Un estudio de la Fundación Sol ratificó lo que era un secreto a voces: las Fuerzas Armadas reciben, en promedio, casi nueve veces más que un ciudadano común. Los datos, obtenidos a través de la Ley de Transparencia, corroboran que la decisión que tomaron las FF.AA., bajo la orden del general Augusto Pinochet –quien les recalcó a sus cercanos militares que «la idea es esa, que no figure que somos excepción, que incluimos a toda la gente en el sistema, pero nosotros no entramos a él»–, finalmente terminó favoreciéndolos. Al respecto, Marco Kremerman, economista investigador de Fundación Sol, aseguró que «es antidemocrático, en primer lugar, que existan sistemas de pensiones diferenciados».
El 1 de mayo de 1981, comenzó a funcionar en Chile el mercado de cuentas individuales que obligó a las personas a ahorrar el 10% de su remuneración imponible promedio en las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP), las que reemplazaron al antiguo sistema de reparto.
De esa fecha, han transcurrido 38 años y aún se siguen buscando modificaciones al sistema de pensiones, ya que toda la ciudadanía reclama que el monto que reciben para la vejez es muy poco y no alcanza para nada. Bueno, casi toda la ciudadanía.
Uno de los sectores que se opuso a este cambio en el sistema de pensiones en su tiempo fueron las Fuerzas Armadas y de Orden, quienes se mantuvieron en su sistema de cajas previsionales, aunque dieron a entender a la ciudadanía en aquella época que sí ingresarían al nuevo formato. De hecho, el propio general Augusto Pinochet, en un acta secreta de aquel tiempo, les decía a sus cercanos que, como estaba redactada la ley en ese entonces, los militares quedarían marginados del sistema de AFP. Situación que le preocupaba, sobre todo en cuanto a su popularidad.
La idea que tenía él era que redactaran la ley, «pero que no aparezca como que nosotros estamos involucrando a la gente y, por otro lado, nos quedamos atrás».
«La idea es esa, que no figure que somos excepción, que incluimos a toda la gente en el sistema, pero nosotros no entramos a él», recalcó.
El resultado final fue: AFP y cuentas individuales para los trabajadores y trabajadoras y sistema de seguridad social para ellos. Decisión que, finalmente, los terminó favoreciendo según un nuevo estudio de la Fundación Sol.
En el informe, titulado «Pensiones por la fuerza: resultados del sistema de pensiones de las Fuerzas Armadas y de Orden», se revela la brutal diferencia entre las pensiones que reciben los integrantes de las FF.AA. versus la que recibe el ciudadano común. Si bien era información que uno daba por hecho, por primera vez fueron confirmados con datos solicitados por Ley de Transparencia y entregados por las Fuerzas Armadas.
Así, por ejemplo, de las 105.956 pensiones que entregó Capredena entre los años 2005 y 2018, 70.649 corresponden a pensiones de retiro, que es el símil a la pensión de vejez que recibe la ciudadanía. A diciembre del 2018, el monto promedio pagado fue de $972.354.
Desglosando esa cifra, los oficiales (8.095 pensiones de retiro) recibieron en promedio $2.005.997, mientras que otros cargos ligados a Capredena, como médicos, profesores, auxiliares y pilotos, recibieron en promedio $722.191.
Entre el 2005 y el 2018, las pensiones aumentaron, en promedio, 27,6%.
En Dipreca, la situación es similar. Son 68.082 las pensiones que entregan, desglosadas en pensiones de antigüedad, invalidez, orfandad, otras jubilaciones y viudez. En promedio, Dipreca paga, en concepto de pensiones, $849.478, siendo la de invalidez la más alta, alcanzando $1.248.430.
Carabineros, con 53.371 funcionarios, es la institución que más recibe pensiones de Dipreca, lo que se traduce, en promedio, en $773.410.
La que sería comparable con las pensiones que recibe la ciudadanía civil, es la pensión de antigüedad: 37.403 de estas pensiones, correspondientes al 55% del total, reciben, en promedio, $1.085.708. Nuevamente, Carabineros es la institución que más las recibe, con 28.239.
Sin embargo, no son la institución que más gana. Ese honor corresponde a la Policía de Investigaciones, con un monto promedio de $1.511.857. Carabineros, en tanto, recibe $982.005.
Al comparar estas cifras de las pensiones de las Fuerzas Armadas y de Orden con las que recibe una persona promedio, la diferencia es abismal.
Mientras 684 mil personas, en diciembre de 2018, recibieron una pensión de vejez por edad de las AFP (retiro programado) y las Compañías de Seguro (renta vitalicia, cuyo monto promedio fue $227.693 –incluyendo el subsidio estatal a través del aporte previsional solidario–), 37 mil pensionados por antigüedad de Dipreca obtuvieron un monto promedio de $1.085.708, vale decir, casi 5 veces más.
Esta diferencia es aún mayor en el caso de los jubilados de Gendarmería, que obtienen pensiones 5,9 veces mayores, y de Investigaciones, que con un promedio de $1.511.857, equivale a 6,6 veces más.
En el caso de las 70 mil pensiones por retiro pagadas por Capredena, el monto promedio es 4,3 veces mayor que el que pagan las AFP y Compañías de Seguro por vejez-edad, diferencia que alcanza a casi 9 veces si se compara con las 8 mil pensiones que reciben los oficiales y cuyo valor promedio supera los $2 millones.
Dado que los funcionarios de las Fuerzas Armadas actualmente pueden optar a una pensión completa con 30 años de servicio y al derecho a obtener una pensión con un mínimo de 20 años de servicio, se establece una comparación con los pensionados por vejez-edad de las AFP y Compañías de Seguro que cotizaron entre 25 y 30 años.
Si bien la brecha se reduce, esta sigue siendo muy grande. Específicamente, los pensionados por antigüedad de Dipreca reciben una jubilación 3,5 veces mayor que este subgrupo ($1.085.708 vs. $310.942); y los pensionados por retiro de Capredena, una jubilación 3,1 veces mayor ($972.354 vs. $310.942).
Al respecto, Marco Kremerman, economista investigador de Fundación Sol, aseguró que «es antidemocrático, en primer lugar, que existan sistemas de pensiones diferenciados. Y da cuenta de que la discusión que estamos teniendo hoy en día, en cuanto a pensiones, es totalmente falsa, se da sobre supuestos que no son correctos».
«Se habla de que las personas cotizan muy poco, que ganan muy poco y ese es el principal problema de por qué se pagan bajas pensiones. Al ver estos resultados, nos damos cuenta de que el problema es el tipo de sistema de pensiones que tenemos en Chile», explicó.
«Haber eliminado completamente la seguridad social para los civiles y haberla dejado exclusivamente para las Fuerzas Armadas y de Orden, da cuenta de que es un país que sigue anclado en lo que se construyó en dictadura», sentenció.
De acuerdo a la información del Presupuesto ejecutado el año 2018, publicada por la Dirección de Presupuesto (Dipres), el Estado chileno destinó más de 2.434 millones de dólares para pagar Jubilaciones, Pensiones y Montepíos en Capredena y Dipreca, cubriendo a 174 mil pensionados.
Si consideramos que para financiar a 1,5 millones de personas beneficiadas con el Pilar Solidario (a través de la Pensión Básica Solidaria y el Aporte Previsional Solidario) se destinaron casi 2 mil millones de dólares, se puede dimensionar la magnitud de los recursos gastados en las Fuerzas Armadas y de Orden.
El presupuesto vigente a junio de 2019, para financiar pensiones de Capredena y Dipreca, aumentó un 4,7%, mientras los recursos destinados al Pilar Solidario registran un alza de solo 1,9%.
Puede leer el informe completo en el siguiente link.