El alcalde de Las Condes, y principal carta presidencial del gremialismo, volvió a marcar una voz disonante al interior de la UDI, partido que el viernes en consejo general oficializó su posición de Rechazo a la nueva Carta Magna, e incluso ha deslizado la opción de suspender el plebiscito bajo el argumento que no están las condiciones de paz social para su realización. A juicio del edil, “el camino a la paz social permanente pasa por ese plebiscito” y justificó su opción por la nueva Constitución, señalando que “una de las cosas que me entusiasmaba de la UDI era su carácter popular (…) y creo que esa quiere profundamente también este cambio de modelo”.
El alcalde de Las Condes, Joaquín Lavín, aseguró que el plebiscito del 26 de abril se debe realizar «sí o sí», y reiteró además que está por el “Apruebo” a la Nueva Constitución, marcando diferencias nuevamente con la posición oficial de la Unión Demócrata Independiente (UDI).
Lavín volvió a marcar una voz disonante al interior del gremialismo, partido que el viernes en consejo general oficializó su posición de «Rechazo» a la nueva Carta Magna, e incluso ha deslizado la opción de suspender el plebiscito bajo el argumento que no están las condiciones de paz social para su realización. “Si los niveles de violencia se mantienen en el tiempo la verdad es que se hace muy difícil avanzar con todos estos procesos (…) tenemos plebiscito, proceso constituyente y elecciones”, dijo ayer la presidenta de la UDI, Jacqueline van Rysselberghe, en la reanudación de las reuniones de coordinación de Chile Vamos.
Sin embargo, Lavín no comparte esta posición y comentó en Última Mirada de Chilevisión y CNN Chile que “el camino a la paz social permanente pasa por ese plebiscito. Este no está asociado a episodios que puedan ocurrir o no. Obviamente que el Gobierno tiene que tratar que las cosas sucedan lo más normal posible”.
Al mismo tiempo, reiteró que está por una nueva Constitución, y asumió que “en este caso pienso profundamente diferente a la gran mayoría de la UDI; son tres diputados los que comparten mi postura, somos pocos (pero) los partidos no son la Biblia»”.
El edil y principal carta presidenciable del gremialismo justificó su postura señalando que “una de las cosas que me entusiasmaba de la UDI era su carácter popular, ser esta centroderecha popular. Esa es la que a mí me mueve y creo que esa quiere profundamente también este cambio de modelo”.
Igualmente, el alcalde defendió la paridad de género en el proceso y escaños reservados para pueblos originarios, dos puntos también resistidos por su partido, argumentando que “no queremos que reproduzca lo mismo que en la Cámara”.
Sin embargo, entrevistada en Radio Infinita, la presidenta de la UDI no se ha movido un ápice de su posición y explicó que “nosotros aceptamos participar del Proceso Constituyente porque había que dar una señal, de que la política pese a sus diferencias era capaz de generar los acuerdos necesarios por el bien del país”.
Sin embargo, insistió en que ahora las circunstancias han cambiado. “Estoy empezando a dudar que era absolutamente necesario de que el diálogo vence las diferencias”, añadió.
La senadora restó importancia a un cambio constitucional, argumentando que “prácticamente todos los problemas sociales no se mejoran con un cambio a la Constitución (..) . Yo creo que las necesidades de las personas no necesitan dos años y medios para resolverse. Empezar a generar sobreexpectativas de que esto se va a mejorar cuando cambie la Constitución, va a ser frustrante”.