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El lapidario informe Bown sobre los pecados de Renato Poblete: 48 años de abusos, 22 víctimas y 3 denuncias de aborto PAÍS Crédito: Agencia UNO

El lapidario informe Bown sobre los pecados de Renato Poblete: 48 años de abusos, 22 víctimas y 3 denuncias de aborto

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La Compañía de Jesús entregó los resultados de la investigación dirigida por el abogado laico Waldo Bown, iniciada tras las denuncias de la teóloga Marcela Aranda contra el fallecido excapellán del Hogar de Cristo. “Las conductas de abuso de poder, de conciencia sexual y otros delitos se sostuvieron en una suerte de doble vida” del fallecido sacerdote, asumió el provincial de los jesuitas, Cristián del Campo, quien pidió disculpas nuevamente a las víctimas por estos abusos que –según admitió – “llenan de vergüenza” a la congregación. De todos modos, a nivel institucional, dijo que no se acreditó encubrimiento, tal como se conoce en el sistema jurídico chileno [ACTUALIZADA]


Cuarenta y ocho años de abusos (entre 1960 y 2008), un total de 22 víctimas, entre ellas 4 menores de edad, y 3 denuncias de aborto. Los «datos duros» del informe del abogado laico Waldo Bown sobre los pecados del fallecido capellán del Hogar de Cristo, Renato Poblete, son lapidarios y representan toda una “vergüenza” para esta congregación, como lo asumió el mismo provincial de los jesuitas, Cristián del Campo.

El modus operandi de Poblete incluía “abordaje sexual inesperado y violento” y «tocaciones de connotación sexual», amparado en su imagen pública, y el poder del dinero, según detalló la investigación abierta tras las denuncias de la teóloga Marcela Aranda y cuyos resultados fueron entregados este martes por la Compañía de Jesús.

Pero no solo eso: además de estos casos, la figura de la obra social fundada por Alberto Hurtado mantuvo en todos esos años un total de seis relaciones estables, acreditándose en cinco de ellas rasgos abusivos.

“Las conductas de abuso de poder, de conciencia sexual y otros delitos se sostuvieron en una suerte de doble vida amparado en su imagen pública de persona de bien”, asumió el provincial de los jesuitas, aludiendo además que Poblete actuó desde una posición de poder, echando mano a su red de contactos y el poder económico que detentaba y que lo hacía manejar importantes sumas de dinero.

La denuncia de Marcela Aranda

En cuanto a la denuncia de Marcela Aranda, que gatilló la investigación contra la otrora figura insigne de la compañía, el informe acredita que su testimonio es “plausible y creíble”.

Uno de los aspectos de la denuncia de la teóloga de la Universidad Católica dice relación con la existencia de tres abortos. «El investigador consideró que al menos en uno hubo participación de Renato Poblete», dijo el provincial Cristián del Campo.

Pero en otra arista de su denuncia, cuando Aranda habló de violaciones grupales con desconocidos -donde era llevada por el cura Poblete-, el informe señala que no se conoció de otros casos de abusos ni encontró antecedentes externos para corroborar, informó Del Campo.

Con todo, el provincial señaló que “dada la gravedad de esta denuncia, que el testimonio de la Sra. Marcela Aranda ha sido considerado plausible y creíble en su integridad, y el hecho de que en su declaración ella señala que estos hechos podrían involucrar a terceras personas vivas, presentaremos estos antecedentes a la brevedad al Ministerio Público, para que investigue con todas las herramientas de las que dispone y sancione a quienes pudieran resultar responsables”.

Responsabilidades institucionales

Respecto a las responsabilidades de tipo institucional de la orden, el informe las identifica, pero solo en cuanto “facilitadores o como medidas ineficaces para evitar conductas de abuso de poder o de conciencia”.

«El aparente éxito en su labor apostólica obnubiló nuestra capacidad de supervisar su vida cotidiana y controlar debidamente su manejo de dineros. Hubo una mirada permisiva a conductas de Renato Poblete que estaban en el límite de lo ético en relación con el manejo del dinero, el poder y su relación con mujeres”, indicó.

En tal sentido, el informe solo apunta a algunas responsabilidades éticas individuales y Del Campo señaló que la investigación “no acreditó encubrimiento tal como se conoce” en el sistema jurídico chileno, como sí reclaman las víctimas de Poblete y de otros sacerdotes de la compañía.

No obstante, la compañía comunicó que «corresponde al Ministerio Público y a los Tribunales establecer su existencia, por lo que pondremos en los próximos días los antecedentes en conocimiento de la Fiscalía».

Mea culpa

En la oportunidad, Del Campo pidió disculpas nuevamente a las víctimas por estos abusos que –según admitió – “llenan de vergüenza” a la congregación. “Pedimos perdón porque no actuamos con la prontitud y seriedad que se requería, con una mirada puesta en quienes estaban sufriendo en silencio”, indicó.

A su juicio, hubo “una estructura institucional que fue ineficaz para evitar y enfrentar situaciones de abuso, es decir, falta de instancias de mayor control como códigos de conducta que definieran más precisamente estándares profesionales de actuación de los sacerdotes y religiosos, prácticas culturales que dificultaron la detención temprana de las conductas abusivas, por ejemplo, la defensa corporativa o la exaltación del logro y la autonomía individual”.

Por ello, planteó que “quiero en nombre de la Compañía de Jesús pedirles perdón a las víctimas de abuso sexual en este caso y en los otros cometidos por jesuitas. El daño infligido ha sido enorme y en muchos casos tan grande que es difícil de dimensionar con palabras”.

Respecto a los pasos que vienen, Del Campo señaló que presentarán los antecedentes al Ministerio Público y llamó a las víctimas a recurrir a la justicia civil.

«Somos conscientes de este grave daño y por eso, tal como lo han solicitado algunas víctimas, honraremos nuestro compromiso de confidencialidad con ellos. En nuestro país son los tribunales los llamados a dictar justicia y establecer responsabilidades», finalizó.

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