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Crédito: Agencia UNO
Si bien la presidenta del la UDI, Jacqueline van Rysselberghe, evitó cuestionar el planteamiento de los diputados Issa Kort y Jorge Alessandri, el llamado de ambos causó revuelo en el gremialismo y al interior de la coalición oficialista. “No es justo criticar la propuesta actual del Gobierno cuando está proyectada en una gradualidad de ocho años más y con flexibilidad horaria”, dijo el diputado Patricio Melero, mientras desde RN consideraron la opinión de los diputados gremialistas como “extraña” y marcada por la “desinformación”.
La declaración de los diputados de la UDI Issa Kort y Jorge Alessandri, quienes pidieron a su bancada rechazar tanto la propuesta del Gobierno de 41 horas de jornada laboral como el proyecto de 40 horas de la diputada comunista Camila Vallejo, abrió un nuevo flanco en la derecha.
Según informa El Mercurio, desde el ministerio del Trabajo y la Segpres se contactaron con ambos parlamentarios para llamarlos al orden. Incluso, en las filas mismas del gremialismo, hubo diferencias porque el diputado UDI Patricio Melero consideró que “no es justo criticar la propuesta actual del Gobierno cuando está proyectada en una gradualidad de ocho años más y con flexibilidad horaria”.
En tanto, el diputado de Renovación Nacional, y miembro de la comisión de Trabajo, Frank Sauerbaum, consideró «extraña la opinión de los diputados UDI”, y el jefe de bancada RN, Alejandro Santana, sostuvo que “hay un tema de desinformación, porque lo que busca el proyecto es resolver la preocupación de los diputados de la UDI, la gradualidad minimiza el riesgo y pretende no afectar la economía”.
Sin embargo, lejos de reprender la actitud de sus parlamentarios, la presidenta del partido Jacqueline van Rysselberghe, dio una señal de comprensión hacia la opinión expresada por Kort y Alessandri. “Para todos en la UDI es una preocupación que no se afecten el empleo ni los salarios”, dijo la timonel gremialista.
La senadora indicó además que “debemos analizar bien la indicación”, en alusión al ajuste a 41 horas comprometido por el Gobierno en su proyecto, y “debemos llegar a la fórmula para poder compatibilizar que las pymes no vean mermada su producción y no haya un aumento en sus costos”.
Lo cierto es que la postura de los parlamentarios Kort y Alessandri es una señal de un malestar más global que cruza a la UDI en su relación con el Gobierno, y se suma a los reclamos gremialistas por “falta de coordinación y diálogo” con algunos ministros y la toma de decisiones basadas “excesivamente en base a las encuestas”, más que “por convicciones”. Por eso, la directiva pedirá una reunión cara a cara con el Presidente Sebastián Piñera.
En cambio, desde Evópoli, partido que desde un primero momento se manifestó contra la reducción de la jornada laboral, valoraron que «parlamentarios de Chile Vamos entren en este debate poniendo una pausa, pues es fundamental abordar con rigor y seriedad esta materia», según dijo el presidente de Evópoli, Hernán Larraín Matte.
En definitiva, por Twitter, los parlamentarios gremialistas que desataron la nueva tormenta intentaron explicar sus dichos. Kort dijo que «apoyamos propuesta del Gobierno de otorgar herramientas para flexibilizar jornada laboral”, mientras Alessandri planteó que el proyecto va en la línea correcta, pero pidió “esperar hasta mejor economía», para impulsarlo.
