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Crédito: Agencia UNO
“Estoy convencida que la respuesta de Aguas Andinas fue tardía. Fue la municipalidad de Providencia la que alerta, no Aguas Andinas”, insistió Karla Rubilar tras la reunión del comité operativo de emergencia convocado por la Intendencia. La Superintendencia de Servicios Sanitarios también emplazó a la empresa: «Esto no es presentable”, dijeron desde el regulador. La compañía, en tanto, asegura que ha actuado de manera “rápida y eficiente”, y “con la máxima diligencia» [EN DESARROLLO]
Ocurrió en 2016 y vuelve a pasar ahora, y el responsable es el mismo: la empresa Aguas Andinas. La rotura de una matriz de agua en el sector de Providencia, a la altura de avenida Seminario, generó inundaciones en las cercanías del lugar, además de cortes de tránsito en dicha comuna y en Santiago, que se suman a la interrupción del suministro eléctrico para 5 mil clientes.
El hecho sucedió pasadas las 6:00 de la mañana de este jueves, y las autoridades comunales y regionales no escondieron su molestia con la reacción de la empresa. La intendenta metropolitana, Karla Rubilar, informó en su cuenta de Twitter que dada la «la falta de información y la tardía respuesta por parte de Aguas Andinas en esta emergencia, hemos citado a la empresa e involucrados a dar explicaciones a la Intendencia, sobre todo considerando que ya tuvimos un episodio similar en el lugar en 2016».
Lo acontecido la mañana de este jueves se trata de una «emergencia grave» parecida a la de 2016, recalcó también la alcaldesa subrogante de Providencia, Paulina Lobos, quien en un punto de prensa antes de las 08:00 horas señaló que “recién” el personal de las empresas contratistas de Aguas Andinas se habían constituido en el lugar para proceder a la reparación.
Pese a la situación, tras la reunión del comité operativo de emergencia convocado por la Intendencia, Eugenio Rodríguez, director de Gestión de Servicios de Aguas Andinas, dijo que la empresa actuó de manera “rápida y eficiente”, y “con la máxima diligencia”.
Sin embargo, a la salida del encuentro, la intendenta mantuvo su posición ante la empresa, que arriesga sanciones de la Superintendencia de Servicios Sanitarios y eventuales acciones legales por parte del municipio.
“Estoy convencida que la respuesta de Aguas Andinas fue tardía. Fue la municipalidad de Providencia la que alerta, no Aguas Andinas”, insistió la jefa del gobierno regional.
Aguas Andinas también está en la mira del regulador, la Superintendencia de Servicios Sanitarios, desde donde emplazaron a la empresa. «Esto no es presentable, no puede ser que si ya rompimos una vez tengamos que hacerlo de nuevo. Es lamentable lo que está sucediendo», dijo el superintendente Jorge Rivas a T13 Radio.
Rivas además indicó que oficiará para requerir la información necesaria, la que posteriormente se puede traducir en una sanción para Aguas Andinas.
Por el momento, en el lugar se encuentra personal de la empresa trabajando para detener la emergencia, sin adelantar cuánto tiempo demorará la reparación. “Lo que corresponde ahora es hacer una reparación rápida, abrir el lugar donde se produjo la rotura y proceder a la investigación. No es el mismo punto de 2016, es al poniente de ese lugar, por lo tanto la reparación de 2016 no ha fallado en esta oportunidad”, sostuvo el gerente de la sanitaria.
En lo inmediato, Rubilar adelantó que los trabajos de reparación involucrarán “lamentablemente cortes de vías y calzadas d fundamental arteria de la capital durante varios días que serán informados a la brevedad”.
En junio de 2016, se registró la rotura de una matriz de agua potable de Aguas Andinas que inundó sectores importantes de Providencia y Santiago, y además obligó suspender el servicio de Metro entre las estaciones La Moneda y Los Leones, en la línea 1. En esa ocasión, la rotura se produjo frente al Museo de los Tajamares, en Providencia, y llenó de agua el sector comprendido entre Bustamante y Seminario.
Respecto a este episodio, el superintendente Rivas comentó que todavía no se termina el proceso sancionatorio, ya que se judicializó la solicitud hecha por el regulador de que trabajadores de Aguas Andinas fueran a declarar como testigos.
Recién en junio de este año la Corte Suprema le dio la razón a la Superintendencia, y en julio se pudo tomar la declaración a los trabajadores. “Son algunas falencias que tenemos en nuestra legislación, donde las empresas pueden oponerse a declarar ante la Superintendencia, y eso tenemos que llevarlo a tribunales”, finalizó el superintendente.
