El 10 de enero, la seremi de Salud de Los Lagos, Scarlett Molt, dio la aprobación por el plazo de un mes para la instalación de un relleno sanitario en un terreno privado ubicado en el sector Puntra el Roble, para dar solución a la dramática situación que viven los habitantes de Chiloé, quienes por 10 días sufrieron las consecuencias de no contar con la recolección de residuos sólidos domiciliarios (RSD). Pobladores y ambientalistas denuncian que la instalación de este vertedero en ese sector podría poner en riesgo a los humedales de la cuenca del río Chepu, los que recién en diciembre fueron declarados Santuario de la Naturaleza por el Consejo de Ministros para la Sustentabilidad.
Un complicado inicio de año tuvieron los habitantes de Ancud. Fueron 10 días en que los pobladores de la comuna –que forma parte de la isla de Chiloé– sufrieron las consecuencias de no contar con la recolección de residuos sólidos domiciliarios (RSD), ante la falta de un lugar adecuado para depositar los desechos.
La basura sigue siendo un problema grave para la isla, especialmente en Ancud, y las soluciones ofrecidas por la municipalidad no atacan el problema, sino que lo agravan. Pobladores y ambientalistas denuncian que el nuevo terreno donde se está instalando el vertedero –ubicado en el sector Puntra el Roble– es «ilegal», ya que ante un eventual episodio de contaminación, se pone en riesgo a los humedales de la cuenca del río Chepu, los que recién en diciembre fueron declarados Santuario de la Naturaleza por el Consejo de Ministros para la Sustentabilidad.
El drama de la basura se viene extendiendo desde el año pasado, cuando el vertedero municipal fue clausurado tras 40 años de funcionamiento, dejando a la isla sin una opción para el almacenamiento correcto de los desechos domiciliarios, lo que generó que el 12 de abril la seremi de Salud de la Región de los Lagos decretara alerta sanitaria para la Provincia de Chiloé, la que se extendió hasta el 31 de diciembre, situación de la que dio cuenta El Mostrador en un reportaje publicado en septiembre pasado.
Con la Alerta Sanitaria en marcha –aún vigente luego que se extendiera nuevamente hasta el 30 de junio de 2020–, el municipio necesitaba encontrar un nuevo sitio para hacer el vertedero municipal. Luego de desechar la opción del Fundo los Millanes, debido a la oposición de la comunidad, que advirtió una «alta probabilidad de contaminación», la Municipalidad de Ancud anunció en diciembre que el relleno se ubicaría en un terreno privado en el sector Puntra el Roble.
Sin embargo, el lugar también ha sido objeto de críticas por parte de las comunidades, las que el 2 de enero impidieron el acceso de camiones y maquinaria de la empresa Crecer –seleccionada vía Trato Directo para llevar adelante la obra– que se dirigía a la zona para iniciar los trabajos, a pesar de no contar con la aprobación del Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) ni de la seremi de Salud, por lo cual presentaron un recurso de protección que buscaba paralizar las obras.
Las comunidades denunciaron la violación al artículo 27 del Reglamento 189 sobre condiciones sanitarias y de seguridad básica en los rellenos sanitarios, que dice textualmente: «No se podrá iniciar la operación de un Relleno Sanitario sin que la Secretaría Regional Ministerial de Salud competente haya extendido la respectiva Autorización Sanitaria de Funcionamiento, la que cuando corresponda deberá ser otorgada en concordancia con la respectiva Resolución de Calificación Ambiental».
Lo anterior quedó finalmente zanjado cuando, el 10 de enero, la seremi de Salud de Los Lagos, Scarlett Molt, otorgó la autorización por un mes para que el vertedero de Puntra el Roble comenzara a funcionar, poniendo fin al drama de los ancuditanos que pasaron 10 días sin un lugar donde depositar la basura domiciliaria. «Se autorizó por el plazo de un mes, disposición bajo una serie de cumplimientos y normativas para que el municipio pueda disponer la basura y con ello se pueda contener hoy el riesgo sanitario inminente al cual está expuesta la población», dijo la seremi.
La aprobación por parte de la seremi de Salud para la construcción del relleno sanitario en Puntra el Roble, no dejó conformes a los habitantes de los sectores Puntra y Chepu. El Mostrador tuvo acceso a una carta enviada el 11 de enero al Concejo Municipal de la comuna, misma que también fue remitida a la ministra del Medio Ambiente, Carolina Schmidt, en la que criticaron al alcalde de Ancud, Carlos Gómez Miranda, por haber –a su juicio– «declarado» al municipio como una nueva «zona de sacrificio ambiental», acusando además que sus habitantes fueron decretados como «ciudadanos de segunda clase».
«Puntra ha sido declarado por el Alcalde de Ancud como una nueva ZONA DE SACRIFICIO AMBIENTAL de la Isla Grande de Chiloé, vertiendo en la madrugada de hoy la basura de la ciudad de Ancud en un supuesto ‘relleno sanitario’ de manera escondida, totalmente ilegal, afectando el derecho a vivir en un medio ambiente libre de contaminación, el cual es Estado nos debe garantizar. De esta forma, toda la comunidad de Puntra y de Chepu han sido declarados CIUDADANOS DE SEGUNDA CLASE», dice la misiva en su primer párrafo.
«Este vertimiento de basura en un lugar sin contar con Resolución de Calificación Ambiental favorable afecta abiertamente nuestra forma de vida, nuestra historia, nuestros sueños y esperanzas, y afecta también al Santuario de la Naturaleza de los Humedales del Río Chepu, recientemente aprobado por el Consejo de Ministros para la Sustentabilidad», sostiene la declaración.
Los vecinos también denunciaron que «el proyecto entró en operaciones sin contar, a lo menos, con: a) resolución de cambio de uso de suelo dada por el SAG y la Seremi de Vivienda y Urbanismo; b) no cuenta con patente municipal aprobada; c) no cuenta con los requisitos básicos fijados por la autoridad de Salud y del Trabajo como faena segura para los trabajadores que en ella operen; d) no contó con los permisos sectoriales para la corta de bosque nativo para la ejecución de obras civiles, lo que ya fue fiscalizado por la Corporación Nacional Forestal, remitiendo la correspondiente denuncia al Juzgado de Policía Local para la aplicación de la multa correspondiente».
Las demandas también llegaron a la Superintendencia del Medio Ambiente (SMA) de la Región de los Lagos. El 24 de diciembre, el Comité de Defensa Medioambiental Chiloé sin Basura, envió una carta en la que manifestaron su preocupación y rechazo a la puesta en marcha del relleno sanitario de Puntra el Roble, acusando que «no cumple con los estándares mínimos en lo legal y lo técnico», y señalaron que lo anterior «solo prevé un impacto negativo al medio ambiente y una crisis socioeconómica para las personas que se dedican a la agricultura, apicultura, lechería y turismo en el sector».
Las demandas de los habitantes de Puntra y Chepu han encontrado respaldo en el Centro de Estudio y Conservación del Patrimonio Natural (CECPAN), que en un comunicado del 6 de enero manifestó su apoyo a «las legítimas demandas y preocupaciones de las comunidades de Puntra y Chepu, así como en general de la sociedad civil articulada en torno a esta situación. Además, reconocemos en nuestro rol transitorio de coordinación del nuevo Santuario de la Naturaleza de los Humedales del Río Chepu, la necesidad y obligación de hacernos parte de las medidas orientadas a asegurar la sustentabilidad de la Cuenca de Chepu».
«Hemos revisado y seguido muy de cerca los antecedentes disponibles y el desarrollo de este caso y casos anteriores, y tenemos la firme convicción de que las acciones que se están ejecutando y se pretenden ejecutar en Puntra el Roble son ilegales, ilegítimas y vulneran la institucionalidad ambiental vigente, poniendo en riesgo a las comunidades de la Cuenca del Río Chepu y su patrimonio natural. No entendemos los motivos que llevaron a la autoridad a precipitar, en base a antecedentes de mala calidad, la toma de decisiones que involucran recursos municipales, sin contar previamente con los procedimientos reglamentarios que deben seguir todos los proyectos de esta índole», agrega la declaración.
Desde las comunidades aseguraron a este medio que las denuncias enviadas tanto a la SMA como al Ministerio, no fueron respondidas.
Desde el punto de vista geológico y biofísico, hay dos grandes argumentos por los cuales el terreno de Puntra el Roble no sería adecuado para la instalación de un relleno sanitario.
Cristián Frene, investigador asociado del Instituto de Ecología y Biodiversidad (IEB), explicó a El Mostrador que el primer argumento es de tipo geológico. «En el lugar existe un basamento geológico no consolidado, es decir, un basamento que está construido por arenas y gravas. Por lo tanto, las aguas subterráneas están en forma de acuíferos libres, o sea, agua que está en profundidad que se mueve libremente por un amplio territorio. Por lo tanto, cualquier episodio de contaminación por lixiviados (…) va a generar una contaminación de estas aguas subterráneas».
Recién en diciembre el Consejo de Ministros para la Sustentabilidad declaró los humedales de la cuenca del río Chepu como Santuarios de la Naturaleza. En tal contexto, Frene explica que «el lugar Puntra el Roble está ubicado en la parte alta de una cuenca hidráulica, un lugar donde nace un río importante, que es el río Puntra, y ese río Puntra a su vez desemboca en un humedal, en un sector lleno de humedales, que se denomina río Chepu, y esos humedales acaban de ser categorizados como Santuarios de la Naturaleza».
«Por lo tanto –prosigue– cualquier evento de contaminación, por ejemplo, por un eventual rebalse del relleno sanitario debido a las fuertes lluvias del invierno, o bien porque se genere algún episodio o accidente al manipular los residuos que terminen en una contaminación del río Puntra, esa contaminación se va a ir toda aguas abajo hasta estos humedales y finalmente hasta el río Chepu, provocando un problema importantísimo porque ahí habita mucha gente que en general vive de la pesca y del turismo. Por lo tanto, cualquier episodio de contaminación podría afectar de manera muy negativa a toda la flora y fauna del lugar y, por supuesto, a los habitantes aguas abajo del sector donde se quiere emplazar el relleno sanitario».
Frene incluso va más allá y compara la actual situación en Puntra el Roble con lo ocurrido meses atrás en la cuenca del río Huicha, cuando se pretendía instalar el relleno sanitario en el Fundo los Millanes. El investigador denunció que el actual terreno «tiene exactamente las mismas restricciones. Nos llama la atención que la autoridad haga caso omiso a la información que ya se le entregó. Toda la zona este de la isla grande de Chiloé tiene este tipo de basamentos geológicos. Claramente están desoyendo lo que la información técnica y científica les ha entregado, y simplemente están buscando la solución más rápida y costo-eficiente».
El Mostrador se comunicó en varias ocasiones con la Municipalidad de Ancud para conocer su versión respecto a las reiteradas denuncias de las comunidades. Pese a los intentos, al cierre de esta nota, no se obtuvo respuesta.