En momentos en que el tema del agua está en el tapete, por el rechazo de los senadores de derecha al proyecto de reforma constitucional que buscaba consagrarla como bien de uso público, la Fundación Amulén difundió el primer informe que analiza la relación entre la escasez hídrica y la vulnerabilidad social. El reporte revela que las comunas rurales de Coquimbo y Valparaíso presentan carencia de agua potable y vulnerabilidad mayor al 80%. Para peor, las proyecciones no son optimistas y las condiciones de las zonas rurales en parte importante del país serán más complejas que la situación histórica. “No podemos seguir obviando esta crisis que afecta a nuestro país y lograr emparejar la cancha, lo que nos parece está íntimamente relacionado con la actual agenda social de Chile”, aseguran desde la entidad.
La escasez hídrica es más que un problema meramente ambiental. De hecho, así lo ratifica el informe “Sequía en Chile: la brecha más profunda” elaborado por la Fundación Amulén, que establece que las comunas carentes de agua potable son también las que presentan mayor inequidad social en Chile.
“Este informe nos muestra que la relación entre escasez de agua y vulnerabilidad social es directa y dramática. Las zonas más afectadas son por lejos las más vulnerables: todas las comunas que están en esta situación de escasez hídrica tienen un promedio superior al 80% de su población rural en los segmentos D y E. Esto se debe a que la sequía afecta las fuentes económicas impidiendo salir de los segmentos de pobreza más profundos”, indica Rocío Espinoza, directora ejecutiva de la entidad.
El informe “Sequía en Chile: la brecha más profunda” –el primero que analiza la relación entre escasez de agua y vulnerabilidad- se construyó sobre la base de la publicación de Escenarios Hídricos 2030 “Radiografía del Agua: Brecha y Riesgo Hídrico en Chile”, liderada por Fundación Chile, cruzando esos datos con índices de vulnerabilidad (segmentación socioeconómica), además de proyecciones climatológicas para el futuro.
Los datos del estudio se conocen en momentos en que el tema del agua está en primera plana en Chile, luego de la decisión del Senado de rechazar el proyecto de reforma constitucional que buscaba consagrar el agua como bien de uso público. Los votos de los senadores de derecha fueron claves y desataron la indignación de la oposición.
El informe “Sequía en Chile: la brecha más profunda” revela que dentro de las cuencas analizadas, las regiones que presentan la mayor cantidad de comunas con una alta brecha hídrica son las regiones de Arica y Parinacota, Atacama, Coquimbo y Valparaíso. En estas regiones, son 26 las comunas afectadas con alta brecha hídrica, concentrándose principalmente en las regiones de Coquimbo y Valparaíso.
En relación al cruce de dichas comunas con su nivel de vulnerabilidad, definiendo vulnerables a los segmentos socioeconómicos D y E, en el total de las comunas analizadas, el índice de vulnerabilidad es bastante alto: más del 50% de sus habitantes pertenecen a estos segmentos socioeconómicos, con un promedio superior al 80% de sus habitantes en dicha categoría.
En zonas rurales de dichas comunas, como Andacollo, Combarbalá y Putre, más del 95% de la población pertenece a los segmentos socioeconómicos D y E y presentan carencia de agua potable mayor al 67%. En zonas rurales de La Serena y Ovalle, más de 1.200 viviendas se abastecen por camión aljibe, donde la vulnerabilidad es mayor al 85%.
Las principales fuentes de abastecimiento informal son pozo o noria (48% de las viviendas) y camión aljibe (39% de las viviendas). Las viviendas que se abastecen por camión aljibe promedian un índice mucho mayor que el promedio nacional (39% versus 15%). Esto se debe a que la carencia de agua como oferta hídrica de la cuenca obliga a complementar con camiones para asegurar el consumo humano.
Las proyecciones no son optimistas. Según la directora ejecutiva de Fundación Amulén, “no podemos seguir obviando esta crisis que afecta a nuestro país. Una de las grandes urgencias que tenemos es aumentar la cobertura de agua de calidad, mejorando la gestión de las cuencas tanto en innovación como en vinculación de todos los actores, para lograr emparejar la cancha, lo que nos parece está íntimamente relacionado con la actual agenda social de Chile”.
En tanto, Según Ulrike Broschek, líder de la iniciativa Escenarios Hídricos 2030 y Subgerente de Sustentabilidad en Fundación Chile, “la creciente escasez de agua ya ha cobrado muchas víctimas, dentro de las cuales se encuentran las comunidades rurales, pequeños productores y el medio ambiente. Resulta urgente para el desarrollo diversificado y descentralizado del país avanzar hacia la seguridad hídrica abordando la Brecha y el Riesgo Hídrico».
El informe revela que el indicador SPEI, que mide las precipitaciones versus evotranspiración, se encuentran proyecciones robustas de reducción de precipitaciones y aumento de temperaturas para la zona centro sur del país, lo que indica que en el largo plazo, las condiciones de disponibilidad de agua para zonas rurales en parte importante del país serían más complejas que la situación histórica. La zona desde Copiapó a Los Vilos presenta un déficit hídrico más grande en orden de magnitud debido a la prolongación de la sequía.
Respecto a las fallas en los sistemas de Agua Potable Rural (APR) en distintos sectores rurales a lo largo de nuestro país, si bien se desprende que existe una asociación entre la cantidad de tiempo en que se encuentra un APR en condición de sequía con la cantidad de fallas que ocurren en ellas, no parece existir un patrón espacial asociado, de modo que la cantidad de fallas que un APR puede tener dadas las condiciones de sequía, no parece ser atribuible a una zona geográfica particular, sino más bien a la cantidad de tiempo en la cual esta condición ocurre.