Justo una semana después de que estallara la revuelta en Santiago y que esta se extendiera rápidamente a las capitales de regiones y luego a todo el país, se convocó para las 17.00 de este viernes a la llamada «Marcha de la Historia», una convocatoria amplia, transversal y sin dirigentes a la que le bastó solo una hora para convertirse, en los hechos, en la manifestación más multitudinaria de la historia de Chile. La gente inundó la Alameda y las principales arterias que conducen a la Plaza Italia para manifestarse en favor de tres exigencias: sacar de la calle a las Fuerzas Armadas, retirar del Congreso todas aquellas leyes que «vayan contra el pueblo», y convocar una asamblea constituyente para lograr una nueva Constitución. La impresionante convocatoria que deja al gobierno de Sebastián Piñera con muy poco margen, se convirtió así en la señal política más rotunda desde las marchas contra la dictadura y las concentraciones masivas en favor del NO.
En medio del estallido social que ha sacudido al país durante la última semana, este viernes es un día histórico. Ello, dada la convocatoria «La marcha más grande de Chile», que tiene lugar en Plaza Italia, y que se replica en distintos puntos de regiones.
A minutos de las 17:00, la hora en que estaba convocada la manifestación, la Plaza Italia ya lucía repleta de gente en un ambiente familiar. En el lugar se desplegó una bandera gigante con los mensaje “Chile Despertó” y “No estamos en guerra”, en alusión a las polémicas palabras del Presidente Sebastián Piñera que en su momento solo hicieron encender aún más la crisis.
Desde temprano comenzaron a congregarse los manifestantes en el sector, mientras la Alameda permaneció cortada casi durante toda la jornada para permitir el desplazamiento de gente con banderas y carteles que buscaba llegar hasta el punto de encuentro de esta emblemática manifestación que -a diferencia de las tradicionales convocatorias- no tiene un acto final con oradores, lo que da cuenta de su carácter espontáneo ciudadano y sin colores políticos.
La cifra de manifestantes era impresionante y las autoridades tuvieron que hacerse cargo de ello. De acuerdo a lo informado en primeras instancias por la Intendencia Metropolitana, citando datos de Carabineros, la convocatoria llega a unas “820 mil personas y en aumento”, destacando que hasta el momento la movilización “se desarrolla de manera completamente pacífica y familiar”.
Sin embargo, cerca de las 18:30 horas, la intendenta Karla Rubilar admitió que la convocatoria estaba en torno al millón de personas. «Chile hoy vive una jornada histórica. La RM es protagonista de una pacífica marcha de cerca de 1 millón de personas que representan el sueño de un Chile nuevo, de forma transversal sin distinción. Más diálogo y marchas pacíficas requiere nuestro país», dijo. Más tarde, en entrevista con Radio Cooperativa, cifró la asistencia en 1.200.000 personas.
“No hay colores políticos, hay adultos mayores, familias enteras, es transversal. Es un mensaje claro de que tenemos que hacer un cambio radical en nuestro país, de que tenemos que construir un país más justo, más equitativo. Acá está marchando todo Santiago. Es un tremendo triunfo de los ciudadanos», dijo la autoridad regional a CNN Chile.
La convocatoria se hizo a través de las redes sociales, recalcando que se trata de una manifestación pacífica y representa un nuevo llamado de alerta para el Gobierno considerando que la Agenda Social presentada el martes no ha logrado satisfacer a la ciudadanía.
De hecho, una encuesta conocida hoy, un 88% de los encuestados considera que las medidas de Piñera no resuelve sus problemas y el 78% de los chilenos iría a protestar luego de los anuncios del Mandatario, de acuerdo al estudio «Estallido de Esperanza II» de StatKnows.
En el resto del país, se vivió una masiva jornada, al igual que en la Región Metropolitana. En Valparaíso, miles repletaron las calles de la ciudad. Incluso el alcalde de Valparaíso compartió imágenes desde el Cerro Cordillera.
En Concepción, cifras preliminares indican que a la manifestación de la ciudad concurrieron cerca de 50 mil personas.
La marcha tiene tres exigencias: el retiro de la calle de las Fuerzas Armadas, retiro del Congreso de todas aquellas leyes que «vayan contra el pueblo», y convocar una asamblea constituyente para lograr una nueva Constitución.