La entrevista que dio el Presidente a CNN en español, abrió un nuevo flanco de críticas. Pese a que el ministro Blumel insistió en la tesis de los videos falsos y la injerencia extranjera, el director del INDH, Sergio Micco, fue enfático en señalar que “los videos que hemos visto son en su inmensa mayoría verdaderos” y puntualizó que el tema clave es que “se han producido graves y muy numerosas violaciones a los DD.HH”. Por su parte, la analista política Marta Lagos sostuvo que Piñera «está llegando al límite de lo soportable” con sus declaraciones, y el abogado Jaime Bassa apuntó que “ver al Presidente hablar como lo hacía Pinochet, negando las violaciones de DDHH tan descaradamente y con un juicio de realidad tan absurdamente manipulado, solo agudiza la crisis política en la que se encuentra”. En la entrevista, además, Piñera asume el polémico informe Big Data, entrando en contradicción con lo planteado por la subsecretaría de Interior y la Secom, señalando que “hemos hecho un estudio de millones y millones de comunicaciones a través de redes sociales (…) vienen muchas de Rusia y de otros países de Europa oriental”.
«Muchos de los videos de violaciones a derechos humanos no corresponden a la realidad, muchos son falsos, muchos son grabados fuera de Chile». Esta frase lanzada por el Presidente Sebastián Piñera en entrevista con CNN en español, abrió una fuerte polémica debido al nuevo intento ante la prensa internacional del Gobierno y del Mandatario de deslindar sus responsabilidades en materia de DDHH y relativizar los graves abusos cometidos durante el estallido social.
La entrevista con el periodista Andrés Oppenheimer fue grabada el 11 de diciembre, y emitida el 15 de diciembre por la cadena internacional, pero recién este miércoles fue viralizada en redes sociales provocando hondo revuelo.
Al paso de los dichos del Presidente Sebastián Piñera salió el director del Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH), Sergio Micco, quien aseguró en Radio Duna que “los videos que hemos visto son en su inmensa mayoría verdaderos».
Micco, quien el pasado 24 de diciembre hizo entrega al Presidente de las graves violaciones a los derechos humanos en el estallido social, sostuvo que más allá de esta polémica por la difusión de videos, el problema central es que “es evidente que se han producido graves y muy numerosas violaciones a los derechos humanos, y ese es el tema clave”.
La analista política Marta Lagos, sostuvo que Piñera «está llegando al límite de lo soportable” con sus declaraciones. “¿Que vamos a hacer con este presidente que inventa «armas de destrucción masiva» igual que G.W.Bush? El se está tratando de salvar a si mismo echándole la culpa a fuerzas extranjeras, RS, Etc”.
Las declaraciones del Presidente también fueron comentadas fuera del ámbito de los partidos. El médico James Hamilton, uno de los rostros de la cruzada contra los abusos sexuales en la Iglesia católica, sostuvo que “lamentablemente esto muestra de tomo y lomo al presidente de nuestro país, o es un mitómano, o tiene una alteración para ver la realidad (ambas patologías) o derechamente miente haciéndose cómplice de violaciones a los DDHH”.
Mientras, el abogado constitucionalista Jaime Bassa, sostuvo que “estas declaraciones son gravísimas y muy preocupantes. Ver al Pdte hablar como lo hacía Pinochet, negando las violaciones de DDHH tan descaradamente y con un juicio de realidad tan absurdamente manipulado, solo agudiza la crisis política en la que se encuentra”.
Por su parte, el excandidato presidencial de la Nueva Mayoría, Alejandro Guillier, escribió en Twitter el siguiente mensaje: “¡Basta, presidente Piñera! Lo único falso es su negativa a reconocer las gravísimas violaciones a los derechos humanos. Lo lamentable es que Carabineros las seguirá cometiendo mientras usted los siga avalando. Deje de buscar enemigos donde no los hay”.
“Estamos en las manos de un presidente totalmente fuera de la realidad”, comentó por su parte la diputada comunista Karol Cariola, mientras su colega Carmen Hertz sostuvo que “el negacionismo descarado @sebastianpinera en entrevista con @oppenheimera es otra agresión a nuestro pueblo, además de ser el responsable de crímenes internacionales cometidos se permite negar su ocurrencia. Cuánta Razón teníamos al Acusarlo Constitucionalmente!”.
Desde el mundo del derecho, para el abogado y académico de la Universidad de Chile Claudio Nash, “las declaraciones de Pdte. #Piñera negando graves violaciones de DDHH en Chile son extraordinariamente graves. Como lo hacen dictaduras, intenta tergiversar la realidad. Es imposible solucionar la crisis que vive Chile con un Presidente que actúa con este nivel de irresponsabilidad”.
En defensa de Piñera salió el ministro del Interior Gonzalo Blumel, quien expresó que “efectivamente hay mucha información que no es veraz, que es falsa, que circula por redes, que circula por medios que muchas veces no nos damos el tiempo de verificar”.
En declaraciones a Radio Infinita, el jefe de gabinete insistió en la tesis de la injerencia extranjera, señalando que “también es cierto que se han dado a conocer influencias o incidencias de cuentas de redes sociales o de actividades digitales que provienen del extranjero. En magnitudes y proporciones importantes”, complementó.
En la entrevista, además, Piñera asume el polémico informe Big Data, señalando que el Gobierno encargó una investigación de redes sociales que comprueban –a su juicio- la conexión internacional en el estallido. Sus dichos entran en contradicción con los planteado desde su propio Gobierno, donde tanto la subsecretaría de Interior como la Secom han desconocido la autoría de dicho reporte que según el propio Ministerio Público no contienen ningún elemento que sirva para la persecución penal.
Según el Mandatario, “hemos hecho un estudio de millones y millones de comunicaciones a través de redes sociales. Muchas vienen de fuera de Chile (…) vienen muchas de Rusia, vienen muchas de otros países de Europa oriental. Una cosa organizada y sistemática”.
Asimismo, como prueba de las noticias falsas, el Mandatario se refirió al crimen de José Miguel Uribe en Curicó, donde inicialmente la Fiscalía formalizó a un efectivo militar y luego imputó cargos al empresario Francisco José Fuenzalida Calvo. Pero según aventura el Presidente, se trataría de un caso policial y que Uribe fue asesinado por una “banda rival”.
“Había un caso de una persona muerta por la acción presuntamente de un miembro de nuestro Ejército. La Fiscalía determinó que no era así. Que eso que había sido profusamente difundido, el que había matado a un chileno no había sido el militar, sino que había sido una banda rival. Como eso hay muchos ejemplos”, dijo el jefe de Estado.
Vea parte de la entrevista al Presidente acá: