cierra su vida y se cierra cualquier victimización o, mejor dicho, deliberación, planteamiento que uno puede hacer respecto de lo que ya ocurrió”.